Amnistía Internacional ha denunciado este miércoles el caso de una inmigrante etíope de 18 años que fue violada por siete hombres en la capital de Sudán, Jartum, donde se encontraba buscando alojamiento, y que ha sido condenada por cometer "actos indecentes".
A pesar de que fue encontrada por un agente de la policía después del asalto y trasladada a la comisaría, la mujer no pudo presentar una denuncia porque "era festivo", según ha denunciado la organización en un comunicado.
Inicialmente, la Fiscalía sudanesa presentó cargos contra la joven, actualmente embarazada de nueve meses, por adulterio, un delito que podría ser castigado con la lapidación. Bajo el Código Penal del país africano, toda persona que mantenga relaciones sexuales extramatrimoniales está cometiendo un delito capital.
Sin embargo, el tribunal finalmente retiró estos cargos tras reconocer que la mujer estaba divorciada, por lo que no podía aplicársele la sentencia por adulterio. Asimismo, el Fiscal General no permitió a la etíope que presentara una denuncia formal por la violación dado que estaba siendo investigada por un delito penal.
La joven fue declarada culpable por cometer "actos indecentes" y condenada a un mes de prisión, sentencia que ha sido suspendida, y deberá pagar una multa por valor de 5.000 libras sudaneses, unos 640 euros.
Asimismo, la Fiscalía ha amenazado con sancionarla por "entrar de forma ilegal" en el país, un delito que, según la legislación sobre inmigración de Sudán, podría ser castigado con penas de entre uno y dos años de prisión, sanciones económicas y la extradición.
Violadores en libertad
Por otra parte, los violadores, que habían grabado el asalto y distribuido la grabación seis meses después a través de las redes sociales, fueron detenidos y juzgados. No obstante, Amnistía ha denunciado el doble rasero entre las sentencias de la víctima y de los agresores.
Tres de ellos fueron condenados por adulterio y sentenciados a 100 latigazos; otros dos, por "actos indecentes", fueron sancionados a recibir 40 latigazos y a pagar una multa. El asaltante que se encargó de la distribución del material recibió 40 latigazos y se le ha impuesto una "grave multa", según la organización. El séptimo violador ni siquiera fue condenado porque no existían suficientes pruebas en su contra.
Los siete recibieron los latigazos inmediatamente después de que tuviera lugar el juicio a puerta cerrada.
Cultura de impunidad
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Amnistía Internacional ha denunciado que presentar cargos relacionados con inmigración y declarar culpable a los supervivientes de agresiones sexuales es una manera de disuadir a las víctimas para que no hablen de ello y busquen ayuda. Esto fomenta que se mantenga la "cultura de impunidad" entre los agresores.
En este sentido, la organización no gubernamental ha instado a los gobiernos de todo el mundo a proteger los derechos humanos y la seguridad de las personas que viven dentro de sus fronteras, y a que tomen represalias contra aquellos que violen estos derechos.
Amnistía Internacional ha asegurado que presionar al Congreso de Estados Unidos para que apruebe una legislación que convierta esta cuestión en una "prioridad diplomática" podría "ayudar a romper el círculo de violencia contra las mujeres" en todo el mundo.
Amnistía Internacional ha denunciado este miércoles el caso de una inmigrante etíope de 18 años que fue violada por siete hombres en la capital de Sudán, Jartum, donde se encontraba buscando alojamiento, y que ha sido condenada por cometer "actos indecentes".