LOS RETOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Más rentables y con menos comisiones: así son los planes de pensiones que quiere Escrivá

Los “fondos de empleo de impulso público” que deberán servir para estimular los planes de pensiones en las empresas comenzarán a funcionar en junio de 2022, según el calendario del anteproyecto de Ley Reguladora que aprobó este martes el Consejo de Ministros. Esos fondos actuarán de promotores para que se adscriban a ellos los trabajadores de las pequeñas empresas, así como los autónomos y también los funcionarios. Como al mismo tiempo se simplificará la creación de estos planes en los convenios colectivos sectoriales, el objetivo es convertirlos en un instrumento de ahorro exitoso.

Todo lo contrario de lo que ocurría hasta ahora. Tradicionalmente estos planes han estado circunscritos a las grandes empresas. Tanto su número como la cifra de los trabajadores adscritos no han dejado de caer desde 2008 y 2011, respectivamente. Según los últimos datos de Inverco, la patronal que agrupa a las instituciones de inversión colectiva, los planes de pensiones de empleo cuentan con 1,92 millones de partícipes a 30 de septiembre de este año. En 2011 llegaron a rozar los 2,8 millones.

Cierto que la misma reducción la han sufrido los planes de pensiones individuales, cuyos partícipes ascienden ahora a 7,42 millones de personas, cuando en 2008 se elevaban a 8,65 millones. La crisis financiera no perdonó los salarios y ha impactado durante más de una década directamente en la capacidad de ahorro de los trabajadores.

En cualquier caso, los planes de empresa siempre han representado una parte pequeña del esquema de ahorro privado en España. Reúnen un patrimonio de 37,11 millones de euros, que equivale apenas al 43,5% del patrimonio de los planes de pensiones individuales. Su número se ha reducido casi un 33% desde 2008, cuando Inverco registraba un total de 1.918 planes de empresa. El mismo porcentaje en que se han recortado los individuales desde 2012, cuando su número alcanzó un máximo de 1.385.

En opinión del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, el escaso desarrollo de los planes de empleo en España es una situación “anómala”, porque sólo uno de cada 10 trabajadores cuenta con uno de estos instrumentos de ahorro, frente al resto de los países europeos, donde uno de cada tres o cuatro está adscrito al de su empresa. Sólo en el País Vasco, donde estas iniciativas están muy desarrolladas, uno de cada dos trabajadores tiene un plan de pensiones de empleo.

Comisiones del 0,2%, rentabilidad de hasta el 4,4%

Los “fondos de empleo de impulso público” serán gestionados por gestoras privadas, que deberán acudir a un concurso público para hacerse con el contrato. Esa competencia entre licitadores, asegura el ministro, permitirá que las comisiones que se ofrezcan sean más bajas. De hecho, las que ahora cobran los planes de pensiones de empresa son ya de por sí menores que las de los planes individuales. De acuerdo con el último Informe sobre Seguros y Fondos de Pensiones del Ministerio de Economía, la comisión media de gestión de los planes de empresa era en 2020 del 0,20%, mientras que la de los planes individuales sube al 1,04%. La comisión media de depósito en los primeros es de sólo el 0,02%, por un 0,12% en los segundos.

El motivo de esta distancia estriba en que los volúmenes de capital que se negocian con las empresas son mayores y en que las gestoras se ahorran las labores comerciales que deben emprender para conseguir clientes. José Luis Escrivá explicó este miércoles que las comisiones de los nuevos planes tendrán un “límite máximo en línea con los costes actuales”, por lo que las comisiones serán “extraordinariamente más bajas” que las cobradas por los planes de pensiones personales.

Y como precisamente unas de las razones que lastran la rentabilidad de los planes de pensiones individuales son las altas comisiones, los planes de empresa les adelantan en los rendimientos. Entre uno y casi dos puntos más rentables dependiendo del plazo –a 15 o a 25 años, respectivamente–. La rentabilidad de los planes de empleo supera el 3% e incluso el 4,4% de media. La de los planes personales apenas roza el 3%, según las estadísticas de Inverco. Los de empresa cuentan, además, con comisiones de control, que dirigen las estrategias de inversión y pueden mejorar la gestión del plan, lo que redunda es sus rendimientos.

Los “fondos de impulso público” también contarán con su propia gobernanza, “la habitual en un plan de empleo”, con participación tanto de la empresa como de los trabajadores, indicó el ministro. Hay que recordar que será en la negociación colectiva donde se extenderá el plan acordado a todas las empresas de un sector. José Luis Escrivá ha precisado que el Estado será un mero “promotor”, las gestoras privadas se ocuparán de la gestión y los planes tendrán sus propias comisiones de control. También se creará una Comisión de Control Especial que supervisará la gestión de todos los fondos y una Comisión de Control y Seguimiento.

Este esquema público dispondrá además de una plataforma digital común que permitirá la consulta y los trámites a los partícipes.

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Finalmente, otra medida para estimular el crecimiento de los planes de empresa son los incentivos fiscales. La deducción en el IRPF se eleva a 8.500 euros, mientras que para los individuales se queda en 1.500. Para los autónomos, la deducción será de 5.750 euros. Eso sí, si se quieren rescatar de golpe, ambos modelos tributan como rentas del trabajo, aumentarán los ingresos por los que se paga el IRPF.

Medio millón de funcionarios tienen un plan de empleo

El mayor plan de empleo de España por su número de partícipes es el de la Administración General del Estado. Suma 499.713 funcionarios adscritos, lo gestiona el BBVA y ofrece una rentabilidad a 10 años del 4,3%, de acuerdo con las últimas estadísticas de Inverco. El segundo también es público, el de la Generalitat catalana. Con 197.295 partícipes y gestionado por Caixabank, tiene una rentabilidad a 10 años del 5,3%. Le sigue el de la Generalitat valenciana. Tiene 98.479 partícipes, pero su rendimiento es menor, un 2,84%. El del Gobierno de Murcia integra a 51.040 funcionarios, es gestionado por la aseguradora Caser y su rentabilidad a 10 años alcanza el 3,93%. Caser también se encarga del plan de 49.625 funcionarios canarios, que renta un 4,02%.

Los planes de pensiones de empresas privadas son más pequeños. El mayor es el de los empleados de Caixabank, que reúne a 46.535 de ellos. Pero su rentabilidad es de las más elevadas: un 6,79%. El de la plantilla del Santander –35.103 trabajadores adscritos–, renta mucho menos, un 3,85%. Para los 34.744 empleados del BBVA, su plan de empresa les ofrece un 3,68% de rentabilidad. El de Telefónica suma 25.560 partícipes, con un rendimiento del 3,79%. Más rentable es el de Endesa, aunque más pequeño: un 5,33% a 10 años.