42 tribunales españoles incumplen la igualdad al estar copados por hombres

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Si la igualdad continúa siendo una asignatura pendiente en todas las esferas, la judicatura es terreno minado para las mujeres. Especialmente en las instancias superiores. Así se viene constatando año tras año y así lo reconoce el propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano que lidera teóricamente la búsqueda de vías para reparar la situación. Este último jueves, el Pleno del CGPJ aprobó el II Plan de Igualdad de la Carrera Judicial, un instrumento que trata de lograr "una representación equilibrada de mujeres y hombres en los distintos niveles de la carrera judicial".

Entre sus tareas, el organismo publica de forma periódica estadísticas e informes sobre la presencia femenina en su seno. Partiendo de los últimos datos disponibles, infoLibre ha recopilado y actualizado la información –mediante las publicaciones en el BOE de los últimos dos meses y las consultas pertinentes a los distintos tribunales– para trazar una panorámica sobre la situación de las mujeres en los distintos tribunales del país.

La preocupación del CGPJ por la equidad parte de la Ley Orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. La norma, que este año celebra su decimotercer aniversario, plantea una "composición equilibrada" entre hombres y mujeres, de manera que "las personas de cada sexo no superen el 60% ni sean menos del 40%". En su artículo 16, asimismo, la ley formula los criterios por los que deben regirse los nombramientos realizados por los poderes públicos, que "procurarán atender al principio de presencia equilibrada de mujeres y hombres en los nombramientos y designaciones de los cargos de responsabilidad". Aunque la ley permitió acelerar hacia una Comisión de Igualdad en el CGPJ, la esfera judicial todavía sigue siendo un escenario hostil para ellas.

infoLibre ha analizado la situación de las magistradas del Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, la Audiencia Nacional, los 17 Tribunales Superiores de Justicia (TSJ) y las 50 Audiencias Provinciales, con todas sus salas y excluyendo los juzgados.

Los resultados confirman lo que asoma como un secreto a voces: la paridad padece de anemia en una amplia mayoría de los tribunales españoles. En un total de 42 la presencia masculina supera el 60%. Son 10 TSJ, 30 Audiencias Provinciales, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. Cabe señalar que en algunas Audiencias Provinciales –un total de seis– la tendencia se invierte: la presencia femenina rebasa el 60%. Si bien la Ley de Igualdad se construye sobre la constatación de una clara desventaja generalizada para las mujeres, lo cierto es que cuando la ley habla de "presencia equilibrada" marca mínimos y máximos sin mencionar el género, de manera que, aunque excepcional, la sobrerrepresentación de las mujeres también constituiría, estrictamente, un desequilibrio en cuanto a paridad se refiere.

Este matiz no oculta, sin embargo, que la situación continúa siendo a día de hoy indiscutiblemente adversa para ellas. De las 30 Audiencias Provinciales con menos de un 40% de representación femenina, en un total de doce las magistradas suponen incluso menos de un 25%. Y en Huesca, Ávila, Palencia y Cuenca, no hay ni rastro de mujeres en ninguna de las salas.

La ausencia de mujeres en la cumbre de la carrera judicial choca frontalmente con el paisaje general, especialmente en sus cimientos. Según el último Informe sobre la Estructura de la Carrera Judicial, de fecha 1 de enero de 2019, las juezas y magistradas en activo eran entonces 2.923, frente a los 2.496 varones. Ellas son mayoría en los inicios pero la cima les sigue estando vetada.

Tal y como han insistido distintos tribunales con los que infoLibre ha contactado para la obtención de información, es fundamental tener en cuenta que parte de los nombramientos se realizan por concurso de traslado y las plazas se asignan, casi en exclusiva, en base a criterios relacionados con la antigüedad. Una vara de medir que perjudica claramente a las mujeres. Según el informe citado anteriormente, de todos los jueces y magistrados en activo con una edad comprendida entre los 51 y 60 años, un total del 49% son mujeres. No obstante, su presencia va disminuyendo en adelante: constituyen el 26,9% del rango entre los 61 a los 70 y sólo el 6,5% de los profesionales de 71 años o más. El mismo documento indica que la antigüedad media de los jueces y magistrados se sitúa en 21,7 años, mientras que la de ellas es de 17,1 años.

Tribunal Constitucional: atravesado por la desigualdad

Con su aprobación en 1978, la Carta Magna diseña un tribunal encargado de resolver todos los asuntos relacionados con la principal norma que rige en el país. Se trata del Tribunal Constitucional. Por sus particularidades, el tribunal se constituye como un órgano independiente de los demás y su papel resulta clave dentro del modelo trazado en democracia. El tribunal lleva más de cuatro décadas atravesado por la desigualdad.

Los doce miembros que componen el TC son nombrados por el rey: cuatro a propuesta del Congreso, por mayoría de tres quintos; otros cuatro a propuesta del Senado, siguiendo el mismo esquema; dos los elige el Gobierno y los dos restantes el CGPJ.

El Tribunal Constitucional, presidido por el magistrado Juan José González, está formado por diez hombres y dos mujeres: ellas son el 16,6%. Sus nombres femeninos son Encarnación Roca y María Luisa Balaguer.

Tribunal Supremo: la paridad como utopía

La presencia de mujeres en los tribunales asciende en el Tribunal Supremo, pero la paridad continúa dibujándose como un objetivo próximo a la utopía. El total de mujeres, teniendo en cuenta la Presidencia –ocupada actualmente por el magistrado Carlos Lesmes– y las cinco salas ordinarias, es de apenas el 20,2%.

De las cinco salas, sólo una se acerca a la paridad: la Cuarta, de lo Social. En ella ejercen un total de trece jueces, de los que cinco son mujeres (38,46%). Son Concepción Rosario Ureste, María Lourdes Arastey, María Luisa Segoviano, María Luz García Paredes y Rosa María Virolés.

El panorama deja de ser alentador en el resto de las salas que estructuran al Alto Tribunal. En la Primera, de lo Civil, tan sólo se presenta una mujer magistrada, María de los Ángeles Parra. El total de magistrados en lo Civil asciende a diez, de manera que el porcentaje de mujeres se instala en un anémico 10%. En la Segunda, de lo Penal, el paisaje comienza a despejarse. De los catorce magistrados, tres son mujeres: un 21,4%. Son Ana María Ferrer, Susana Polo y Carmen Lamela.

La presencia de mujeres en la Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo, ha ganado terreno recientemente gracias a la incorporación de las magistradas Ángeles Huet –procedente del TSJ de Madrid– y Esperanza Córdoba –jefa del Servicio de Inspección del CGPJ–. Sin embargo, ellas sólo constituyen el 18,1% del total: son seis mujeres frente a 27 varones. El listado de magistradas lo completan Celsa Pico, Inés María Huerta, Isabel Perelló y María del Pilar Teso.

El recorrido por el Tribunal Supremo remata en la Sala Quinta, de lo Militar. También aquí se han producido algunas alteraciones recientes, pero esta vez afectan sólo a lo nominal. Entre los ocho magistrados que componen la sala, han entrado Fernando Marín y Juan María Díaz. Pero sólo una mujer entre sus filas: Clara Martínez de Careaga.

Audiencia Nacional: las mujeres ganan terreno

Con la Audiencia Nacional se produce un cambio de paradigma: la presencia equilibrada de mujeres y hombres de la que habla la ley pasa de lo teórico a lo fáctico. En su conjunto –teniendo en cuenta la Presidencia y sus salas–, las mujeres constituyen el 43,5% de los magistrados de la Audiencia Nacional a día de hoy. En las cuatro secciones de lo Penal hay seis mujeres de un total de dieciséis magistrados: Concepción Espejel, Adoración María Riera, Carolina Rius, Carmen Paloma González, Ángela María Murillo y María Teresa Palacios. En la Sala de Apelación sólo un nombre femenino, el de Manuela Francisca Fernández.

La paridad gana terreno en lo Contencioso y sus ocho secciones: allí se afincan 19 mujeres y 21 hombres. Ellas constituyen el 47,5%. Y finalmente el equilibrio total impera en la Sala Única de lo Social, con tan sólo dos miembros, un hombre y una mujer. Ella es Emilia Ruiz-Jarabo.

Más de la mitad de los TSJ autonómicos no son paritarios y sólo dos están presididos por mujeres

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Nota de la autora: una primera versión del artículo hablaba de 41 tribunales. Este dato se ha actualizado el lunes a las 17:21 horas, después de constatar la ausencia de paridad en un tribunal más.

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Este martes, infoLibre publica una segunda entrega sobre la desigualdad en la justicia: la situación en los 17 TSJ autonómicos.

Si la igualdad continúa siendo una asignatura pendiente en todas las esferas, la judicatura es terreno minado para las mujeres. Especialmente en las instancias superiores. Así se viene constatando año tras año y así lo reconoce el propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano que lidera teóricamente la búsqueda de vías para reparar la situación. Este último jueves, el Pleno del CGPJ aprobó el II Plan de Igualdad de la Carrera Judicial, un instrumento que trata de lograr "una representación equilibrada de mujeres y hombres en los distintos niveles de la carrera judicial".

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