"Hay que cantar por el Sáhara siempre. Y es cierto que ahora encima, con todo lo que ha pasado con el Gobierno, que yo creo que nos sorprende a muchos, hay que hacerlo con un poquito más de exclamación". Es Rozalén quien con esa firmeza reafirma en conversación con infoLibre su conocido compromiso con el pueblo saharaui, igual que lo hace Amparo Sánchez, conocido artísticamente como líder de Amparanoia: "Los saharauis siguen en lucha y hay que visibilizarlo. Llevan ya cincuenta años en Argelia mientras tienen su tierra colonizada. Es algo que a mí me afectó desde que conocí su historia, pero desde luego mucho más desde que vas allí y compartes convivencia con ellos".
Tanto Rozalén como Amparo, junto a María Peláe, conforman el cartel del concierto Ellas por el Sáhara, que este próximo martes 28 de marzo celebra su tercera edición en La Riviera madrileña a beneficio del tercer proyecto de la asociación Un micro para el Sáhara, que volverá en octubre a los campamentos de refugiados. "Es visibilizar y dar voz, pero sobre todo arrimar el hombro. Ellos tienen el mensaje claro, lo llevan comunicando muchos años en el desierto en condiciones muy extremas y lo único que necesitan es un impulso", remarca a infoLibre Sergio Fernández, miembro y uno de los fundadores de esta asociación.
Todo lo recaudado en el evento servirá para financiar las actividades de Un Micro Para el Sáhara (UMPES), integrada por un grupo de periodistas que realiza un intercambio cultural y profesional con el pueblo saharaui desde 2017. En ese año UMPES viajó a los campamentos para hacer radio junto a las y los saharauis en su radio nacional (la RASD). En 2019, el proyecto abarcó las radios comunitarias. Y, como en el Sáhara la tradición oral es fuerte, en este 2023 la propuesta de este colectivo es recoger parte de ella en formato podcast.
"Tenemos intención de centrarnos mucho en el podcast, porque ya hemos trabajado con ellos con la radio comunitaria y con la radio pública saharaui, y poco a poco nos vamos metiendo más en lo que es la vida diaria de cualquier refugiado o refugiada saharaui de a pie que tiene su propia historia que contar y que puede contarla. Como a día de hoy ya es más común que tengan smartphones, tienen herramientas que pueden utilizar para el podcasting, aunque a lo mejor no saben cómo volcarlo o editarlo. Nuestro grano de arena es ayudarles a eso. Te sorprende la cantidad de cosas que se pueden hacer con tan poco. Es verte en mitad del desierto para darte cuenta de que no hace falta tanta parafernalia para contar una buena historia, que puede ser la tuya propia", explica Fernández al tiempo que pone en valor el apoyo de Rozalén y Amparo Sánchez, que viene ya de años atrás.
En una anterior visita, de hecho, Rozalén, que además de artista es psicóloga, puso en marcha un encuentro, llamado como su canción La puerta Violeta, donde las mujeres de la asociación y las mujeres saharauis construyeron una zona segura de reflexión, formación y empoderamiento. Una experiencia que volverá a darse en la próxima edición prevista para octubre de este año en los campamentos, en un viaje al que se destinan buena parte de los recursos económicos de este concierto.
"Me llamó la atención que había temas muy normales del día a día que ellas jamás habían hablado. Y se generó un espacio en el que todas las mujeres hablábamos con mucha naturalidad de las cosas que nos preocupaban por el hecho de ser mujeres, pero allí estaba todo multiplicado por mil", rememora la cantante, y añade: "Sintieron que podrían ser libres a la hora de hablar, que estaban siendo arropadas, cada cual se fascinaba con lo que decían las demás. Algo tan mágico y necesario que nuestra intención es repetirlo cada cierto tiempo, y este año volvemos en octubre a los campamentos y volveremos a los talleres. Además, allí se quedó pintada en la pared una puerta violeta".
Amparo, por su parte, que ha participado ya en otras ediciones de este concierto, rememora que su relación con los campamentos y el pueblo saharaui viene de primeros de la década del 2000: "Estuve allí en los campamentos con Mariem Hassan, una cantante saharui ya fallecida muy conocida y con la que hice varias colaboraciones y encuentros. También trabajé produciendo a Aziza Brahim".
En esta línea, Rozalén destaca que "desde niña" ha cantado "mil veces por el pueblo saharaui", al tiempo que cuanto más iba conociendo sobre su historia más iba sintiendo que era "súper injusto". "Es el pueblo abandonado", afirma, recordando a su vez los veranos compartidos con niños saharauis en su pueblo de Albacete. "Es algo que toca muy de cerca por toda la gente conocida, y ya encima cuando estuve en los campamentos se convirtió ya en algo personal por cómo te acogen y por ver la esperanza y la desesperanza a la vez. Les siento mi familia", confiesa.
En estos momentos tan complejos para el pueblo saharaui, que en los últimos años ha sumado una pandemia, una situación de emergencia alimentaria y un giro histórico en la posición española respecto a la descolonización de su territorio, el Sáhara Occidental, UMPES cree que más que nunca es el momento de volver a escuchar lo que las y los saharauis tengan que decir.
Por eso sigue trabajando en este proyecto que, además de realizar talleres de audio en el desierto de los desiertos, se dedica a fomentar la cobertura mediática en el terreno (ha viajado con medios como RNE, RTVE, Radio 3, La Vanguardia y El País, entre otros). También se ocupa de llevar material técnico para los medios de comunicación saharauis, como cuenta Fernández: "El objetivo principal es recaudar dinero para la autogestión de la asociación. No solo para pagar los billetes de los que vamos y de los invitados, sino también para la llegada de material. Podríamos simplemente recaudar el dinero, destinarlo a los saharauis y que ellos lo gestionen, lo que pasa al final es que las cantidades de dinero son tan ínfimas que eso no llega a ningún sitio. Por eso lo destinamos también a compra de material que luego dejamos allí, como cámaras o grabadoras que hemos dejado en otras ocasiones o diferente material para montaje".
Yo creo que absolutamente todo el mundo debería ir al menos una vez a los campamentos saharauis en Tinduf
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Las entradas para este concierto tan especial se pueden conseguir a través de la web de la organización, unmicroparaelsahara.com, la plataforma de venta de entradas Wegow y la página web de la sala La Riviera. También se ha habilitado una ‘fila cero’ para que quienes no puedan acudir al evento colaboren también si lo desean con el proyecto que se realizará en octubre en los campamentos de personas refugiadas saharauis situados en Tinduf (Argelia).
La cultura en general y la música en particular, de nuevo al rescate. O, al menos, como bien señala Amparo Sánchez, encendiendo al máximo volumen un "altavoz maravilloso" para apoyar la causa saharaui, que "no puede ser olvidada". "Y no olvidemos que viven del apoyo internacional y de nuestro país", prosigue, destacando que hay asociaciones en todas las comunidades autónomas que siguen haciendo envíos o que traen a los niños y niñas saharauis a pasar aquí los veranos. "Este vínculo por supuesto que es real, pero necesitamos seguir haciendo este tipo de eventos como el de La Riviera porque tenemos que seguir hablando de que esto está sin solucionar y no podemos mirar para otro lado", subraya.
"Yo creo que absolutamente todo el mundo debería ir al menos una vez a los campamentos saharauis en Tinduf", tercia Rozalén, rememorando su primera visita, justo tras terminar una gira en la que había podido dormir en buenos hoteles: "De repente llegas allí y no hay luz ni agua y dormía a la intemperie. Pasé de una habitación de cinco a otra de mil estrellas, porque ese cielo es de los más bonitos del planeta. Fui tan feliz que no lo puedo explicar. Y es que las cosas se entienden y comprenden mucho más cuando estás en el lugar. Comprendes mejor el conflicto, la desesperación y la tristeza. También el sinsentido, porque me vine muy triste de allí".
"Hay que cantar por el Sáhara siempre. Y es cierto que ahora encima, con todo lo que ha pasado con el Gobierno, que yo creo que nos sorprende a muchos, hay que hacerlo con un poquito más de exclamación". Es Rozalén quien con esa firmeza reafirma en conversación con infoLibre su conocido compromiso con el pueblo saharaui, igual que lo hace Amparo Sánchez, conocido artísticamente como líder de Amparanoia: "Los saharauis siguen en lucha y hay que visibilizarlo. Llevan ya cincuenta años en Argelia mientras tienen su tierra colonizada. Es algo que a mí me afectó desde que conocí su historia, pero desde luego mucho más desde que vas allí y compartes convivencia con ellos".