Sesión de control
Casado insiste en llegar a navidad sin restricciones y rechaza la oferta de revisar el estado de alarma en marzo
Pablo Casado y Pedro Sánchez se mueven pero no se encuentran. El líder del PP rechazó este miércoles el nuevo movimiento del presidente del Gobierno para aproximar posturas en relación con la declaración del estado de alarma para entregar a las Comunidades Autónomas el paraguas jurídico que necesitan para hacer frente a la pandemia e insistió en condicionar su apoyo a esta medida a que los instrumentos jurídicos excepcionales hayan desaparecido antes de navidad. Su prioridad: la campaña económica asociada a las fiestas y “la esperanza”, dijo, de “millones de españoles”.
Casado insistió en que mantiene la mano tendida para una negociación sobre la que no hay noticia, más allá de las declaraciones públicas. Y mantuvo íntegramente sus críticas a la gestión del Ejecutivo. La oferta para que la decisión sobre la continuidad de la alarma la tome el Consejo Interterritorial de Sanidad, donde están representados el Ministerio de Sanidad y los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas le parece una estrategia para eludir el control parlamentario: “Menos Aló presidente los fines de semana y más venir al Congreso como estipula la Constitución”, le reprochó.
El 'plan b' de Casado se estrella en el Congreso y recibe el 'no' de todos los grupos, incluidos Vox y Ciudadanos
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En el PP no están dispuestos a dejar el debate del estado de alarma en una conferencia sectorial como la de sanidad. Subrayan que es el Parlamento el que decide un estado de alarma, no un Consejo Interterritorial. “La democracia no es un bazar, no se regatea”, señaló en su turno de intervención el número dos del partido, Teodoro García Egea. Así que la conclusión de los conservadores es clara: “Nos reafirmamos en nuestra posición. España necesita un plan B jurídico que dé certidumbre y evitar la excepcionalidad del estado de alarma”.
“Aún está a tiempo de aceptar nuestra propuesta”, remarcó Casado a Sánchez, que según él representa el doble de lo aprobado en casi todos los países europeos. Permitiría regular la movilidad en los próximos tres puentes y que, además, contribuir aa “salvar las navidades”, no sólo el empleo asociado a ellas, sino también “dar esperanza a millones de españoles, sobre todo a los mayores”.
Insistir en una alerta prolongada, subrayó, es una “cacicada” “sin control judicial ni parlamentario” y que “desborda nuestro Estado de Derecho”. Endosa a as comunidades, según él, una responsanbilidad del Gobierno, la gestión de la pandemia, y desoye las recomendaciones de las instituciones europeas para no 8abusar” de la excepcionalidad contra la pandemia.