La economía española creció un 0,9% en el primer trimestre del año, dos décimas más de lo que lo hizo en el trimestre anterior, gracias especialmente al consumo de las administraciones públicas y a un mejor comportamiento del sector exterior, según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En tasa interanual, el PIB creció un 2,7% en el primer trimestre, siete décimas más que en el trimestre anterior y una décima por encima del dato avanzado por Estadística a finales de abril. El INE señala que la aceleración en la variación interanual del PIB es consecuencia de una mayor aportación de la demanda nacional (3 puntos frente a 2,7 puntos en el trimestre anterior) y de una menor aportación negativa de la demanda externa (-0,3 puntos frente a -0,7).
Con el repunte trimestral del PIB entre enero y marzo se encadenan ya siete trimestres de avances, mientras que la tasa interanual acumula seis trimestres en positivo.
El gasto en consumo de la Administración pública, el que más crece
El consumo de los hogares mostró en el primer trimestre del año un crecimiento trimestral del 0,7%, dos décimas menos que en el trimestre anterior (0,9%), aunque ya suma ocho trimestres consecutivos en positivo. El gasto de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares también se desaceleró, en este caso nueve décimas, hasta el 0,2%.
Frente al menor consumo de los hogares y las instituciones sin fines de lucro, las administraciones públicas aceleraron su gasto en consumo más de dos puntos, pasando de una tasa trimestral negativa del -1% en el cuarto trimestre de 2014 a un crecimiento del 1,6% en el primer trimestre de este año, posiblemente por la celebración de las elecciones municipales y autonómicas.
La inversión, por su lado, se incrementó un 1,3% respecto al trimestre anterior, una décima menos, con un avance del 1,5% en la inversión en construcción, una décimas más, y un crecimiento del 1,4% en la de bienes de equipo, cinco décimas menos que en el cuarto trimestre de 2014.
En el primer trimestre del año, las exportaciones aumentaron un 1%, frente al nulo crecimiento del trimestre anterior, mientras que las importaciones avanzaron un 0,8%, en contraste con el descenso del 0,6% que experimentaron en el trimestre anterior.
El consumo y la inversión aceleran su avance interanual
En tasa interanual, la economía española creció en el primer trimestre un 2,7%, gracias a la mayor demanda interna y a que la demanda externa recortó su contribución negativa al PIB. Los dos principales componentes de la demanda nacional, el gasto en consumo y la inversión, presentaron en el primer trimestre del año una mayor variación anual que en el trimestre anterior.
En concreto, el gasto en consumo final de los hogares creció un 3,5% en tasa interanual, una décima más de lo que lo hizo en el trimestre anterior, gracias especialmente al comportamiento de los bienes duraderos y no duraderos no alimenticios. Por su parte, el consumo final de las administraciones públicas avanzó un 0,1% en tasa interanual en el primer trimestre, seis décimas más que en el trimestre anterior.
Por su lado, la inversión registró un crecimiento interanual del 6%, cifra nueve décimas superior a la del trimestre anterior, debido a que la inversión en construcción aumentó 2,5 puntos más de lo que lo hizo en el cuarto trimestre de 2014 (4,9% frente a 2,4%). En el caso de los bienes de equipo, la inversión en este sector desaceleró su crecimiento interanual casi un punto, hasta el 9,4%.
Las exportaciones también repuntan
En el primer trimestre, la contribución negativa de la demanda exterior neta se redujo respecto al trimestre anterior, hasta situarse en -0,3 puntos. Las exportaciones de bienes aceleraron un punto su crecimiento interanual, desde el 4,7% al 5,7%, mientras que las importaciones moderaron tres décimas su avance interanual, hasta el 7,4%.
Desde la óptica de la oferta, todas las ramas de actividad presentaron en el primer trimestre un mejor comportamiento interanual que en el cuarto trimestre de 2014. Así, el valor añadido bruto de los servicios creció un 2,6%, frente al avance del 2,3% registrado en el trimestre anterior, mientras que la industria mostró un crecimiento del 2,7% (2,1% en el trimestre anterior), y la construcción mejoró 2,4 puntos su tasa interanual, hasta el 5,8%. La agricultura, por su parte, creció ocho décimas, hasta el -2,6%.
458.000 empleos más en un año
En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció un 0,8% respecto al trimestre anterior, una décima más. En tasa interanual, el empleo registró un avance del 2,8%, cuatro décimas más que en el cuarto trimestre de 2014, lo que supone la creación neta aproximada de 458.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.
En el primer trimestre, sólo la agricultura mostró un peor comportamiento del empleo que en el trimestre anterior, al registrar una caída del 5,8%, en contraste con el descenso del 4,1% de octubre-diciembre de 2014.
Por el contrario, la ocupación en los servicios creció un 2,7% interanual, una décima más, y la industria aceleró seis décimas el avance de puestos de trabajo, desde el 2,9% al 3,5%. Mayor que en la industria fue la mejora vivida por la construcción, que ha pasado de una tasa de crecimiento de la ocupación del 3,3% al 9,7%.
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La mejora de la ocupación también llegó al empleo asalariado, que creció un 3,2% interanual en el primer trimestre, tres décimas más que en el trimestre anterior.
Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente pasó del -0,4% del cuarto trimestre de 2014 al -0,1% en el primero de 2015, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada progresó siete décimas, hasta el 0,8%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del 2,4% al 4,1% por el aumento del número de asalariados (del 2,9% al 3,2%) y por el repunte en 1,4 puntos de la remuneración media por asalariado (del -0,5% al 0,9%). Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 1%, cinco décimas más que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (0,5%).