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Muy fan de... Wert

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Son días de despedidas. No gano para disgustos. Me paso las horas agitando el pañuelo, diciendo adiós a tantos ídolos... Unos porque han perdido votos, otros porque han perdido apoyos, otros porque les reclama la Suprema Justicia. Pero tú te vas, Nacho, porque quieres y porque te sale del mismísimo... corazón.

A pesar de haber obtenido la nota más baja durante toda la legislatura –te despides con un 1,56 en el último barómetro del CIS– y de haber logrado alcanzar en febrero de 2014 la puntuación que te nombraba “El peor ministro de la democracia” (1'42), matrícula de horror, Rajoy no te ha relevado de tu cargo en contra de tus deseos, porque tus deseos son otros. Te despides a la francesa y yo soy muy fan, mon chéri.

El notición nos sorprendió pasadas las diez de la noche del jueves 25. Está creando tendencia esto de revocar o sustituir durante el prime timeprime time, cuando media España está recogiendo la mesa y la otra media sacando la basura.

Claro, Mariano tuvo que responder al día siguiente a la pregunta de los periodistas sobre lo intempestivo de la buena nueva. Y lo hizo a su manera, as usual: “Si quiere usted, a partir de ahora, lo haré a las doce de la mañana, pero uno tiene los horarios que tiene". Fin de la cita.

Acaso la nueva comunicación del gobierno popular sea noctámbula por la pretendida intención de conectar con la gente joven y marchosa que a esas horas empieza a vivir...

♪ “ritmo, ritmo de la nocheeeee” ♪

Al saber que serías sustituido al frente del Ministerio de Educación, Deporte y Cultura, las redes sociales entraron en ebullición, ya sabes que a los tuiteros les va la marcha... de algunos. Y Twitter se llenó de despedidas cariñosas: “Hasta más Wert”, “Ojalá no te volvamos a Wert”. “Ciao, hasta NeWert”. Desde la muerte de Chanquete no se veía en España un adiós tan multitudinario.

Tu marcha estaba cantada, todos sabíamos que ya estabas mirando a París... Tan solo dos días antes del adiós oficial, en el Pleno del Senado, Ester Capella senadora del Grupo Mixto, te pidió que hicieras balance de tu gestión y respondiste: “Me siento razonablemente satisfecho”. Olé ahí. Y citaste a Agustín de Hipona: “Cuando me considero no valgo nada, cuando me comparo valgo bastante”. ¿Con quién te comparaste, José Ignacio, con Mónica Bellucci? Al pibón italiano fijo que le ganas en lo de recibir silbidos a tu paso...

Has conseguido indignar a los actores, a los directores, a los aficionados a la ópera; has encabronado a los estudiantes, a los padres de hijos en edad de estudiar, a los rectores, a los consejeros de educación, a los editores de los libros de texto... Durante el ejercicio de tu cargo al frente de un ministerio clave para cualquier gobierno serio, ese que maneja material tan sensible y sustancial como la Educación y la Cultura, esas que definen y estructuran el presente y el futuro de un país, has conseguido sacar de sus casillas a todo bicho pensante. ¡Marchando diploma de promotor del consenso!

Pero tú tan pancho y tan feliz. El día que le entregabas la cartera ministerial a tu sustituto Íñigo Méndez de Vigo, dijiste: “Ha merecido la pena”. ¿La pena de quién, Nacho? ¿De los padres que no pueden pagar las tasas universitarias? ¿De los “cerebros” que han tenido que fugarse del país porque aquí sólo podrían alcanzar el éxito profesional como tronistas en Telecinco?¿De los que pensamos que las leyes de Educación deberían contar con el consenso social? Puede que para ti haya merecido la pena picar a tantos sectores, pero necesitaríamos garrafas de Chilly para calmar la zona España.

Y a estas alturas deberías ser más alto que Tkachenko, teniendo en cuenta aquello de: “Soy como un toro bravo, me crezco con el castigo”. Pero no, estás en tu estatura habitual, nadie te ha castigado, abandonas el barco motu proprio. Tan orgulloso y ufano de tu papelón te hallas, que te permites pedirle a Rajoy que te ponga un pisito en París. Que por lo bien que lo has hecho, te nombre embajador ante la OCDE, organismo en el que tu pareja, Montserrat Gomendio, ejerce de directora general adjunta de Educación. Así, en plan recompensa a los buenos resultados, como los estudiantes de antaño que si sacábamos notable, nos pedíamos la bici BH.

Muy fan de... Floriano

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Aunque leo que hay cierto cabreo en un sector del Gobierno por la indiscreción de tu exsecretaria de Estado y futura esposa. Se comenta que Montse ha alardeado de enchufe ante terceros, afirmando que lo de tu traslado a la Ciudad de las Luces está hecho. Y que no piensa comprar casa en París porque tu puesto incluye residencia. Sí, queda feo que Gomendio subraye esta cuestión, teniendo en cuenta que posee un patrimonio guapo. Poco propio en su situación, expresar esa vocación de okupa oficial.

Mira que si al final se cabrea Mariano de tanta LoWert Story, te niega el puesto en la OCDE y tienes que irte a París con un lienzo y unas acuarelas a hacer retratos por Montmartre pa' ganarte el sustento. Ahí conocerías, por fin, las penalidades del mundo de la Cultura...

En fin, Jose Nacho, que seáis felices y que comáis perdrix avec foie. Y como dicen los padrinos en las bodas, no perdemos un ministro de Educación, ganamos un alivio.

Son días de despedidas. No gano para disgustos. Me paso las horas agitando el pañuelo, diciendo adiós a tantos ídolos... Unos porque han perdido votos, otros porque han perdido apoyos, otros porque les reclama la Suprema Justicia. Pero tú te vas, Nacho, porque quieres y porque te sale del mismísimo... corazón.

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