Han sido semanas de dimes y diretes, declaraciones cruzadas en los medios, reproches mutuos y llamadas a una negociación de la que se ha hablado mucho, pero que prácticamente ha brillado por su ausencia. Pero en Unidas Podemos y las confluencias este martes ya no quedaban esperanzas de que se fuera a alcanzar un acuerdo in extremis para investir a Pedro Sánchez y evitar las elecciones. "Se acabó. Ya nadie sueña", certificaba un dirigente morado horas antes de que se confirmase que habrá repetición electoral. Y, pese a las diferencias que han mantenido en las últimas semanas sus diferentes familias sobre la posibilidad de renunciar a la coalición, el inmovilismo de Sánchez en los últimos días ha conseguido cohesionar a todos los sectores de Unidas Podemos.
La puntilla la dieron este martes el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cuando calificó de "tomadura de pelo" la respuesta de Sánchez a su propuesta de abstenerse y le exigió que rectificase, y el rey Felipe VI al anunciar que ninguno de los candidatos con los que se ha entrevistado lunes y martes es viable. Pero el pesimismo llevaba semanas instalado en los diferentes sectores de Unidas Podemos, que públicamente han defendido a capa y espada la propuesta de coalición de Gobierno, pero algunos de los cuáles, en privado, habían pedido a su líder, Pablo Iglesias, que valorase todas las opciones que pudieran evitar una repetición electoral. Incluidas las que supusieran renunciar a entrar al Ejecutivo.
Esa fue la posición que mantuvieron IU o En Comú Podem, que hasta este mismo fin de semana siguieron pidiendo internamente a Iglesias que hiciese todo lo que estuviera en su mano para evitar las elecciones aunque sin romper públicamente con la estrategia decidida por Unidas Podemos. Galicia en Común, incluso, fue más allá al abrir la puerta públicamente a que la formación morada considerase una oferta que trascendiera la última que realizó Iglesias, consistente en una coalición de Gobierno que Sánchez podría romper pasado un tiempo sin que Unidas Podemos le retirase el apoyo parlamentario.
En un sentido similar se habían pronunciado en las últimas semanas varios barones socialistas, entre los cuáles se cuentan Miquel Iceta, Ximo Puig o Emiliano García Page. Los tres defendieron públicamente en los últimos días dar la vuelta a la última oferta de Iglesias y suscribir un acuerdo programático con Unidas Podemos consistente en poner en marcha tras la investidura un Gobierno en solitario del PSOE, pero asumiendo el compromiso de estudiar la incorporación de ministros morados dentro de un tiempo.
No obstante, Sánchez hizo oídos sordos a estas ideas deslizadas por algunos de los dirigentes territoriales del PSOE. Pese a que el tiempo se iba agotando, su único acercamiento a Unidas Podemos tras la ruptura de las negociaciones la semana pasada fue la llamada que realizó este martes a Iglesias para preguntarle por la decisión final sobre la investidura. Y eso a pesar de las reiteradas peticiones de la formación morada para reiniciar las conversaciones y a que al menos una parte de Unidas Podemos se mostraba confiada en que, si Sánchez asumiera como propio el planteamiento defendido por Iceta y otros barones, Iglesias al menos se vería emplazado a considerarlo.
"Nunca hemos sido una opción para Sánchez"
El hecho de que el líder socialista haya renunciado a hacer cualquier movimiento para tratar de desbloquear la investidura ha puesto de acuerdo a todas las familias de Unidas Podemos: las que nunca han querido renunciar a la coalición y las que apostaban, al menos, por estudiar vías alternativas para evitar las elecciones. "Pensamos lo mismo todos", que "nunca hemos sido una opción para Sánchez", critica un dirigente de En Comú Podem, precisamente una de las formaciones que, pese a defender la coalición como primera opción, decía hasta el mismo lunes por boca de su diputado Joan Mena que estaba "abierta" a negociar una nueva propuesta del PSOE si eso significaba volver a sentarse en la mesa de negociación.
En términos similares, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, criticó el lunes la "incapacidad para llegar a acuerdos" de los socialistas y, este martes, sostuvo que "la prioridad de Sánchez era pactar con Ciudadanos" y achacó el fracaso de la investidura a sus "jugadas tácticas y partidistas". Y en el mismo sentido se pronunció tras su reunión con el rey el propio Pablo Iglesias, que aseguró que en las "últimas horas" ha quedado claro que "el PSOE prefiere a Ciudadanos como socio" que a Unidas Podemos.
Tras confirmarse la repetición electoral tras no designar el rey ningún candidato, el propio Iglesias denunció que Sánchez, lisa y llanamente, no ha querido cumplir su "mandato de formar Gobierno". "La arrogancia y el desprecio a las reglas básicas de una democracia parlamentaria se han impuesto sobre la sensatez", criticó el líder de Unidas Podemos en un mensaje en Twitter con el que dio el pistoletazo de salida a la precampaña y en el que también sostuvo que el dirigente socialista ha cometido "un error histórico de enormes dimensiones forzando otras elecciones por una obsesión con acaparar un poder absoluto que los españoles no le han dado". "Hace falta un presidente que entienda el multipartidismo. España ha cambiado y no va a retroceder", señaló Iglesias.
Ver más'Al Rojo Vivo' entrevistará este jueves a Pedro Sánchez
El enfoque de Unidas Podemos en las semanas que se avecinan, afirman fuentes de la formación morada, va a ser sensiblemente diferente al de las elecciones del pasado abril, cuando Iglesias comandó una campaña poco agresiva con el PSOE y centró su mensaje en la necesidad de una coalición de Gobierno. Se acabó el guante blanco con Sánchez, "aunque con cabeza, sin echarse al monte", sostiene un dirigente. Y buena muestra de ello fue el primer tuit que publicó el secretario de Acción Institucional de Podemos, Pablo Echenique, tras confirmarse el adelanto electoral: "Pedro Sánchez ya tiene lo que quería: elecciones el 10 de noviembre. Y hoy hemos sabido quién será su vicepresidente el 11 de noviembre si le dan los números. Este era su plan desde el principio".
Han sido semanas de dimes y diretes, declaraciones cruzadas en los medios, reproches mutuos y llamadas a una negociación de la que se ha hablado mucho, pero que prácticamente ha brillado por su ausencia. Pero en Unidas Podemos y las confluencias este martes ya no quedaban esperanzas de que se fuera a alcanzar un acuerdo in extremis para investir a Pedro Sánchez y evitar las elecciones. "Se acabó. Ya nadie sueña", certificaba un dirigente morado horas antes de que se confirmase que habrá repetición electoral. Y, pese a las diferencias que han mantenido en las últimas semanas sus diferentes familias sobre la posibilidad de renunciar a la coalición, el inmovilismo de Sánchez en los últimos días ha conseguido cohesionar a todos los sectores de Unidas Podemos.