Cuántas veces los que tenemos más de 40 años hemos escuchado esta frase de nuestros padres, que nos ha abocado a vivir tres, cinco o más años en un campus universitario. Estudiar Formación Profesional era para tontos, para los que no valían. Para aquellos a los que la vida sólo les va a deparar un trabajo poco cualificado y mal pagado. Ahora nuestros padres se echan las manos a la cabeza cuando ven a sus hijos, con dos carreras, doctorado, másteres y don de lenguas diversas, en casa día tras día decidiéndose entre marcharse fuera de España o seguir echando currículos a ver si, con suerte, encuentran un trabajo poco cualificado y mal pagado. Hemos pasado de ser mileuristas a millenials cuasimileuristas, lo que aún es peor.
Presido una asociación que se dedica a temas de empleo y de vez en cuando nos paramos a ver y leer lo que se cuece en el mercado laboral español. A través de nuestro Observatorio leemos más de 50 portales de empleo españoles y estudiamos sus ofertas. En el último trimestre de 2016, la hostelería, la restauración y las ventas son los sectores donde se concentra el 80% de las ofertas de empleo publicadas. Muy lejos quedan los sectores más cualificados y que ofrecen puestos de trabajo estables, como la tecnología, la informática o la ingeniería. Si, además, atendemos a la relación entre franjas salariales y nivel de estudios, el problema empeora. La devaluación de los profesionales con titulaciones universitarias se ha acentuado aún más a lo largo de 2016. La demanda de profesionales técnicos con nivel de formación media ha crecido exponencialmente hasta alcanzar la misma proporción de demanda de estos trabajadores para franjas salariales entre 20.000 y 25.000 euros brutos al año. O lo que es lo mismo, da igual estudiar una carrera universitaria que una FP, porque las posibilidades de encontrar el mismo empleo con la misma franja salarial son las mismas.
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Ilustración 10. Relación entre nivel de estudios y franjas salariales en ofertas de empleo publicadas en 2016. Fuente Observatorio de Empleo ANAC
A lo largo de 2016, apenas se han valorado los estudios universitarios de posgrado a la hora de tener una mayor opción a puestos de trabajo con franjas salariales elevadas, por encima de 30.000 euros brutos al año. Y no quiero hablar de la polarización salarial, ese gran fenómeno que aumenta las desigualdades entre trabajadores y que cada vez más se cierne sobre nosotros. Como diría Michael Ende, ésa es otra historia interminable que contaremos más adelante. Lo que sí creo que diremos a nuestros hijos es que estudien Formación Profesional, porque estudiar una carrera es de tontos. ____________________
Yojana Pavón es presidenta de la Asociación Nacional de Agencias de Colocación y profesora universitaria.
Cuántas veces los que tenemos más de 40 años hemos escuchado esta frase de nuestros padres, que nos ha abocado a vivir tres, cinco o más años en un campus universitario. Estudiar Formación Profesional era para tontos, para los que no valían. Para aquellos a los que la vida sólo les va a deparar un trabajo poco cualificado y mal pagado. Ahora nuestros padres se echan las manos a la cabeza cuando ven a sus hijos, con dos carreras, doctorado, másteres y don de lenguas diversas, en casa día tras día decidiéndose entre marcharse fuera de España o seguir echando currículos a ver si, con suerte, encuentran un trabajo poco cualificado y mal pagado. Hemos pasado de ser mileuristas a millenials cuasimileuristas, lo que aún es peor.