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Qué fácil es tomar posición cuando tu cerebro está formateado para hacerlo de manera unívoca. Para eso existe la ideología. Estamos más preparados para ahorrar energía y sobrevivir que para razonar. Pero lo cierto es que los asuntos públicos casi siempre admiten, como mínimo, dos soluciones posibles, alternativas y casi siempre contradictorias. La gran bronca con Marruecos es un ejemplo de libro. Veamos dos argumentarios por completo realistas, veraces y verosímiles y, sin embargo, contradictorios. Planteo el ejercicio no para oscurecer las soluciones, sino para reseñar lo ambigua que es la realidad política.
Ver másMadre como Dios manda
Abundarán entre los lectores y lectoras quienes se acomoden al relato de la columna izquierda, pero quizá no sean pocos quienes al menos comprendan parte de los argumentos de la derecha.
Qué fácil es tomar posición cuando tu cerebro está formateado para hacerlo de manera unívoca. Para eso existe la ideología. Estamos más preparados para ahorrar energía y sobrevivir que para razonar. Pero lo cierto es que los asuntos públicos casi siempre admiten, como mínimo, dos soluciones posibles, alternativas y casi siempre contradictorias. La gran bronca con Marruecos es un ejemplo de libro. Veamos dos argumentarios por completo realistas, veraces y verosímiles y, sin embargo, contradictorios. Planteo el ejercicio no para oscurecer las soluciones, sino para reseñar lo ambigua que es la realidad política.
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