El compromiso público y por anticipado de Ciudadanos de no pactar con el PSOE después de las elecciones andaluzas es de aplicación única y exclusivamente a Andalucía. Así la explicó este lunes en rueda de prensa el portavoz de Cs en el Congreso, Juan Carlos Girauta, según el cual “cada convocatoria electoral tiene su propia naturaleza y su propio contexto”. En el caso andaluz, se trataba de poner fin a una “situación excepcional” como es que un partido haya gobernado durante cuatro décadas ininterrumpidamente.
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En el futuro, tanto por lo que se refiere a los ayuntamientos, las Comunidades Autónomas y el Gobierno de España, Ciudadanos se propone tener en cuenta tanto el “contexto” como la “naturaleza” de cada convocatoria.
Las encuestas, subrayó Girauta, presentan “un mapa político de España en el que no va a gobernar un partido sólo”; incluso “los acuerdos entre dos partidos necesitarán un apoyo extra. Es un mapa muy nuevo al que nos vamos a tener que acostumbrar todos”, precisó.
El PP “es muy dueño de hacer lo que le parezca bien y de tener sus propios compromisos con quien quiera, yo hablo en nombre de Ciudadanos”, subrayó el portavoz naranja en respuesta a los deseos de Pablo Casado de extender el acuerdo que ambas fuerzas tratan de alcanzar en Andalucía a otros territorios. Ciudadanos “ha demostrado estos años que puede pactar con el PP y con el PSOE” en función diferentes circunstancias, como el territorio del que se trate, las políticas que se lleven a cabo e incluso la disposición de los líderes de los demás partidos. “Primamos el constitucionalismo en términos generales“ y las formaciones “europeístas”, y es incluye al PP y a la parte del PSOE “no sanchista”.
El compromiso público y por anticipado de Ciudadanos de no pactar con el PSOE después de las elecciones andaluzas es de aplicación única y exclusivamente a Andalucía. Así la explicó este lunes en rueda de prensa el portavoz de Cs en el Congreso, Juan Carlos Girauta, según el cual “cada convocatoria electoral tiene su propia naturaleza y su propio contexto”. En el caso andaluz, se trataba de poner fin a una “situación excepcional” como es que un partido haya gobernado durante cuatro décadas ininterrumpidamente.