El Parlamento de Portugal ha aprobado este miércoles los Presupuestos rectificados para incluir una inyección de 2.200 millones de euros al banco luso Banif, con el único apoyo de los representantes del Partido Socialista, que gobierna el país en minoría, mientras que el resto de los partidos de la izquierda votaron en contra.
De este modo, para sacar adelante la proposición fue necesaria la abstención del principal partido de la oposición, los socialdemócratas del PSD.
En concreto, los 86 diputados socialistas votaron a favor de la modificación, que recibió 52 votos en contra, incluyendo la negativa de los 19 representantes del Bloque de Izquierdas y de los 17 del Partido Comunista, que consideran el rescate un despilfarro del dinero de los contribuyentes y defienden el control estatal de los bancos.
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El Gobierno portugués defendió que, a pesar del elevado coste y del impacto del rescate en el déficit presupuestario, la inyección de liquidez era la única fórmula viable de proteger a los depositantes y salvaguardar la estabilidad financiera.
En referencia a las dificultades para sacar adelante los cambios en el trámite parlamentario, el ministro de Finanzas portugués, Mario Centeno, declaró que "este Gobierno ha tenido que solucionar más cosas en tres semanas que el anterior Ejecutivo en tres años".
Sin embargo, el cisma de la izquierda en la votación de este miércoles sugiere que el Gobierno socialista podría enfrentarse a una creciente presión de sus aliados para adoptar políticas contrarias a la austeridad.
El Parlamento de Portugal ha aprobado este miércoles los Presupuestos rectificados para incluir una inyección de 2.200 millones de euros al banco luso Banif, con el único apoyo de los representantes del Partido Socialista, que gobierna el país en minoría, mientras que el resto de los partidos de la izquierda votaron en contra.