Más de una veintena de voluntarios y voluntarias de Greenpeace han regresado este sábado al municipio coruñés de Muxía para homenajear a las miles de personas que, procedentes de diversos lugares del Estado y del mundo, se desplazaron aquellos meses, hace 20 años, para ayudar a mitigar "el mayor desastre ambiental", según Europa Press. En esta jornada, en uno de los lugares más simbólicos de la costa gallega, junto al santuario de A Virxe da Barca, han desplegado grandes letras para componer la frase "Non esquecemos -No olvidamos-".
Con este mensaje, la organización ecologista ha señalado que ha querido dar las gracias al voluntariado del Prestige, así como "llamar la atención sobre la importancia de conservar la memoria sobre lo ocurrido e implementar decisiones para que algo así no se vuelva a repetir".
"La catástrofe del Prestige fue dramática, pero hubiese sido aún más devastadora sin la heroica reacción de la sociedad civil, que se puso al frente de la misma cuando las autoridades y el Estado fallaron estrepitosamente. Sin el voluntariado, sin las gentes del mar, sin Nunca Máis, no sabemos lo que habría pasado. Es justo que no lo olvidemos", ha reflexionado Begoña Vila, voluntaria de Greenpeace.
Ver másCamariñas reivindica la marea de solidaridad que dejó la tragedia del 'Prestige' y pide "no bajar la guardia"
Para Greenpeace, entre lo más reseñable de aquel desastre estuvo "la negligente actuación" de las autoridades "antes, durante y después del accidente".
Antes, ha explicado, porque Galicia "había sufrido hasta cuatro catástrofes similares en las tres décadas anteriores y, a pesar de ello, no existían ni medios ni un plan de contingencia mínimamente eficaz para abordar el naufragio". Durante, porque "se tomaron infinidad de decisiones erróneas, como alejar el barco de la costa, no desplegar a tiempo las medidas anticontaminación y dar información escasa, insuficiente y, en ocasiones, falsa". Y después, porque "ante la ausencia de previsiones y medios tuvo que ser la sociedad civil la que lideró la lucha contra el chapapote, incluso poniendo en riesgo su salud".
Asimismo, con este acto, el voluntariado de la organización también ha querido recordar que "las condiciones para que un Prestige se pueda repetir siguen presentes", ya que "frente a Muxía pasan cada año más de 36.000 barcos, el 35 % de ellos con mercancías peligrosas como petróleo y otros productos contaminantes".
Más de una veintena de voluntarios y voluntarias de Greenpeace han regresado este sábado al municipio coruñés de Muxía para homenajear a las miles de personas que, procedentes de diversos lugares del Estado y del mundo, se desplazaron aquellos meses, hace 20 años, para ayudar a mitigar "el mayor desastre ambiental", según Europa Press. En esta jornada, en uno de los lugares más simbólicos de la costa gallega, junto al santuario de A Virxe da Barca, han desplegado grandes letras para componer la frase "Non esquecemos -No olvidamos-".