Este viernes, 14 de diciembre de 2018, se cumplen 30 años de la huelga general que paralizó España. Los datos del día después hablan de un seguimiento del 95% de los trabajadores secundando el paro, pero quizás lo más revelador, para quienes vivimos la jornada en Madrid, fue el de calles vacías y en silencio en pleno centro de la ciudad; solo algún que otro coche circulando por vías solitarias flanqueadas por comercios cerrados. Hoy, treinta años después, el hall de Torrespaña, sede central de los Informativos de TVE, recuerda aquella jornada con un escultura de Augusto Arana y con la presencia de los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, acompañados por sus antecesores en 1988, Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo. Se trata de reconocer la importancia que tuvieron entonces los trabajadores de TVE y RNE para el éxito del paro masivo.
Todos los que tenemos edad para ello tenemos en la memoria ese momento, a la doce en punto de la noche, en que el Telediario 3 se fue a negro mientras su presentadora Olga Barrio hablaba, precisamente, de la programación que iba a ofrecer la única televisión nacional que había entonces, y que nunca llegó a los televisores. Otro tanto ocurría con las emisiones de Radio Nacional, que quedaban en silencio total. Ángel Larroca, el técnico de sonido de TVE del control de realización del telediario lo ha explicado con toda sencillez: "A las 12 de la noche bajé la tecla". Y es que hasta ese sótano llegaba el eco de la cuenta atrás, que realizaban desde el hall de Torrespaña los centenares de compañeros que se mantenían en asamblea permanente desde horas antes. Al tiempo que Ángel suspendía la emisión desde el control, los trabajadores de turno en el centro nodal de Navacerrada hacían lo propio.
Esa noche, los españoles nos fuimos a la cama con la sensación de que la huelga general iba a ser imparable, como así fue. Pero antes, en el transcurso de la tarde de ese 13 de diciembre de 1988, en RTVE ocurrían muchas cosas. Conviene recordar que en esos momentos el PSOE llevaba ya tres años gobernando con mayoría absoluta, y una muy desalentada oposición. RTVE estaba dirigida por Pilar Miró, una persona inequívocamente demócrata y de izquierdas, que no puso pega alguna a que los trabajadores se concentraran en el hall del edificio. Aquella tarde, y ante varios directivos, Gabriel Barrasa, jefe técnico de la empresa aseguraba enfáticamente "la emisión está garantizada"... Pero la realidad era bien distinta.
Yo ocupaba el puesto de director de Información de RTVE, una detonante formulación, ya que mi trabajo real era el de dirigir a los distintos gabinetes de comunicación que había en TVE y RNE. Avanzada la tarde, bajaba la escalera desde la primera planta a la entrada de Torrespaña con mi entonces adjunto, Tom Martín Benítez, y el director de Informativos diarios, Eduardo Alonso, cuando nos encontramos con Jaime Martínez, líder incontestado de CCOO en RTVE, al que Eduardo preguntó "¿Qué?", a lo que el sindicalista contestó en el mismo tono aparentemente críptico: "Está todo trincado". Eduardo insistió: "¿Pero aquí?" (por el hall de Torrespaña), a lo que Jaime explicitó: "Aquí, abajo (por el control del informativo), y arriba" (por el centro de Navacerrada). Los tres seguimos bajando la escalera, sin necesidad de más comentarios, y con la seguridad de que se cumpliría lo afirmado por el líder sindical.
Este viernes, 14 de diciembre de 2018, se cumplen 30 años de la huelga general que paralizó España. Los datos del día después hablan de un seguimiento del 95% de los trabajadores secundando el paro, pero quizás lo más revelador, para quienes vivimos la jornada en Madrid, fue el de calles vacías y en silencio en pleno centro de la ciudad; solo algún que otro coche circulando por vías solitarias flanqueadas por comercios cerrados. Hoy, treinta años después, el hall de Torrespaña, sede central de los Informativos de TVE, recuerda aquella jornada con un escultura de Augusto Arana y con la presencia de los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, acompañados por sus antecesores en 1988, Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo. Se trata de reconocer la importancia que tuvieron entonces los trabajadores de TVE y RNE para el éxito del paro masivo.