El próximo martes va a ser desahuciada la familia formada por David Sánchez, Ljubica Merzán y su tres hijas, Rubí, Alba y Dara, de 2, 5 y 17 años respectivamente. Los Sánchez Merzán tienen su hogar en una humilde vivienda del ya mítico edifico inmortalizado por Robert Capa, sito en la calle Peironcely 10. Su desahucio es un drama evitable que tan solo requiere concitar y conciliar el querer de tres personas:
– Luis Santiago Barrena Iturbe, casero de la familia Sánchez Merzán y propietario del edificio que, en escasos meses, será expropiado por el Ayuntamiento de Madrid para convertirlo en un centro cultural. Ergo si el inmueble va a dejar de ser de su titularidad, ¿qué beneficio le reporta este desahucio? Además, a tenor de lo que ha manifestado a otros vecinos, su intención es tapiar la vivienda, como ya hizo con la última que quedó desalojada tras la marcha de sus inquilinos.
– Carlos Izquierdo Torres, consejero de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid. Su intervención bastaría para reactivar la Renta Mínima de Inserción (RMI) que la familia Sánchez Merzán dejó de recibir hace un año por un error administrativo y que les ha conducido hasta el borde del desahucio por no poder hacer frente al pago del alquiler.
– Marta Higueras, concejala de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid. La responsable en materia de desahucios del consistorio ha desoído los sucesivos llamamientos que se le han realizado para que actuara en este asunto, argumentando que desde su área "no median en disputas por impago de rentas entre particulares". Sin embargo, el Gobierno municipal, del que ella forma parte, se convertirá en breve, en el nuevo casero de las familias de Peironcely 10. Por tanto, está más que facultada para intervenir y amparar a los actuales inquilinos.
Desde la Junta Municipal de Puente de Vallecas, con sus reducidos medios y limitadas competencias, pero con mucha más voluntad que todos los anteriores, el concejal Francisco Pérez ha ofrecido hacerse cargo de una parte de la deuda equivalente a cuatro meses de alquiler, a cambio de que se paralice el desahucio.
Quizá, para Barrena Iturbe esto sea un incentivo escaso a la hora de paralizar el desahucio, pero debiera observarlo como una gran oferta, si lo compara con el vacuo beneficio que puede suponerle destrozar el futuro de tres niñas y sus padres.
Una familia de Peironcely 10, la casa fotografiada por Capa, recibe una notificación de desahucio
Por todo ello, desde la Plataforma #SalvaPeironcely10 rogamos a estas tres personas que ayuden a parar lo que todavía se puede evitar. Solo hace falta un poco de voluntad y, quizá, sumando voluntades otro mundo sea posible, sobre todo, para Rubí, Alba y Dara.
Firmado:
Ian Gibson (historiador hispanista), Federico Mayor Zaragoza (presidente de la Fundación Cultura de Paz), Rosa Regás (escritora), Penélope Cruz (actriz), Juan Diego Botto (actor), Candela Peña (actriz), Amparo Climent (actriz), Javier Ruibal (cantautor), Cándido Méndez (ex secretario general de UGT), Luis Garcia Montero (escritor), Amudena Grandes (escritora), Miguel Rios (cantante), Iciar Bollain (directora cine), José Carrillo (catedrático Universidad), Ángel Viñas (historiador), Daniel Serrano (periodista), Jaime Cedrún (presidente de la Fundación Ateneo Sindical 1º de Mayo), Juan Miguel Sánchez Vigil (profesor de la Universidad Complutense), Javier Baeza (párroco de San Carlos Borromeo), Charles Heimberg (profesor de la Universidad de Ginebra), José Latova (fotógrafo), Carlos Olalla (actor), Pedro L. Hojas (secretario general de UGT-FICA y presidente de la Fundación Anastasio de Gracia), Pepe Molina (presidente de Vallecas Todo Cultura), Basilio Rodríguez Cañada (editor, presidente del Pen Club Español).
El próximo martes va a ser desahuciada la familia formada por David Sánchez, Ljubica Merzán y su tres hijas, Rubí, Alba y Dara, de 2, 5 y 17 años respectivamente. Los Sánchez Merzán tienen su hogar en una humilde vivienda del ya mítico edifico inmortalizado por Robert Capa, sito en la calle Peironcely 10. Su desahucio es un drama evitable que tan solo requiere concitar y conciliar el querer de tres personas: