Syriza ha vencido con rotundidad en las elecciones griegas, rozando la mayoría absoluta. Con un 99,8% de los votos escrutados, el partido liderado por Alexis Tsipras alcanza un 36,3% de los sufragios, mientras que el conservador Nueva Democracia del primer ministro Andonis Samarás se quedaría en un 27,8%.
Estos resultados confirman los que pronosticaban las encuestas realizadas en enero. El partido de Tsipras alcanza 149 escaños –a dos de la mayoría absoluta, que se sitúa en 151 diputados–, mientras que Nueva Democracia queda relegada al segundo puesto, con 76 asientos en el Parlamento. La participación superó el 63,5%.
El tercer puesto lo comparten los neonazis de Amanecer Dorado, que consiguen un 6,3% de los votos y 17 escaños, y el centrista To Potami, que se queda en el 6,0% de los sufragios y los mismos diputados. En quinto lugar se sitúan los comunistas ortodoxos del KKE, con un 5,47% y 15 escaños, dos más que el Pasok, que culmina su hundimiento pasando del 12,3% de los votos de 2012 a tan sólo el 4,68%. El último partido en obtener representación parlamentaria es el nacionalista Griegos Independientes, con idénticos resultados: 4,68% de los sufragios y 13 diputados.
To Potami se ofrece para pactar
Por su parte, el Movimiento de los Socialistas Democráticos –el nuevo partido del exprimer ministro socialista Yorgos Papandreu– no consigue superar la barrera del 3% que define el mínimo para que un partido pueda obtener representación, ya que obtiene un 2,44% de los sufragios. El número de partidos que no entren al Parlamento por este motivo es importante a la hora de conformar mayorías absolutas, ya que cuantas más fuerzas consigan diputados menos escaños logran arañar las mayoritarias.
En torno a un 8% del total de sufragios han ido a parar a partidos sin representación, por lo que Syriza habría necesitado en torno al 37% de los votos para hacerse con los 151 escaños que le permitirían gobernar en solitario (se quedó a menos de un punto de ese porcentaje). No obstante, antes incluso de acabar el recuento, el líder del partido centrista To Potami, Stavros Theodorakis, ofreció su apoyo a Syriza para formar una coalición, con el fin de evitar una nueva convocatoria electoral. "Un país no puede cambiar con un partido con 151 diputados", ha argumentado.
Por el contrario, Griegos Independientes ha descartado ya colaborar con Syriza pese a que en las últimas semanas se había mostrado dispuesto a ello. Su líder, Panos Kammenos, ha asegurado que el partido es un "bien necesario para Grecia" y ha señalado que ahora se abre "un camino difícil, pero un camino griego". Y de igual forma, los comunistas ortodoxos del KKE se han mostrado críticos y han destacado a través de su líder, Dimitris Koutsoumbas, que los griegos han expresado su ira y su "falsa esperanza" por el cambio que, a su juicio, no se producirá porque Syriza "seguirá con las mismas políticas".
Los líderes del Pasok y Nueva Democracia felicitan a Tsipras
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Desde el inicio del recuento, las reacciones se han ido sucediendo. El primer ministro Samarás ha felicitado a Tsipras por teléfono, según ha confirmado el diario griego Kathimerini. Además, un portavoz de Syriza ha anunciado que la intención de su partido es formar un "gobierno social de salvación" que se encargará de negociar con la troika. "Es una victoria histórica para el pueblo griego", ha afirmado este dirigente, que ha asegurado que el resultado "envía un mensaje contundente a Europa de que puede haber un punto de partida para cambios" en el continente.
Por su parte, el jefe del equipo económico de Syriza, Yiannis Milios, ha proclamado la "muerte" del memorándum pactado con la troika. Al ser interrogado por lo que debería hacer el actual ministro de Economía griego, Gikas Hardouvelis, a partir de mañana en sus reuniones con el Eurogrupo, Milios ha sido contundente: "Me imagino que el señor Hardouvelis cerrará las cuestiones técnicas pendientes, porque el programa acordado en nombre de Samarás está muerto", ha afirmado Milios en declaraciones recogidas por la agencia de noticias griega ANA-MPA.
Uno de los grandes derrotados, el líder del Pasok y actual viceprimer ministro Evangelos Venizelos, también ha felicitado a Tsipras y ha asumido la responsabilidad por el "pequeño e insuficiente porcentaje" obtenido, si bien también ha aprovechado para criticar a Yorgos Papandreu por haber decidido presentarse al frente de su nuevo partido Movimiento de los Socialistas Democráticos. Según el actual líder del Pasok, Papandreu habría dividido a los socialistas helenos "a su antojo".
Syriza ha vencido con rotundidad en las elecciones griegas, rozando la mayoría absoluta. Con un 99,8% de los votos escrutados, el partido liderado por Alexis Tsipras alcanza un 36,3% de los sufragios, mientras que el conservador Nueva Democracia del primer ministro Andonis Samarás se quedaría en un 27,8%.