Ya están aquí. Ya han llegado. Son los enviados de la troika (catastroika, sostienen algunos) formada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Van a estar diez días en España, el doble que en las dos ocasiones anteriores, y van a examinar dónde está el dinero del plan de asistencia financiera por valor de 100.000 millones de euros que los socios de la zona euro aprobaron en julio de 2012 para evitar el derrumbe total de sistema financiero español. Su informe se hará público en junio.
De aquel plan de asistencia financiera, concretado en una línea de crédito de 100.000 millones del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), España ha utilizado 40.000 millones. Los inspectores del rescate quieren saber si el dinero ha ido donde debía, si se han cumplido las condiciones que se fijaron en el llamado Memorandum of Understanding (Mou) y si, a la vista de que la economía sigue débil y el sistema financiero tambaleante, no sería conveniente que España utilizara más dinero de la línea de crédito aprobada.
Los vigilantes del rescate, un término desechado por el Gobierno, que calificó el plan de asistencia de 100.000 millones de "préstamo en condiciones muy favorables" (Luis de Guindos, ministro de Economía), tienen trabajo por delante.
Entidades nacionalizadas
Para empezar, deberán bucear en la sopa de letras en que la reconversión financiera ha convertido al antiguo sistema de cajas. Los 40.000 millones han ido a reflotar las entidades nacionalizadas (Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia), las fusionadas 8Liberbank, Caja 3, BMN y Ceiss) y a la creación del banco malo (Sareb), que ha asumido y descargado a las entidades de 50.700 millones en activos tóxicos.
La visita, según explican fuentes del Gobierno, tiene dos partes. Una, menos oficial, más de papeleo, llevará a los hombres de negro (en realidad nadie sabe cómo visten, cuántos son o si todos son varones) a visitar a los bancos para analizar su situación. No serán sólo los bancos rescatados. "vamos a visitar varios bancos, muchos bancos importantes, no sólo los que han recibido ayudas estatales", aseguró un portavoz de la comisión.
Una segunda parte de la visita, a partir del día 28, revestirá el examen de la troika de más protocolo. Será entonces cuando los enviados se entrevisten con los responsables ministeriales de la cosa económica y con el Banco de España. Será el momento de discutir si lo hecho ha sido suficiente, si hay que hacer más y si, llegado el caso, será necesario pactar nuevas condiciones.
No más dinero
El Gobierno ha descartado, en principio, la posibilidad de realizar nuevas inyecciones de dinero en el sistema bancario. Los 40.000 millones utilizados elevaron el défcit público real del ejercicio 2012 al 10,6%.
Desde el Gobierno, siempre con un ojo en la pugna política se desliza también un asunto que no carece de intención: los representantes de la trika, aseguran, quieren examinar también la norma aprobada por la Junta de Andalucía para paliar las consecuencias de los impagos de hipotecas y los deshaucios.
La cuestión viene cargada de polémica porque las primeras versiones apuntaban a que la Comisión Europea había enviado una carta a las autoridades españolas interesándose por la cuestión. Nunca hubo carta. Así lo reconocen fuentes gubernamentales a infoLibre, que atribuyen el mismo valor en la comunicación con Bruselas al correo electrónico.
Traje de declaraciones
España seguirá bajo el escrutinio de los 'hombres de negro' años después de cumplir con el objetivo de déficit
Como siempre, desde la Comisión Europea se ha hecho un traje de declaraciones a la visita. Un traje a medida. Con dos colores.traje de declaraciones a la visita En positivo y en negativo. En positivo y en palabras del portavoz de asuntos económicos de la Comisión, Simon O'Connor. "prácticamente todas las medidas previstas en el programa, incluyendo todas las condiciones se han adoptado a tiempo y de manera eficaz". En negativo: la estabilización se ha producido en una situación difícil, por eso todavía es vacilante, incompleta y, por supuesto, sujeta a riesgos".
El contexto de la visita incluye, en esta ocasión, dos cuestiones relacionadas con la desconfianza. Una. la desconfianza del Banco de España hacia las proclamas de fortaleza de la banca. La autoridad monetaria ha aprobado nuevos criterios, más duros, para que los bancos no utilicen las refinanciaciones de los créditos para ocultar la morosidad. La nueva norma obligará a revisar más de 126.000 millones de euros de créditos. Esto interesará, con seguridad, a los hombres de negro.
La segunda cuestión relacionada con la desconfianza llega en forma de declaraciones del Gobierno alemán. Fuentes del Ejecutivo de Angela Merkel lamentaron, e hicieron saber a la prensa que lamentaban que España no soliciatara más dinero de la línea de crédito que expira a finales de 2013.
Ya están aquí. Ya han llegado. Son los enviados de la troika (catastroika, sostienen algunos) formada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Van a estar diez días en España, el doble que en las dos ocasiones anteriores, y van a examinar dónde está el dinero del plan de asistencia financiera por valor de 100.000 millones de euros que los socios de la zona euro aprobaron en julio de 2012 para evitar el derrumbe total de sistema financiero español. Su informe se hará público en junio.