La contaminación en Gran Vía desciende a niveles comparables a los de los parques

Ecologistas en Acción ha realizado una estimación del impacto del cierre parcial al tráfico de la Gran Vía en Madrid. Los activistas han evaluado los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) de la plaza del Carmen –a 100 metros de la Gran Vía– durante la primera semana de aplicación de la medida, entre los días 2 y 8 de diciembre. Los resultados se han comparado con otras estaciones y con el mismo indicador en años anteriores, y son concluyentes: el nivel de contaminación de la arteria madrileña ha descendido a cifras comparables con las de los grandes parques de la ciudad. 

La estación de la plaza del Carmen fue la única, junto a las situadas en las grandes zonas verdes –El Retiro, Parque Juan Carlos I, Casa de Campo y El Pardo– que no rebasó el valor de 100 microgramos por metro cúbico. El comunicado de la organización destaca que el resto de terminales sobrepasaron ese número hasta en 25 ocasiones durante la semana. Además, aseguran desde Ecologistas, el valor medio de NO2 registrado por el medidor de la plaza en los ocho primeros días de este mes se ha reducido en un 32% con respecto al valor correspondiente a la media de los años 2013-2015 de 72 µg/m3.

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Este enclave, en cuanto a la contaminación atmosférica, es uno de los más problemáticos de la red de medición, como señalan los activistas. Es una de las siete estaciones que vulneran "sistemáticamente" el valor límite anual de dióxido de nitrógeno establecido por la UE desde 2010, de 40 microgramos por metro cúbico. En junio de 2015, la Comisión Europea abrió un expediente de infracción a Madrid por este motivo. "Previsiblemente acabará en una cuantiosa multa si no se toman medidas decididas de reducción de la contaminación", advierte la organización ecologista. 

Entre estas "medidas decididas" Ecologistas en Acción incluye una "reducción del tráfico en la ciudad" que no se reserve "para momentos excepcionales", sino que se aplique durante todo el año. "Madrid está obligada a reducir drásticamente los niveles de NO2, tanto por una exigencia legal como, más importante, por razones evidentes de salud pública", concluyen.