Almudena Grandes trabajó de manera incansable, como siempre, hasta el último momento de su vida. Y dejó prácticamente terminada una novela que verá la luz de manera póstuma, casi con total seguridad en algún momento del próximo año 2022.
No será este el sexto episodio de sus Episodios de una guerra interminable, el aplaudido proyecto narrativo de seis novelas independientes que relatan momentos significativos de la resistencia antifranquista en un periodo comprendido entre 1939 y 1964.
Inés y la alegría (2010), El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017) y La madre de Frankenstein (2020) son los cinco episodios que conmovieron a los lectores durante la última década. Pero la serie queda lamentablemente inconclusa y no podremos conocer la historia de Mariano de Bidasoa, el sexto y último episodio.
El pequeñísimo consuelo en este momento de desconsuelo es que Almudena sí nos dejó otra novela que puede considerarse un séptimo episodio relacionado con todos los demás. "Cambió simplemente de género, pero puedo decir que es una novela coral, con personajes que se comportan y confabulan como los protagonistas de los Episodios. Es decir, que hay una resistencia", apunta a infoLibre su editor de siempre en Tusquets, Juan Cerezo, sin adelantar más detalles por el momento.
Esta nueva novela se ubica en un futuro inmediato y nace en respuesta a la pandemia y el confinamiento: "No es el sexto episodio. Es una desgracia que nos haya dejado sin el sexto, qué le vamos a hacer. Pero se cruzó esta crisis, como le había pasado antes con Los besos en el pan (2015), y no podía frenarse, se le ocurrían otras novelas".
De este momento de desconcierto y confusión generalizado nace por tanto esta futura novela póstuma que rompió su programa de trabajo. "Ella era muy previsora y quería cumplirlo a rajatabla pero, como pasó en la anterior crisis, esto fue un arrebato en pleno confinamiento para contar lo que nos está pasando", explica Cerezo.
Fuentes del entorno de la escritora explican a infoLibre que Almudena tenía estructurado en la cabeza el sexto episodio, que finalmente no ha podido escribir porque se le ocurrió esa otra historia que contar cuando estábamos encerrados en nuestras casas. Una novela "distópica" inédita que deja "prácticamente terminada" junto a unas libretas negras, las que siempre utilizada, con todas las notas e indicaciones para completarla.
Así las cosas, en pleno encierro generalizado pensó la autora en una historia que transcurre dentro de unos años. Parte del escenario transcurre en una urbanización cerrada de la periferia de Madrid, donde se refleja cómo ha evolucionado la sociedad y cómo lo que marca grandes diferencias en los diferentes estratos sociales es la capacidad de cada cual de protegerse de las amenazas externas.
Esta "obrera de la pluma", como la definía este domingo Juan José Millas en este diario, luchó los últimos meses de su vida contra la enfermedad aferrándose a una escritura a la que vivía entregada. Documentándose con una rigurosidad de precisión quirúrgica para que la ficción fuera todo lo real posible.
Esa meticulosidad le llevaba, por ejemplo, a preguntar a sus amigos cuanto se tarda exactamente desde su casa hasta una estación de Cercanías en particular. Así aporta realismo a uno de los personajes que salen de esa urbanización y utiliza el transporte público, de esta manera consigue que el lector pueda sentirse totalmente dentro de la historia.
"Tenía siempre en la cabeza toda la estructura de una novela e iba trabajando los detalles y los personajes. Todo lo que pudiera ser real era real y luego ya lo situaba en la trama ficticia. Era importante para ella que el lector percibiera la realidad que ella trasladaba y en eso se documentaba muchísimo, no solo de archivo sino de circunstancias reales", rematan las fuentes consultas por infoLibre.
Almudena Grandes fue enterrada en la mañana de este pasado lunes en el Cementerio Civil de Madrid. Un acto multitudinario de despedida con centenares de libros en alto y corazones helados por el frío de noviembre y el invierno que provoca su ausencia en tantísimos lectores que, desde ya, esperan impacientes a poder leer la última gran historia de la escritora.
Almudena Grandes trabajó de manera incansable, como siempre, hasta el último momento de su vida. Y dejó prácticamente terminada una novela que verá la luz de manera póstuma, casi con total seguridad en algún momento del próximo año 2022.