El 'comité de sabios' apoya pensiones personalizadas según lo cotizado y la esperanza de vida

Los debates en el seno del comité de expertos sobre pensiones se van inclinando del lado de quienes defienden las llamadas cuentas virtuales o nocionales, a imitación del modelo sueco. En él, cada jubilado cobra la suma de sus cotizaciones dividida por los años de esperanza de vida de su generación. “Tanto aportas, tanto percibes como pensión”. Aunque ninguno de los sabios ha cuestionado directamente el sistema de reparto en vigor –cada trabajador no cotiza para su propia pensión futura sino para las de los jubilados actuales– las cuentas personales supondrían en la práctica el fin de ese modelo, aseguran fuentes del propio comité.

Desde el momento en que los trabajos se han enfocado a priorizar el equilibrio financiero del sistema, añaden, el trabajo de los expertos está siendo “teledirigido” hacia el recorte de la cuantía de las prestaciones y hacia un modelo de contribución y prestación definidas, en lugar de basarse en lo que ahora se considera “un derecho”. Así, la opción de aumentar los ingresos del sistema, mediante cotizaciones o incluso impuestos, ha sido descartada de partida.

En todo caso, el trabajo de los expertos se limitará al diseño de un coeficiente, el llamado factor de sostenibilidad, y a la descripción de su impacto en el sistema. Pero, actualizando las pensiones de acuerdo con ese cociente, explican las fuentes, y siempre con el horizonte en el equilibrio financiero, el resultado final sería algo muy parecido a las cuentas personales. Aunque “no al 100%”, matizan. Habría una parte del sistema, como en Suecia, que seguiría siendo de reparto y que garantizaría el Estado. A diferencia de los sistemas de capitalización puros, cuya defensa abierta tampoco se ha abierto paso en el comité. Estos modelos sólo se han aplicado en Chile, Argentina o México, pero no en la Unión Europea.

Porque el cambio de un sistema público tan “asumido y asentado” en España como el actual, además de políticamente arriesgado, no está exento de dificultades técnicas. No sólo llevaría tiempo su implantación sino que, además, plantea un problema “de género”: las mujeres viven más que los hombres, también cotizan menos porque sus salarios son inferiores. Es decir, su pensión siempre sería menor. Y se terminaría con la actual redistribución territorial de rentas que permite el sistema actual.

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En minoría

Frente a quienes defienden la validez de las cuentas individuales, también hay expertos en el comité que consideran válido el modelo de reparto y que éste sólo necesita mejoras de gestión como, por ejemplo, evitar duplicidades en el cobro de algunas pensiones. Aunque sus posturas están en minoría. “El Fondo de Reserva está sirviendo para corregir los problemas ocasionados por la crisis y el problema del envejecimiento se puede solventar haciendo correcciones”, resaltan las fuentes. Creen que un aumento del gasto en pensiones de tres puntos del PIB para 2060, tal como figura en la actualización del Plan de Estabilidad, es perfectamente asumible. A su juicio, también debería estudiarse cómo garantizar pensiones suficientes, sobre todo cuando “están destinadas a ser una parte cada vez más importante de las rentas”. La capacidad de ahorro de muchos se está viendo mermada por culpa de la crisis y, si con el nuevo sistema de capitalización individual no podrán alcanzar una pensión mínima, tampoco podrán acudir a un sistema privado.

De momento, el comité ha mantenido dos reuniones, la tercera será mañana y celebrará la cuarta y, en principio, última, la semana próxima. El informe, que el Ministerio de Empleo quiere que sea fruto del consenso unánime de los 12 expertos, deberá recibirlo la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo antes del 31 de mayo.