Por si no quedaba claro que las posiciones de los catalanes respecto a España han girado notablemente, ahí está la última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Un 33,7% de los ciudadanos de esa comunidad cree que Cataluña debería ser un Estado independiente. Y es la opción favorita. Por detrás quedan las demás alternativas: que Cataluña siga siendo una comunidad autónoma como ahora (29,4%), que sea un Estado dentro de una España federal (21,4%) o una región de España (12,1%).
Los datos figuran en el III Barómetro Autonómico del CIS, conocido hoy, pero realizado entre el 13 de septiembre y el 9 de octubre de 2012, justo después de la multitudinaria manifestación de la Diada, en plena efervescencia del desafío soberanista, y antes de las elecciones autonómicas de noviembre.
La pregunta no se incluyó tal cual en el anterior sondeo del mismo tipo, en el II Barómetro, confeccionado entre enero y marzo de 2010. Pero sí una semejante, y que viene a demostrar la evolución del sentimiento de los catalanes. Ante la pregunta de con qué fórmula de organización del Estado estaban más de acuerdo, en 2010 una mayor parte de catalanes (29,3%) prefería unas comunidades con más autonomía. Otro 26,2% se inclinaba por unas CCAA con el mismo grado de poder, y sólo un 23,6% quería un Estado que permitiera a las comunidades acceder a la independencia. En 2012, los datos eran completamente diferentes. El 37,4% aseguró el año pasado que prefería una España que reconociera a las CCAA "la posibilidad de convertirse en Estados independientes". Un 27,7% se decantaba por un Estado con comunidades "con mayor autonomía que en la actualidad" y otro 16,7% defendía la actual configuración.
Además, un 68,6% demandaba en 2012 un "mayor grado" de autonomía para Cataluña, por un 54,9% que creía eso mismo en 2010. Otro dato apuntala hasta qué punto es clave para los catalanes el debate "en torno a la forma del Estado". "Bastante importante" lo cree el 41,2%.
La Comunidad de Madrid es casi el reverso de la moneda. Porque igual que se han extremado las posiciones en Cataluña, también lo han hecho en Madrid. Son mayoría (36,8%) los madrileños que piden un Estado con un Gobierno central sin autonomías, cuando en 2010 era sólo un 21%. La conservación del Estado autonómico en su vigente configuración es preferida por el 22%, por el 42% de hace tres años. Una España con unas autonomías con menor poder es deseada por el 19,7% de los madrileños, porcentaje (este sí) similar al de 2010 (17%).
Peor valoración del despliegue autonómico
En coherencia con esta radicalización, un 40,9% de los ciudadanos de la comunidad gobernada por Ignacio González reclamaba que el grado de autonomía de la región fuera "menor". Otro 47,7% juzgaba "más bien negativo" el desarrollo de la España autonómica, cuando en 2010 eran más (41,1%) los que lo consideraban "más bien positivo". Ese empeoramiento de la valoración del Estado de las CCAA también se ha producido, aunque en menor medida, en Cataluña: hace tres años, aprobaba el despliegue autonómico el 51,7%, frente al 42% de 2012. Los satisfechos, en ambos momentos, superaban al número de descontentos.
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El barómetro autonómico del CIS destina un apartado al eje nacionalismo-centralismo. La población catalana se situaba en 2012 en el 6,11 (5,19 en 2010), donde el 0 es "mínimo nacionalismo catalán" y el 10, el máximo. En otra escala, en la que el 0 representa "máximo centralismo" y el 10 la "máxima descentralización", los catalanes colocan al Estado de las autonomías actual en el 4,03, cuando les gustaría que estuviera en el 6,92. Hace tres años, estos registros eran del 4,59 y del 6,38.
En Madrid, otra vez, las cosas se ven desde otro prisma. Los madrileños creen que el Estado de las CCAA está hoy en el 6,03, por encima de lo que ellos querrían (3,77). En 2010, la radicalización era menor: 6,05 y 4,35.
Por si no quedaba claro que las posiciones de los catalanes respecto a España han girado notablemente, ahí está la última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Un 33,7% de los ciudadanos de esa comunidad cree que Cataluña debería ser un Estado independiente. Y es la opción favorita. Por detrás quedan las demás alternativas: que Cataluña siga siendo una comunidad autónoma como ahora (29,4%), que sea un Estado dentro de una España federal (21,4%) o una región de España (12,1%).