Quedan poco más de cinco meses para las elecciones municipales y autonómicas y aún no hay noticias sobre la convergencia. Los tiempos apremian e Izquierda Unida quiere saber qué pasará, si los principales apelados (Podemos) se avendrán o no al acuerdo. Eso explica el doble mensaje que este domingo lanzó Cayo Lara en el arranque de la Presidencia Federal. De consumo interno, para que los suyos no se distraigan ni estén esperando sine díe la respuesta de la formación de Pablo Iglesias. Y de consumo externo, para que esta se decida.
Lara comenzó recordando, ante los dirigentes presentes en la sede federal, en la madrileña calle de Olimpo, que la fórmula legal de la coalición electoral no está "sujeta a discusión", porque así lo ha aprobado IU. Es decir, que aunque se trate de un proceso de movilización popular, con participación de plataformas y movimientos sociales (los conocidos como Ganemos, en los que la federación está involucrada), al final, de cara a la Junta Electoral Central, el pacto ha de materializarse en una coalición, que permite a los integrantes de la misma "mantener su identidad plena". Un punto de discrepancia claro con Podemos, que hasta ahora ha defendido preferentemente el mecanismo de la agrupación de electores, que son formaciones políticas que se constituyen con el aval de un número variable de firmas de votantes y sólo para poder presentar candidatura en un proceso electoral concreto y determinado.
Y a continuación el coordinador federal deslizó ese doble mensaje sobre la convergencia, que "es y ha sido siempre la hoja de ruta" de IU: "No hay que despistarnos en ningún caso con aquellos que pretenden marear la perdiz hasta no sé qué tiempo de la primavera. Las elecciones están aquí, las tenemos a la vuelta de la esquina, y los que somos una organización sólida, que hemos vivido muchos procesos electorales, sabemos lo que significa preparar procesos electorales, desde todo el tema burocrático al tema político, programático, de candidaturas, jurídico y económico. Todos los elementos son fundamentales y esos no se pueden dejar para el último día deprisa y corriendo. Tenemos que trabajar claramente en ese camino sin despistarnos para nada".
"Convergencia, programas y candidaturas"
Las elecciones autonómicas y locales han sido tradicionalmente para IU, y lo siguen siendo, una convocatoria fundamental, ya que siempre se ha reivindicado como una fuerza municipalista. De ahí que quiera encender el motor ya, sin demora. Y, como dijo Lara, son "decisivas para el cambio". Opinión que no comparte Podemos, que tiene centrado el tiro en autonómicas y, sobre todo, generales. De hecho, en las locales no se presentará en ningún caso con su marca, para evitar quemarla, pero aún no ha dicho si se sumará a los Ganemos actualmente en marcha o constituirá su propio proceso de convergencia. Algo especialmente relevante en puntos como Madrid, donde la formación de Iglesias es muy fuerte. La decisión de Podemos respecto a la confluencia no se conocerá, como pronto, hasta el 2 de enero, cuando terminen de elegirse sus órganos de dirección municipales. No obstante, ha ido adelantando evasivas, cuando no directamente negativas, de modo que el horizonte de la alianza se torna prácticamente imposible.
"Hay que tomar decisiones, hay que hacer campañas, garantizar los recursos. Queremos gobernar, para eso estamos en política. Gobernar en municipios y gobernar con otros y con otras en comunidades. Pretendemos ser gente responsable. Por tanto, convergencia, programas y candidaturas, esa es la tarea inminente que tenemos en este momento, además de las primarias", avisó el coordinador, quien también recordó que la otra pata del proyecto de IU es la "movilización". "No hay que olvidar la calle. Todos los días hay razones para salir a la calle". Como ejemplo, la negociación, "en el más absoluto de los secretos", de Tratado de Libre Comercio.
Como conclusión, Lara subrayó la necesidad de hacer "piña" dentro de la federación: "Estamos en momentos apasionantes. Necesitamos la unidad de acción de IU. Hoy más que nunca. No caben disensos ni interpretaciones que nos puedan confrontar o dividir cuando lo fundamental es derrotar las políticas neoliberales. Tenemos que tener cuidado también que pretenden dividir a la izquierda para seguir manteniendo sus intereses de clase. Sabemos dónde está el norte, y queremos llegar a él, no sabemos ni cuándo ni cómo, pero queremos llegar. En todo caso, no vamos a parar de caminar".
Un gravamen del 3% al 43%
El otro punto fuerte de la intervención inicial de Lara, de apenas 16 minutos, fue el anuncio de una proposición no de ley que, con toda probabilidad, registrará esta semana en el Congreso, por la que plantea la aplicación por una sola vez de un impuesto especial sobre el incremento patrimonial en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2015. El argumento es que los patrimonios más altos, que han obtenido beneficios en el periodo más duro de la crisis, deben tener una contribución fiscal equivalente al sacrificio realizado por los trabajadores.
IU cree que ese tributo medio debe ser del 18%, con un tipo progresivo comprendido entre el 3% y el 43%, en la misma medida que han retrocedido las rentas salariales. La federación no ofrece una estimación de ingresos porque los últimos datos oficiales de la Agencia Tributaria "son de 2013, referidos al año fiscal de 2012" –de modo que faltan las cifras de los ejercicios 2013, 2014 y 2015–, y también porque IU quiere incluir bienes que no se tienen en cuenta en el gravamen actual, que recuperó al final de la pasada legislatura José Luis Rodríguez Zapatero.
¿Cómo sería el impuesto? El documento, preparado por la Secretaría Ejecutiva de Economía y Empleo que dirige José Antonio García Rubio, describe algunos rasgos generales. Por ejemplo, la base imponible: el incremento del valor patrimonial de los bienes y derechos de contenido económico de los que sean titulares las personas físicas, obtenido entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2015. Los primeros 50.000 euros estarían exentos. No es un tributo sobre los bienes poseídos, sino que grava aumento del patrimonio en los últimos seis años, de modo que no pagarían esta tasa los que lo hayan visto decrecer o en los casos en los que haya crecido moderadamente.
El impuesto se pagaría por una sola vez. Sería del 3% para los incrementos más pequeños y del 43% para el tramo último a partir de los 5 millones de euros de aumento. La recaudación media se situaría, según IU en el 18% del incremento patrimonial total. Ese objetivo "modulará la intensidad de la progresividad".
La razón de este tributo se halla, según explica IU, en la desigualdad cada vez mayor en España, como ha indicado la OCDE. Por tanto, "el pueblo trabajador ha pagado un caro precio en las políticas de reformas del PP. El reparto de los costes ha sido injustamente dramático y ha generado mucho sufrimiento". La federación señala que hay "precedentes en Europa" sobre medidas del mismo tipo, como en Francia en 1945, al terminar la II Guerra Mundial, para atender "una parte de los importantes gastos públicos que requería la reconstrucción".
Pendientes del 'caso Bankia'
La Presidencia Federal de este domingo está convocada por dos asuntos clave: zanjar las responsabilidades políticas por el caso Bankia y la aprobación del reglamento de las primariasreglamento . Sobre el primer asunto, Lara no hizo ninguna referencia.
La elección del candidato a la Moncloa, como ya adelantó infoLibre, se retrasa una semana sobre el calendario previsto. Será el 13 (a través de Internet) y el 15 de febrero (en urna). Los tiempos ya empiezan a correr a partir de esta Presidencia. Este domingo se abre el censo de simpatizantes, hasta el 21 de enero. Podrán participar los afiliados y los ciudadanos que se inscriban como simpatizantes que sean mayores de 16 años y declaren que "no pertenecen a otra organización política que compita electoralmente con IU".
Alberto Garzón, durante la Presidencia Ejecutiva Federal de IU de este 14 de diciembre | EFE
Quienes quieran presentarse como candidatos deberán comunicar su voluntad antes del 26 de diciembre. Para poder concurrir, cada aspirante necesitará recabar el aval del 3% del censo –se compone de unos 30.000 afiliados, o sea, que harán falta unos 1.000–, no pudiendo recoger más del 15%. También puede acceder a la candidatura por otra vía: reuniendo la firma de al menos el 15% de los en torno a 225 miembros del Consejo Político Federal, hasta un tercio como máximo. Durante el debate de la Presidencia, se rebajaron los topes: se partía de un umbral mínimo de un 5% y un máximo del 20% y se redujo al 3% y al 15%. Y por el segundo camino, se propuso al principio un 20% de respaldos del Consejo y se dejó en un 15%.
Los apoyos deberán lograrse entre el 15 de diciembre y el 22 de enero, y podrán ser otorgados en papel (rellenando el formulario) o telemáticamente. No podrá avalarse más de una candidatura. La Junta Electoral Federal, el organismo supervisor de las primarias, recontará las firmas y proclamará a los candidatos el 23 de enero.
Sólo un candidato por ahora
Del 23 al 30 de enero se verificarán los censos y se resolverán las incidencias y del día 31 hasta el 14 de febrero se desplegará la campaña. Se organizará al menos un debate que se retransmitirá por streaming desde la web de IU.
Habrá tres modos de votación. Telemáticamente, se hará desde el 5 al 13 de febrero. Por correo postal, hasta el 11 de febrero. Y en urna, presencialmente, el 15 de febrero, desde las 10 hasta las 20 horas. El candidato vencedor será ratificado en el Consejo Político Federal (máximo órgano de dirección) el 21 de febrero.
Lo cierto es que de momento sólo se ha postulado un candidato, Alberto Garzón. El diputado por Málaga y secretario de Proceso Constituyente y Convergencia tiene todo el viento de cara, ya que cuenta con el apoyo amplio de las bases y de la inmensa mayoría de las cúpulas de las federaciones. Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, se muestra reticente a poner un nombre sobre la mesa. Si finalmente sólo hubiera un aspirante, no habría votación.
Diferencias con el partido de Llamazares
La dirección de Lara ha asumido algunas de las propuestas para el reglamento que quería IzAb. Pero no otras. Los gasparistas querían que la votación se celebrase entre el 13 y el 15 de marzo (un mes después), que la campaña durase un mes (y no 15 días) y se organizasen al menos diez debates entre los rivales, y se hiciesen en las federaciones más importantes.
El reglamento planteado por la ejecutiva (con las correcciones a la baja del listón de avales) recibió 32 votos. El documento alternativo de IzAb reunió 7. Y 8 dirigentes se abstuvieron a los de los dos. El informe político de Lara fue respaldado por 46 votos (90,2%), ninguno en contra y 5 abstenciones.
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