Salir en 'Sálvame'

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Nunca he trabajado para Mediaset. Ni siquiera he entrado en el edificio de ese grupo mediático a tomar un café. Es una de las pocas empresas en las que no he trabajado y no tengo intención de hacerlo. No más que en ninguna otra, vamos. De hecho, es de los pocos grupos mediáticos que nunca me han ofrecido nada. Ni un rumor. Ni un "me han dicho que". Nada. Cero. Lo digo porque nadie vea un interés mío en escribir esto. De hecho, igual me vendría mejor no escribirlo o tener una opinión contraria.

Cuando te decides a trabajar en los medios y tienes ciertas inquietudes, tienes dos opciones: o estar donde tu conciencia te dicta al 100%, donde no asumes ninguna contradicción pero tienes un impacto limitado, o tratas de estar en los espacios para las mayorías, aunque eso te suponga exponerte a la crítica de "los tuyos", la contradicción o el descrédito intelectual. La primera duele mucho, la segunda se asume como inevitable con la edad y el tercero a mí personalmente, utilizando un cultismo, me la suda muchísimo. A favor de los espacios para mayorías cabe decir que sueles ganar más dinero (no siempre), pero también es verdad es que llegado a un punto, al menos para mí, eso pasa a un segundo nivel. Ya tengo de sobra y seguiré intentando estar en medios masivos siempre que pueda.

Ana Pardo de Vera hizo muy bien en ir al plató en el que se comentaba la serie documental sobre Rocío Carrasco. Posiblemente, en toda su brillante e importante carrera no haya llegado a más gente nunca, y además lo hizo lanzando unos mensajes, unos contextos y unas enseñanzas que ni en sueños podrían imaginar un altavoz mayor. Como ella, todas las personas que han salido en Sálvame o en cualquier otro formato de entretenimiento masivo para ubicar en la primera línea de la agenda conceptos, ideas y mensajes de calado e importancia hicieron bien. Otra cosa distinta es que estuvieran siempre. Pero cuando la situación lo pide, hay que hacerlo.

Creo que el documental sobre Rocío Carrasco era, como dijo Bob Pop, "potente y sólido en su tono" y que haber declinado ir a ese plató por parte de Pardo de Vera hubiera estropeado eso. Ahora Mediaset hará lo que sea que haga. Ni entro ni voy a entrar en eso porque es especular. Pero que espacios de ese nivel de atención de masas sirvan para que un país hable de violencia machista, se resalten conceptos como la violencia vicaria y muchas mujeres se hayan podido sentir representadas por lo que ella contaba es una suerte. Ojalá ocurriera más. Y ojalá todos y todas asumamos que hay que ocupar esos espacios, porque si no se copan ya irán otros a hacerlo. Es más sencillo quedarnos en el rincón a ser muy listos y muy guapos, pero salir en Sálvame para cosas como estas está pero que muy bien. Cuando ves el impacto que tiene, valoras lo mucho que merece la pena.

Nunca he trabajado para Mediaset. Ni siquiera he entrado en el edificio de ese grupo mediático a tomar un café. Es una de las pocas empresas en las que no he trabajado y no tengo intención de hacerlo. No más que en ninguna otra, vamos. De hecho, es de los pocos grupos mediáticos que nunca me han ofrecido nada. Ni un rumor. Ni un "me han dicho que". Nada. Cero. Lo digo porque nadie vea un interés mío en escribir esto. De hecho, igual me vendría mejor no escribirlo o tener una opinión contraria.

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