La portada de mañana
Ver
"Maricón", el insulto que no ha conseguido desterrar España: de Samuel Luiz a Marlaska

¿Necesita Europa competencias sanitarias?

Adriana Maldonado López

La pandemia de covid-19 se ha convertido en la crisis de salud global que define nuestro tiempo. No solamente fue una crisis a nivel mundial, sino también institucional. La Unión Europea no estaba preparada para este tipo de emergencia. Por eso, el Parlamento Europeo creó la Comisión Especial COVID en la que, por primera vez, Europa se miró a sí misma y analizó qué había hecho mal en la gestión de la pandemia.

Si echamos la vista atrás, los países se encontraron en una carrera contra la propagación de la enfermedad, haciendo pruebas y dando tratamiento a los pacientes, rastreando a los que tuvieron contacto, cerrando el espacio Schengen por primera vez en su historia y poniendo en cuarentena a los ciudadanos y ciudadanas. Pero el covid-19 fue mucho más que una crisis de salud. La enfermedad también desencadenó crisis sociales, económicas y políticas. 

El mayor reto que tenemos es el de generar nuevas competencias a nivel europeo en sanidad. ¿Es el momento de que Europa tenga competencias en materia de gestión sanitaria?

Los países de la UE se enfrentaron a la pandemia con distintas estrategias, pero con poca coordinación entre ellos, al menos inicialmente. España e Italia, dos de los países más afectados, llevaron adelante políticas de confinamiento. El 13 de marzo de 2020, el Gobierno de España decretó el estado de alarma en todo el territorio nacional. Esta medida fue clave para frenar la expansión y evitar el contagio masivo.

La UE también trabajó junto con los Estados miembros para proteger la salud y el bienestar de la ciudadanía. Gracias a la ciencia, desde el comienzo de la pandemia Europa investigó, financió y distribuyó suficientes vacunas en un tiempo récord a todos los países. Además, la Comisión Europea tuvo un papel clave en la coordinación de las medidas de viajes y la creación del certificado covid digital, facilitando la circulación de forma segura y permitiendo que el mercado único europeo siguiese funcionando durante la pandemia. Asimismo, a través de los “corredores verdes”, el Ejecutivo comunitario garantizó el suministro de bienes esenciales, como alimentos y equipos médicos y de protección necesarios para atajar la crisis sanitaria. 

Para apoyar a los ciudadanos y empresas europeas, la UE lanzó un plan de recuperación con instrumentos como el programa Next Generation EU. Este instrumento económico fue un hito histórico ya que, tras largas negociaciones entre los Estados miembros, por primera vez Europa, apostando por la solidaridad, decidió endeudarse de forma conjunta para hacer frente a la crisis.

Pero el trabajo no se ha acabado por haber controlado esta crisis. Tras el covid, vimos que la UE carecía de las herramientas necesarias para actuar rápidamente. Los Estados miembros acordaron una respuesta común cuando ya era demasiado tarde. Esto nos ha llevado como continente a la situación en la que nos encontramos hoy, reaccionando a las crisis, pero careciendo del mandato político y la capacidad para prepararse para ellas. Esto requiere un cambio fundamental y una nueva dinámica.

Después de más de un año de trabajo analizando el impacto y la respuesta europea a la pandemia en la Comisión Especial COVID del Parlamento Europeo, hemos logrado preparar mejor a la UE frente a futuras crisis sanitarias. La Eurocámara considera que las prioridades políticas a la hora de enfrentarnos a futuras crisis de sanidad son mejorar la gobernanza de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en la aprobación de vacunas, invertir en la investigación de causas y tratamientos del covid persistente, y mejorar la capacidad de la Comisión Europea en la compra conjunta de vacunas y la transparencia de futuros contratos de vacunas.

A nivel socioeconómico, otra de las lecciones que hemos aprendido de la pandemia es que la respuesta social debe ser más justa y que debemos apoyar a los grupos más vulnerables, como los menores, las mujeres y las personas mayores. Exigimos que se establezcan protocolos contra la violencia de género para que, si volvemos a enfrentarnos a una situación de crisis similar, las mujeres dispongan de mecanismos para denunciar y combatir la violencia machista.

También pedimos que la Comisión Europea establezca fuentes fiables de información para combatir la difusión de desinformación. No podemos dejar que las noticias falsas que vimos durante la pandemia sobre la lejía o las vacunas nos impidan proteger a los ciudadanos europeos frente futuras crisis sanitarias. En este sentido, es importante destacar que muchas de las propuestas políticas recogidas en el informe, aprobado con un respaldo mayoritario en el pleno del Parlamento Europeo, tomaron de referencia la gestión de la pandemia por parte del Gobierno de España. Entre ellas, la estrategia de vacunación, que logró uno de los ritmos más rápidos de Europa y que fue clave para evitar el contagio masivo e impulsar la desescalada de la crisis. España alcanzó el objetivo inicial de inmunizar al 70% de la población adulta con pauta completa en septiembre de 2021, en un tiempo récord que convirtió a nuestro país en un referente de vacunación contra el coronavirus. Además, fue el país en Europa con mayor porcentaje de población vacunada con pauta completa, con un 85% de la población total vacunada en abril de 2022.

Si bien la UE no hizo una buena gestión sanitaria de la pandemia, Europa fue el mayor emisor de vacunas al tercer mundo. Por ello, una de las prioridades para el Parlamento ha sido garantizar un sistema internacional equitativo que asegure el acceso igualitario a las vacunas y los productos médicos. Nuestro trabajo se convertirá en un referente para la futura legislación, tanto a nivel nacional como comunitario. 

Si algo nos ha enseñado la pandemia es que en el contexto de globalización en el que vivimos ningún país puede hacer frente en solitario a crisis sanitarias mundiales como la pandemia del covid-19. Solamente mediante la colaboración en el marco del mercado único se podrá hacer realmente una buena gestión de futuras emergencias globales. El mayor reto que tenemos es el de generar nuevas competencias a nivel europeo en sanidad. ¿Es el momento de que Europa tenga competencias en materia de gestión sanitaria? Posiblemente la siguiente legislatura europea necesite la suficiente ambición política para avanzar hacia una política sanitaria europea común. Sin duda, será uno de los temas que se debatan en las próximas elecciones europeas de junio de 2024.

____________________________

Adriana Maldonado López es eurodiputada del Partido Socialista.

Más sobre este tema
stats