La guerra en Ucrania y la inflación golpean el empleo con la pérdida de 100.200 puestos de trabajo

La guerra en Ucrania y la inflación ya se dejan notar en el empleo. Tal y como revela la Encuesta de Población Activa (EPA), en los tres primeros meses del año el paro ha subido en 70.900 personas, lo que significa que el número de desempleados ha crecido un 2,28% respecto a diciembre, mientras que se han destruido 100.200 empleos. Son menos de los que desaparecieron en el primer trimestre de 2020 –antes de la pandemia– y de 2021 –en plena recuperación–, pero más de los que cayeron en 2019.

Aun así, los ocupados se mantienen por encima de los 20 millones, 20.084.700, y el empleo sigue creciendo en comparación anual. Es decir, en los últimos 12 meses el número de ocupados ha aumentado un 4,57%, hay 878.000 personas más trabajando, resultado de la fuerte reactivación económica tras el virus. Sin embargo, los malos números de este primer trimestre apuntan a una ralentización, o a un bache, en la tendencia al alza que acostumbraba el mercado laboral en el último año. El retraso de la Semana Santa, que da el pistoletazo de salida de la temporada turística y, por consiguiente, del empleo, tampoco ha ayudado a salvar los datos de la primera EPA de 2022.

De hecho, el empleo ha bajado en todos los sectores menos en la construcción, donde ha crecido en 30.300 personas. Por el contrario, los servicios han perdido 50.100 ocupados. El paro también ha aumentado en todos los sectores –96.300 más en los servicios– menos en la agricultura. Se rompe así una evolución anual que hasta ahora había sido positiva, con mejoras en el empleo que ascienden a 738.700 ocupados en los servicios, 55.000 más en la industria o 54.500 más en la construcción.

Fruto del primer golpe de la guerra económica al empleo, la tasa de paro vuelve a subir, hasta el 13,65%, 32 centésimas respecto a finales de 2021, pese a que respecto a hace un año aún se mantiene 2,33 puntos por debajo. Un total de 3,17 millones de personas no tienen trabajo en España.

Indefinidos

Un segundo cambio de tendencia que ha saltado desde las estadísticas del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) a la EPA es el aumento del empleo indefinido. Los asalariados con contrato fijo crecen en 164.100 personas de enero a marzo, los tres primeros meses de aplicación de la reforma laboral aprobada en diciembre, mientras que quienes tienen un contrato temporal se han reducido en 209.800. Por tanto, la tasa de temporalidad ha bajado hasta el 24,21%, un porcentaje sólo superior al 23,6% del primer trimestre de 2015. Si la comparación se hace anualmente, los indefinidos han experimentado un alza de 557.700 personas, el doble de lo que han crecido los temporales, de los que hay 266.500 más.

Por el contrario, en el trimestre ha disminuido el número de quienes tienen un empleo a tiempo completo, –hay 171.500 menos–, mientras que ha aumentado el de los contratados a tiempo parcial, 71.300, de modo que la tasa de parcialidad ha crecido un poco, 42 centésimas, hasta rozar el 14%.

Otro dato positivo es el descenso del paro de larga duración, que se ha reducido de enero a marzo en 40.600 personas y en 115.600 respecto a marzo de 2021.

En cambio, las mujeres se llevan la peor parte del bache del trimestre, puesto que hay 41.800 desempleadas más por 29.000 desempleados masculinos. También han aumentado los hogares con todos sus miembros en paro, 29.000 más, ensombreciendo el descenso de 173.300 que llevaban experimentando durante todo el año pasado.

Por comunidades autónomas, donde más ha crecido el paro ha sido en Madrid, con un aumento de 68.500 desempleados, seguida de Baleares –23.100– y Canarias –15.500–, ambas a la espera de la temporada alta del turismo. Sólo han creado empleo la Comunidad Valenciana, Navarra y Cantabria. Aunque todas las comunidades mantienen aún cifras positivas de empleo en comparación anual. En tasas de paro, el País Vasco sólo tiene un 8,69%, Aragón un 10,14% y Cataluña un 10,23%. En el otro extremo se sitúan Canarias, con un 20,3%, Andalucía con un 19,43% y Extremadura con el 18,98%.

Finalmente, el mercado laboral español ha perdido 29.400 activos este trimestre, a pesar de que se han incorporado 47.100 extranjeros, porque muchos más españoles han abandonado la búsqueda de empleo. En todo caso, el número de personas en edad y disposición de trabajar ha aumentado en 398.700 a lo largo del último año de recuperación económica, un 1,74%.

Mejor de lo esperado

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reconocido que los datos del primer trimestre son “malos”, el “efecto visible sobre el IPC y sobre el empleo” de la guerra en Ucrania, pero también ha mostrado su confianza en que la Semana Santa se traduzca en una mejoría del mercado laboral a partir de ahora.

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Para Unai Sordo, secretario general de CCOO, las cifras de la EPA “corroboran la buena tendencia del empleo” en España pese al aumento del paro y el descenso del empleo en el trimestre posterior a la campaña navideña, así como los efectos positivos de la reforma laboral. “Pero un 13% no deja margen para la autocomplacencia, por lo que la prioridad de la política econímica de este país debe ser el crecimiento del empleo”, ha advertido.

La patronal de las empresas de trabajo temporal, Asempleo, ha destacado por su parte que la ocupación “se ha comportado mejor de lo habitual” de enero a marzo, un periodo que suele ser malo para el empleo. Además, las horas efectivas trabajadas han crecido un 4,4% interanual un 4,7% en tasa trimestral, por encima de las previsiones de la organización, lo que a su juicio denota que el mercado de trabajo ha “evolucionado mejor que la actividad económica, a pesar de que el primero ha recuperado plenamente el nivel previo a la pandemia y la segunda no”.

“Este año se han perdido cinco veces más de autónomos que en 2021. Es un dato realmente preocupante. Y todos estos datos, ponen de manifiesto cómo en temas de empleo aún hay mucho de lo que hablar”, ha lamentado por el contrario el presidente de la asociación de autónomos ATA, Lorenzo Amor.

La guerra en Ucrania y la inflación ya se dejan notar en el empleo. Tal y como revela la Encuesta de Población Activa (EPA), en los tres primeros meses del año el paro ha subido en 70.900 personas, lo que significa que el número de desempleados ha crecido un 2,28% respecto a diciembre, mientras que se han destruido 100.200 empleos. Son menos de los que desaparecieron en el primer trimestre de 2020 –antes de la pandemia– y de 2021 –en plena recuperación–, pero más de los que cayeron en 2019.

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