Sesión de control
Sánchez pide a Casado que acepte la “diversidad” de España y a Junts que reconozca a los no independentistas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó dos preguntas de Pablo Casado (PP) y Laura Borràs (Junts per Catalunya) en la sesión semanal de control en el Congreso de los Diputados para volver a defender la política que ha puesto en marcha para buscar una salida al conflicto catalán y esta tarde vivirá su primer acto con la constitución de una mesa de diálogo entre su Ejecutivo y el Govern.
Las preguntas cruzadas de PP y Junts, que representan las posiciones más extremas en los territorial dentro de la Cámara, le permitieron responder a quienes desde posiciones opuestas cuestionan su apuesta por la negociación y el acuerdo.
Pablo Casado, como es habitual en él, consumió el escaso tiempo del que disponía para formular su pregunta salpicándola de referencias a asuntos tan diversos como Venezuela o el coronavirus y descalificando la reunión de esta tarde como una “mesa de despiece de la soberanía nacional”. Quiere imponer una “España desigual”, acusó, pero “no lo conseguirá” porque “el PP es la garantía de que el interés general prevalecerá”.
Sánchez le respondió citando a Alfonso Alonso, el defenestrado líder del PP vasco: “No se puede defender España si no se la acepta en su diversidad”. “Su problema”, explico el presidente a Casado, “es que confunde igualdad con uniformidad. Y no es lo mismo”. “Estamos comprometidos con el diálogo”, confirmó. El territorial, el social y el intergeneracional, subrayó. Con los grupos y con las Comunidades Autónomas. “Ojalá nos podamos encontrar en alguna de las políticas en beneficio de España y de los españoles”.
Laura Borràs (Junts) preguntó a Sánchez por qué se niega a resolver el conflicto mediante un referéndum de autodeterminación, precisamente la principal demanda que el Govern pondrá encima de la mesa esta tarde. “No hay solución al margen de las urnas” y no puede haber diálogo si antes no se acaba con “la represión”, porque “sin libertad no hay normalidad. Téngalo presente cuando afronte la mesa del dialogo”, cuya puesta en marcha celebró: “No tendría que haberse interrumpido. En democracia no hay derecho a no dialogar”.
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El presidente le recordó que los independentistas no han logrado la mayoría en ninguna de las elecciones celebradas en los últimos diez años. “No tienen la mayoría social, Cataluña es plural, igual que España”. Por eso, señaló, “tendrán que reconocer a la otra parte de catalanes que no defienden la independencia”.
Sánchez subrayó la relevancia de la reunión de esta tarde “después de diez años de desencuentros” . Un dialogo que, subrayó, será “difícil, complejo y largo”, y en el que el Gobierno se propone representar a los catalanes no independentistas que votaron al PSC y a Catalunya en Comú-Podem en las generales del 10 de noviembre. Con el objetivo de conseguir “el reencuentro entre catalanes y entre Cataluña y el resto del país”.
En ese camino, emplazó a Borràs y a su grupo, “sería bueno que el independentismo reconociera a una parte no menor que comulga con el independentismo, que lo que quiere es dejar atrás el agravio y reencontrarse. Ese es el ánimo con el que va el Gobierno a la mesa. Vamos con el mejor de los ánimos. Esperemos que la mesa dé frutos para el reencuentro necesario entre catalanes”.