España pasa del puesto 36 al 30 en el ránking mundial de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras

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España pasa a estar en el puesto número 30 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de Reporteros Sin Fronteras (RSF), y asciende así seis posiciones respecto el año pasado, cuando ocupaba en el nº36, aunque de los cinco indicadores que configuran esta clasificación, el político "cae" en España algo más de tres puntos, con una media mundial de 7,6 puntos,según informa Europa Press.

"España no se salva del deterioro global del periodismo por la presión política, pero resiste en un escenario mundial desalentado. El ascenso de España se explica, además, por el pronunciado declive de otros países en la Clasificación de RSF, que dibuja un panorama poco halagüeño para la libertad de prensa en el mundo", indica Reporteros Sin Fronteras en el informe que publica este viernes sobre la salud de la libertad de información.

En el mayor año electoral de la historia, cuando más de la mitad de la población está llamada a las urnas este 2024, RSF afvierte de "la presión creciente" de los actores políticos sobre los medios de comunicación y los periodistas, en detrimento de la independencia, la calidad de la información y el pluralismo.

Y en España, la polarización y la desconfianza en los medios se hace notar en el indicador sociocultural de España, tradicionalmente sólido, tal y como remarca RSF, que pierde casi cuatro puntos respecto al año pasado, pasando de 72,12 puntos a 68,96 puntos.

Reporteros Sin Fronteras subraya que mientras que la excesiva concentración de los medios de comunicación en España y una precarización ya cronificada de la profesión periodística vuelven a lastrar el indicador económico, que cae por debajo de los 60 puntos (sobre 100), el contexto legal y la seguridad de los periodistas mejoran respecto al año pasado y explican, junto al declive de otros países, la subida de seis posiciones en la tabla que experimenta nuestro país.

También destaca que "pese al incumplimiento del compromiso del Gobierno con la derogación de la Ley Mordaza, el hecho de que lleve años sin apenas aplicarse a profesionales de los medios y de que no se haya aprobado recientemente ninguna otra legislación que socave la libertad de informar colocan el marco legal de España entre los 20 más garantes del mundo", según la Clasificación de Reporteros Sin Fronteras.

Las autoridades políticas, una de las principales amenazas a la libertad de prensa

La ONG ha advertido de que las autoridades políticas se han tornado en una de las principales amenazas a la libertad de prensa en todo el mundo debido al aumento de gobiernos y autoridades que "fallan en su papel de garantizar un marco ejemplar para el ejercicio del periodismo" y el acceso a una información fiable.

"RSF observa un deterioro preocupante del apoyo y el respeto a la autonomía de los medios, así como un aumento de las presiones que ejercen los Estados u otros actores políticos sobre ellos", reza el documento publicado este viernes por RSF, que denuncia que este año "se caracteriza por la ausencia manifiesta de voluntad política" para proteger a los periodistas.

Uno de los eventos a tener en cuenta para entender esta situación es la guerra en la Franja de Gaza, desatada tras los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí y la posterior reacción de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra el enclave palestino.

Esta guerra, desatada a comienzos de octubre, no solo se ha cobrado la vida de más de 34.400 personas, en su mayoría mujeres y niños, sino que también destaca por los más de cien periodistas y profesionales de la información fallecidos a cuenta de las bombas israelíes sobre Gaza, más de una veintena de ellos mientras ejercían su trabajo.

Por otro lado, la invasión rusa de Ucrania sigue marcando una tendencia negativa en lo que a la libertad de prensa se refiere, y aunque RSF no destaca en este caso la cifra de periodistas muertos por el conflicto, sí que alerta de la influencia de Rusia y Bielorrusia en los países de Europa del Este y Asia Central a la hora de controlar la información.

De acuerdo con RSF, "la censura de los medios se ha intensificado" en ambas regiones y se constata una "asombrosa" mimetización de los actos de represión rusos, especialmente en Bielorrusia, Georgia, Kirguistán o Azerbaiyán. "La influencia de Rusia se extiende hasta Serbia, donde los medios de comunicación progubernamentales difunden propaganda rusa y las autoridades amenazan a los periodistas rusos en el exilio", denuncia la ONG.

Pero más allá de ambos conflictos, RSF ha destacado el elevado número de elecciones a lo largo de todo el mundo no solo en 2024 –catalogado como "el mayor año electoral de la historia"–, sino también en 2023. De hecho, fue el año pasado cuando, especialmente en Sudamérica, accedieron al poder "depredadores autoproclamados de la libertad de prensa".

Mención especial en este punto para el presidente de Argentina, Javier Milei, quien en una de sus primeras medidas al frente del país y en un acto "simbólico y preocupante", decretó el cierre de Télam, la mayor agencia de noticias de Argentina. Turquía, que también ha celebrado elecciones en los últimos meses, es uno de los países que "continúa perdiendo puntos" en la clasificación.

Otros países tratan de controlar la información a través de las redes sociales y, para ello, llevan a prisión a periodistas por publicar noticias a través de esta vía, restringen el acceso a las plataformas o, directamente, borran contenido en ellas. China y Vientam, ambos en la parte baja de la tabla de países con mayor libertad de prensa, destacan en este apartado.

Por otro lado, algunas formaciones políticas "alimentan el odio y la desconfianza hacia los periodistas", e incluso llegan a orquestar "maniobras de control del ecosistema mediático", como el caso de Italia, donde un diputado de la mayoría parlamentaria está tratando de hacerse con la segunda agencia de noticias más importante del país, según denuncia la organización.

Pero los ataques a la libertad de prensa no solo son ejercidos desde los partidos gubernamentales o los mandatarios, sino que también se han producido casos de "desinformación con fines políticos" con el uso de Inteligencia Artificial, los conocidos como 'deep fakes'. La periodista eslovaca Monika Todova sufrió durante los comicios legislativos uno de estos ataques después de que saliera a la luz un audio falso en el que la periodista orquestaba un fraude electoral junto al líder del Partido Progresista Eslovaco.

Los países escandinavos, a la cabeza

La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF se basa en cinco pilares fundamentales: el indicador político, el indicador económico, el marco legal, el contexto sociocultural y la seguridad de los periodistas. El descenso generalizado en el aspecto político afecta a la mayoría de los países, incluso a los que gozan de una mayor libertad de prensa.

Este es el caso de los países escandinavos –Dinamarca, Noruega, Suecia, Islandia y Finlandia– que, a excepción de Islandia, se ubican entre los ocho primeros puestos y obtienen, junto a Países Bajos, Estonia, Portugal e Irlanda la mejor calificación en el último informe de RSF.

Noruega, que mantiene su primer puesto en la tabla, registra una caída en la puntuación en el ámbito político. Dinamarca y Suecia completan el podio, mientras que otras grandes democracias como Reino Unido (puesto 23) o Estados Unidos (puesto 55) quedan apeadas de las primeras plazas, en su mayoría copadas por países europeos.

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Por contra, los últimos puestos de la lista los ocupan Afganistán, que "no cesa de reprimir el periodismo" desde el regreso de los talibán al poder en agosto de 2020; Siria, que se ha convertido en "una zona sin ley para los medios" y donde se registran cifras de récord en lo que a la detención de periodistas se refiere. Finalmente, Eritrea cierra la tabla de RSF con la peor calificación.

Países como China, Vietnam o Corea del Norte, que ocupaban los últimos puestos en el anterior informe, ahora también se encuentran a la cola, pero superados por los mencionados Afganistán, Siria y Eritrea, así como por Irán, Turkmennistán o Baréin. Venezuela también se sitúa en la parte de baja de la clasificación.

México ha sido a lo largo del siglo XXI uno de los países con mayores cifras de periodistas muertos y desaparecidos. Tan solo en 2023 RSF confirmó el asesinato de 45 profesionales de la información, una cifra que, sin embargo, es la más baja desde hacía 20 años. La nación azteca se sitúa en el puesto 121, por detrás de Túnez, Colombia o Kirguistán, aunque por delante de otros países latinoamericanos como Perú, Bolivia o Guatemala, entre otros.

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