Presupuestos
Un informe alerta de que el futuro Gobierno tendrá que ampliar en 2.000 millones el gasto en Defensa
El presupuesto del Ministerio de Defensa para 2016 es papel mojado, un cálculo que "minusvalora" a sabiendas determinadas partidas presupuestarias para transmitir una apariencia irreal de menor gasto. Es la principal conclusión del informe publicado este jueves por el Centro Delàs de Estudios por la Paz. Claro que esta no es una práctica nueva. Pere Ortega, investigador de este organismo, subraya que "sobre todo en los últimos cuatro años" el Gobierno ha consignado en los Presupuestos Generales del Estado una cantidad muy inferior a la que finalmente gasta en Defensa.
"El objetivo es esconder a la opinión pública el gasto militar real y, de paso, también al Congreso de los Diputados y al Senado, que aprueban unas cuentas muy inferiores al presupuesto militar real", reza el documento. En esa línea, Ortega calcula en declaraciones a infoLibre que "en 2015 la desviación será de, aproximadamente, un 31%". De hecho, y sólo hasta agosto, el departamento de Pedro Morenés gastó casí 2.000 millones de euros más con respecto a los 5.767 inicialmente presupuestados, de acuerdo con los últimos datos de ejecución presupuestaria disponibles [ver en PDF].
El analista explica que la ampliación del techo de gasto se hace "fundamentalmente" a través de créditos extraordinarios y vía decreto ley, de modo que escapa al control del Parlamento. Es el caso de los más de 850 millones de euros aprobados en mayo para pagar armamento o de los 649 millones destinados a sufragar operaciones militares en el exterior. Precisamente "la adquisición de grandes programas de armamento" y "las misiones de intervención militar" son las dos partidas en las que "esta falta de transparencia en el gasto militar tiene su mayor enjundia", señala el texto.
Cuentas irreales, otra vez
De acuerdo con el documento de esta entidad la situación en 2016 no será muy distinta. El informe señala que las cuentas son "continuistas" y destaca que "vuelven a repetir" las "malas prácticas" que se han observado a lo largo de toda la legislatura. En concreto, calcula que el Ejecutivo que salga de las urnas el 20 de diciembre tendrá que aprobar 1.100 millones de euros en créditos extraordinarios, que se verá obligado a ampliar partidas presupuestarias por valor de 807 millones y a autorizar privatizaciones por valor de más de 200. Total: 2.189 millones de gasto extra.
"Los Presupuestos para 2016 fueron improvisados por motivos electorales y son engañosos, mentirosos y falsos", dice Ortega. El investigador añade que parte de la desviación prevista por la Comisión Europea, que dio un tirón de orejas al Gobierno de Rajoy esta semana al advertirle de que alberga dudas sobre las previsiones de ingresos del Ejecutivo y de que España vaya a cumplir con los objetivos de déficit, proviene precisamente del desaguisado de las cifras de Defensa. "Los Presupuestos cuentan de menos los gastos de Defensa, y eso acaba generando un desfase", señala.
En concreto, Ortega explica que "los créditos extraordinarios que se aprueban para pagar armamento, por ejemplo, acaban convirtiéndose en deuda y en déficit". Y la aprobación cada año de unos 1.000 millones de euros extraordinarios por esa vía implica, concluye, añadir una décima al montante del déficit del Estado. "Sin duda los engaños en el gasto militar contribuyen al aumento del déficit público del Estado español", dice el informe.
La factura del armamento
Esos incrementos irían "en su mayor parte" destinados al pago de los compromisos adquiridos por el Estado con los Programas Especiales de Armamento (PEA). Se trata de grandes operaciones de compra aprobadas durante los años noventa y que, según esta entidad, acumulan una deuda que supera los 30.000 millones de euros. La complejidad de los mecanismos de pago y las constantes renogociaciones de los encargos y las condiciones de pago del Estado con la industria hacen casi imposible conocer cuál será su coste real al final de cada programa, pero cuyos pagos pendientes no se reflejan en los Presupuestos y se aprueban, tradicionalmente cada verano, a través de los citados créditos extraordinarios por decreto.
Además de esos compromisos ya adquiridos con la industria bélica, el informe denuncia que "Defensa continúa programando nuevos programas de grandes armamentos". Ya en 2014 el Ministerio encargó dos buques cuya factura supera los 333 millones de euros. En 2015, por otro lado, se iniciaron cuatro nuevos procesos de adquisición, por los que las Fuerzas Armadas se harán con entre una y cuatro fragatas –entre 800 y 3.200 millones–, 350 unidades del vehículo blindado Piraña –total: 1.500 millones–, cuatro drones –el Estado pagará 171 millones por ellos– y tres aviones Airbus –en este caso, señala el documento, no está claro el coste final–.
La otra partida que requerirá una importante inyección de fondos a mediados de ejercicio, estima el Centro Delàs, es la de las misiones españolas en el exterior. Como en años precedentes, se han presupuestado 14,3 millones de euros para este capítulo en las cuentas de 2016 presentadas por el Gobierno de Rajoy. En realidad, el coste de las misiones nunca ha estado por debajo de los 700 millones de euros al año durante la legislatura, por lo que el informe calcula que esa será la cantidad que finalmente se desembolse también el año próximo.
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Privatizaciones para cuadrar cuentas
Finalmente el documento llama la atención sobre otro punto oscuro en las cuentas del Ministerio de Defensa: las importantes privatizaciones de patrimonio que se ejecutan año a año en un intento de cuadrar las cuentas o de, al menos, buscar que el agujero que hacen en las cifras de ejecución presupuestaria sea el menor posible. De acuerdo con las estimaciones del Centro Delàs a partir de los Presupuestos Generales del Estado de la legislatura que ahora toca a su fin, Defensa obtuvo entre 2012 y 2014 un total de 617 millones de euros por esta vía, y se embolsará 206 millones más este 2015.
"Cada año Defensa enajena terrenos, viviendas militares y cuarteles, e incorpora esos ingresos en su presupuesto para gasto ordinario. Este año, de nuevo, lo hará por valor de 206,80 millones", reitera el texto, que añade que "Defensa era el Ministerio con mayor patrimonio del Estado" hace algunos años y que progresivamente se ha "permitido" a este departamento pasar a manos privadas multitud de bienes. Pese a esas operaciones, concluye, en 2016 la previsión del centro es que cada día se gasten casi 50 millones de euros en Defensa o, lo que es lo mismo, 376 euros anuales por persona.