Al Partido Popular se le empiezan a notar las prisas. Impulsados por la incontestable victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid y convencidos de que los indultos a los condenados por el procés pueden dar la puntilla al Gobierno de coalición, Pablo Casado y su equipo dan muestras de ansiedad por echar a Pedro Sánchez contra la que el presidente del PP advertía hace pocas semanas.
La propia Ayuso aprovechó un acto de la Fundación FAES, en presencia de José María Aznar y del propio Casado, para meter presión al jefe de la oposición: “Este es el momento para que líderes como Pablo Casado, como el Partido Popular, consigan la amplia mayoría que haga cambiar pronto las cosas”.
Es el momento, “además”, de “que lo hagan pronto”. “Porque como pasa con los secuestros”, añadió comparando a Sánchez con un criminal, “los tiempos son importantes: cuanto más tiempo pasa más difícil lo tiene el secuestrado”.
Casado no tenía turno de palabra en los atriles de FAES que Aznar dispuso este jueves en Madrid para entregar telemáticamente un premio al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Pero a la entrada del auditorio que La Caixa brindó en Madrid al think tank conservador para celebrar su acto, el líder del PP confirmó que la urgencia se ha apoderado de su estrategia desde que el Gobierno ha hecho ver intenciones sobre contribuir a normalizar la política en Cataluña.
Si Sánchez “cruza la línea roja de los indultos”, advirtió, “la legislatura habrá acabado”. “Y además también habrá terminado con el partido socialista constitucionalista”, que el líder del PP distingue del que dirige el secretario general del PSOE, como si hubiera dos diferentes. Casado cree que Sánchez “no cree en un sistema democrático. Y eso dicho por un presidente del Gobierno es gravísimo. Es de lo más grave que yo he visto en democracia”.
Aprovechando la entrega del premio a Guaidó, Ayuso comparó a Sánchez con Maduro, puso su victoria como ejemplo a seguir en toda España y en “todo el mundo” y acusó a la izquierda de utilizar “un falso lenguaje que lo contamina todo. Que si la ley es venganza, la empresa es de ricos, la mujer es víctima, el género, la resiliencia, el ecologismo, el empoderamiento, el dumping fiscal, lo inclusivo, lo diverso lo migrante. Todo importa”, advirtió.
Y se permitió, a partir de su propia experiencia en Madrid, explicar a Guaidó cómo vencer a Maduro, en una frase que también se puede entender como un consejo dirigido a Casado: “No permitáis que el régimen os divida”.
Ayuso se pone como ejemplo
En Madrid “las urnas han hablado. La sociedad ha dicho basta a la imposición, la torpeza política sin alternativas, a la muerte de la empresa, la propiedad privada y los negocios familiares. Madrid ha dicho que quiere vivir unida, en torno a este gran país que es España”.
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Con una dureza que recordó más a un discurso de Santiago Abascal que a uno de Casado, Ayuso no ahorró acusaciones contra Sánchez. “Hoy en España hay al frente un gobierno sin escrúpulos que atenta contra la separación de poderes, que controla políticamente la Fiscalía y que pretende hacer lo mismo con el poder judicial, que busca y permite la deslegitimación de las instituciones, el silencio del adversario y el portazo a la prensa”. Y que si nadie se lo impide hará de sus adversarios “disidentes como lo fueron en su día Solzhenitsyn, Sájarov, Mandela o Walesa”.
Este Gobierno, insistió, está “contemporizando con el delito” y “regalando los propósitos a la banda ETA y a sus herederos políticos” al mismo tiempo que “anima a delincuentes que de manera unilateral están acabando con Cataluña a seguir por el mismo camino”.
La concesión de indultos, acusó, crea “ciudadanos de primera y de segunda ante la ley” y alimenta “la farsa de la independencia de Cataluña”.
Al Partido Popular se le empiezan a notar las prisas. Impulsados por la incontestable victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid y convencidos de que los indultos a los condenados por el procés pueden dar la puntilla al Gobierno de coalición, Pablo Casado y su equipo dan muestras de ansiedad por echar a Pedro Sánchez contra la que el presidente del PP advertía hace pocas semanas.