Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ha alertado este miércoles del hartazgo de los europeos con una Unión Europea que atraviesa una "crisis existencial", en la que los gobiernos están "debilitados" por el populismo y "paralizados" por el miedo a perder las elecciones, según ha informado Europa Press.
Durante su discurso sobre la situación de la Unión Europea el político luxemburgués ha afirmado que esta "deja que desear" en un momento en que muchos ya hablan de "crisis existencial".
"Nunca antes había visto gobiernos nacionales tan debilitados por las fuerzas populistas y paralizados por el riesgo de perder las próximas elecciones. Nunca antes había visto tanta fragmentación y tan poca convergencia en la UE", ha lamentado.
Por ello ha querido dejar claro que Europa nunca será "un magma uniforme" ni un único Estado, y que Bruselas "no aspira a sustituir a los Estados". Aun así ha querido pedir un mayor esfuerzo y cooperación por parte de los Estados: "No estamos aquí para destruir, sino para construir", ha asegurado.
Según ha explicado, la fragmentación de los países de la UE solo puede ayudar al desarrollo de los populismos, los cuales "no arreglan los problemas, traen problemas".
Juncker ha priorizado también el control de las fronteras y el refuerzo de la seguridad como respuestas fundamentales a la presión migratoria y al terrorismo. Este refuerzo de las fronteras vendría a través de nuevas iniciativas como el sistema europeo de información de viajes que el luxemburgués se ha comprometido ha presentar de aquí a noviembre.
"Cada vez que una persona entre en la Unión Europea o salga de ella quedará registrada la fecha, el lugar y la razón del desplazamiento", ha asegurado, para después incidir en la importancia de reforzar otros instrumentos como el intercambio de información entre países y dar más poderes a Europol.
Incidiendo en su mensaje, el presidente de la Comisión Europea ha recordado que en Europa se han producido 30 atentados desde el 11-M de Madrid, y que 14 de esos ataques se han producido durante el último año. "La Europa que protege es una Europa que defiende, tanto en su territorio como en el exterior", ha asegurado.
Juncker ha querido recuperar la idea de una Unión de la Defensa con una "sede única" para las operaciones de la Unión Europea, la cual ha participado en más de 30 misiones civiles y militares en los últimos 10 años.
"Deberíamos dirigirnos hacia recursos militares comunes que, en algunos casos, podrían pertenecer a la UE y, claro, de manera plenamente complementaria con la OTAN", ha resumido. El jefe comunitario pretende así presentar otra propuesta para crear un fondo europeo de Defensa, cuyo objetivo sea incentivar el desarrollo y la investigación de esta industria.
Tampoco ha querido dejar de lado a los jóvenes, por los que ha pedido una "reflexión honesta" y realista sobre los errores cometidos y aquellos por resolver, como las fuertes tasas de paro a las que se enfrentan.
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"No puedo y no quiero aceptar que Europa sea un continente marcado por el paro de sus jóvenes. No puedo y no quiero aceptar que sea ésta la primera generación en 70 años cuyas condiciones son más precarias que las de la generación anterior", ha lamentado.
Así, Juncker se muestra partícipe de crear nuevos proyectos, como la creación de un "cuerpo europeo de solidaridad" formado por jóvenes que quieran ayudar en crisis como la de los refugiados o tras catástrofes naturales como el terremoto de Italia. Confía en que este cuerpo pueda sumar a más de 100.000 voluntarios de aquí a 2020. "Con ello desarrollarán sus competencias, tendrá un trabajo y vivirán una experiencia humanitaria de gran valor", ha argumentado.
Por último, y con el objetivo de corregir la actual senda, el presidente de la Comisión Europea ha pedido aumentar la capacidad del plan de inversiones de la UE del objetivo actual de 315.000 millones de euros a 630.000 millones de euros en el horizonte de 2022.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ha alertado este miércoles del hartazgo de los europeos con una Unión Europea que atraviesa una "crisis existencial", en la que los gobiernos están "debilitados" por el populismo y "paralizados" por el miedo a perder las elecciones, según ha informado Europa Press.