La novela que no leerán los trumpistas
El libro durmiente comenzó su andadura como club de lectura en junio de 2003. Su nombre hace referencia a la necesidad de rescatar los valores y principios que duermen en el seno de los libros. El libro durmiente se define como una entidad creada sin fin de lucro. Nuestra acción adquiere la condición de voluntariado cultural. Desde el año 2012, correspondiendo con el período lectivo, impartimos los talleres de escritura creativa en dos niveles: básico y avanzado. Finalmente, la invitación a los autores para presentar sus obras o impartir clases magistrales sobre las técnicas de escritura ha dado lugar a la creación de un foro literario donde confluyen los lectores, libros y escritores, compartiendo ideas e inquietudes en pro de la cultura.
Los árboles - Percival Everett
De Conatus (2023)
Si a usted le pasa como a mí, que leía críticas muy elogiosas sobre este libro, pero no me decidía; y lo veía en las librerías y lo hojeaba (y también lo ojeaba) y continuaba sin decidirme; y oía algún amigo asegurar lo bueno que era y yo, encastillado en el "no es no, seguía sin comprarlo; si a usted le pasa como a mí, no pierda su tiempo como hice yo y vaya directa a comprar y leer esta obra literaria excelsa.
El asunto que trata es durísimo: el racismo y su violencia en Estados Unidos.
La trama tiene su origen en el caso de Emmett Till. Emmett era un chico de catorce años a quien una mujer blanca acusó de haber coqueteado con ella. Fíjese en el delito: "coquetear. El comportamiento tal vez fuera inapropiado en aquella época y lugar (Misisipi, 1955), pero Emmett no lo hizo. Su acusadora reconoció casi cincuenta años después que se lo había inventado. Una pasmosa lentitud de reflejos de medio siglo. Pocos días después del incidente al chico lo mataron a golpes, le pegaron un tiro en la cabeza y arrojaron su cuerpo al río. Hay fotos del funeral, accesibles en Internet, que muestran cómo quedó su rostro.
Estos son los materiales de partida que utiliza Everett para construir una ficción asombrosa y deslumbrante que consigue, mediante el ejemplo concreto, transmitir una tesis de conjunto. Como dice uno de los personajes, si matas a mucha gente en poco tiempo es un genocidio, pero si lo haces muy poco a poco nadie le da importancia. Y eso es lo que pretende el autor, reivindicar la importancia de todos y cada uno de los asesinatos de hombres, mujeres y niños negros a lo largo de las décadas, incluso de los siglos. Diez páginas del libro las ocupan la lista de nombres de víctimas que concluye con Maurice Granton, asesinado a tiros en 2018.
¿Eran necesarias esas diez páginas en una novela? ¡Absolutamente!
Llegados a este punto tengo que decir que Los árboles es uno de los libros más divertidos, graciosos y descacharrantes que he leído. Como lector, Everett te golpea duro y cada golpe te genera una carcajada. Esto solo lo puede hacer un genio. Y por eso le dieron el premio de literatura cómica Bollinger Everyman Wodehouse y fue finalista del Booker Prize 2022.
Los personajes blancos de la novela son estúpidos, ridículos, ignorantes, torpes, necios, malvados y se sienten a salvo de la justicia, pero muy amenazados por el color de los otros. Seguramente es una casualidad que Trump sea uno de esos personajes.
Además del recurso del humor, Everett dota a la obra de la estructura de una novela policiaca. Hay asesinatos, policías locales, policías estatales y hasta investigadores del FBI.
Celos, avaricia, asesinato... y fenicios
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La traducción es de Javier Calvo, a quien imagino dedicándole largas horas pues el texto se intuye escrito en un inglés plagado de jerga sureña "white trash muy difícil de trasladar a otro idioma.
La edición es de De Conatus, extraordinaria editorial de spinoziano nombre, que cuenta con otras obras del autor y tiene en su plantel a autores de la talla de Joshua Cohen o Jon Fosse.
Todo es bueno: autor, obra, traducción y edición. Yo no puedo decir más.