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La decena de casos que empujan a Rato hacia el banquillo

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El 20 de diciembre de 2012 fue la primera cita importante de Rodrigo Rato en un juzgado como imputado. Y no fue un juzgado cualquiera: el Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, cuyo titular, Fernando Andreu, investigaba entonces y todavía ahora, casi cuatro años después, la fusión y posterior salida a bolsa de Bankia. Un banco producto de la integración de Caja Madrid, que gobernaba el propio exvicepresidente del Gobierno, con Bancaja, controlada por el expresidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas; y otras cinco cajas de tamaño menor, como eran Caja Ávila, Caja Segovia, Caixa d'Estalvis Laietana, Caja La Rioja y Caja Insular de Canarias.

Bankia necesitó, tras la inesperada dimisión de Rato el 7 de mayo de 2012, un total de 22.424 millones para evitar su quiebra. Y el Banco de Valencia, una participada de Bancaja, y después de la propia Bankia, otros 17.000 millones. De forma conjunta, Bankia y Banco de Valencia, que acabó en manos de Caixabank por la ridícula suma de 1 euro, han necesitado casi 40.000 millones de los contribuyentes para evitar la bancarrota.

Y ante este negro panorama, Rato cruzó la madrileña Calle de Prim, en dónde se ubicaban entonces los juzgados de instrucción de la Audiencia Nacional, ante un gran revuelo mediático, para declarar como imputado, ahora investigado.

Símbolo del "milagro español"

El entonces todavía prestigioso Rodrigo Rato, que como exvicepresidente y exministro de Economía era considerado el símbolo del denominado por los defensores de la gestión de José María Aznar como el "milagro económico" español, había dado el salto a Washington, para convertirse en director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y después, previo paso por el banco de inversión Lazard, convertirse, por expreso deseo de Mariano Rajoy, en presidente de Caja Madrid y después de Bankia.

El nombre de Rato, decidido por Rajoy, acabó con la lucha en el seno del PP madrileño que protagonizaban Alberto Ruiz-Gallardón, que abogaba por la continuidad de Miguel Blesa, y Esperanza Aguirre, que había designado a su delfín: el que después fuera su sucesor en la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

Y Rato se convirtió en presidente de Caja Madrid en enero de 2010 y, un año después, se alzó con la Presidencia de Bankia, entidad en la que José Luis Olivas se convirtió en número dos

Dos años y medio

Y Rato dimitió por sorpresa en mayo de 2012 como presidente de Bankia, menos de un año después de la salida a bolsa de julio de 2011, por lo que se mantuvo al frente de Caja Madrid y Bankia durante un periodo inferior a los dos años y medio.

El interrogatorio del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, que posteriormente fue nombrado teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, muestra a un Rato, cuyos manejos económicos eran en ese momento desconocidos, muy seguro de sí mismo, al mismo tiempo que defendía, incluso de forma vehemente, su gestión, que había finalizado de forma abrupta apenas siete meses antes.

6,6 millones de Lazard

En su testimonio ante el juez Andreu, Rato explica el motivo de la caída de Bankia, que entonces era la cuarta entidad financiera española: la crisis sobrevenida de la economía. Preguntado por el fiscal sobre sus vínculos con Lazard, y la posible incompatibilidad, Rato mintió al juez no informar de las vinculaciones societarias que mantenía con Jaime Castellanos, el presidente de Lazard, entidad que le había abonado mientras Rato era el máximo responsables de Bankia más de 6,6 millones.

En su declaración como testigo, el presidente de BBVA, Francisco González, fue muy ácidoácido con la actuación de Rato al frente de Bankia, del que llegó a decir sobre la crisis que sufría en esos momentos la entidad que tuvo que ser nacionalizada: "Rato no lo entendía o no lo aceptaba". 

9,3 millones de euros

Y durante su periplo en Caja Madrid y Bankia, Rato facilitó adjudicaciones a Lazard, para la que trabajaba en secreto, por más de 19 millones de euros, aunque según las cuentas aportadas por Jaime Castellanos al juez Antonio Serrano-Arnal cobró 9,3 millones.

Pero en ese interrogatorio Rato no explicó, y tampoco fue preguntado ante lo incipiente de la investigación, sobre una decena de casos que poco a poco han sido conocidos y que ponen en serios aprietos al ex director gerente del FMI. Le empujan al banquillo de los acusados.

Juez Serrano-Arnal

Estos casos, que al ser investigados han destapado los importantes ingresos que beneficiaron a Rato, están principalmente relacionados con Caja Madrid y Bankia, aunque el juez Serrano-Arnal también ha detectado irregularidades en relación a la percepción del sueldo por parte de Telefónica, en los cobros de las conferencias y en la gestión de la empresa familiar, denominada Muinmo.

Otras operaciones sospechosas, y que están siendo investigadas en otros momentos, son las relacionadas con la percepción de importantes cantidades de dinero con origen en la publicidad de Bankia y de Endesa, de la Sareb o banco malo, o la construcción del nuevo estadio de Mestalla del Valencia CF.

Estos son, uno a uno, los casos que ponen en sospecha la gestión de Rodrigo Rato al frente de Bankia y de su patrimonio y que el próximo 8 de septiembre comparecerá por cuarta vez como imputado ante el juez Serrano-Arnal: 

1. Créditos para construir el campo del Valencia CF

En 2013 el Banco de España alertó a José Ignacio Goirigolzarri, el sucesor de Rato, de que había detectado "defectos de control interno" de Bankia bajo la presidencia del exvicepresidente en la operación para terminar la construcción del estadio de fútbol de Mestalla aprobada el último trimestre de 2011, "con un nivel de concesión de riesgos que podría haber superado los 350 millones de euros", según un informe del supervisor adelantado por infoLibre.

Además, el Banco de España destacaba que la inversión total de Bankia en la promotora que iba a construir el estadio, Aedifica, era de 109 millones de euros, con unas pérdidas de 57 millones, lo que supone el 52% del total.

Pero la investigación llevada a cabo por el juez de Madrid Serrano-Arnal, que ha tratado sin éxito de que la investigación se lleve a cabo en la Audiencia Nacional, ha puesto de manifiesto que en realidad Rato era accionista de la empresa AedificaAedifica. Una conclusión que, según ha reconocido el responsable de la división inmobiliaria de Bankia, Juan Bartolomé, ya sospechaba la entidad financiera tras la salida de Rato.

Al ser preguntado por los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil por los motivos por los que Bankia encargó un informe sobre la operación para la construcción del estadio del Nuevo Mestalla, Bartolomé confirmó que quería "conocer si existía alguna relación entre el Grupo Aedifica y Rato". Aunque adelantó que no tenía una "sospecha concreta" de la vinculación de Rato con la ruinosa operación urbanística, este directivo aseguró que en las reuniones con uno de los socios de Aedifica, en concreto con José Enrique Granell, éste "siempre decía que había hablado los temas previamente con Rato".

No obstante, Bartolomé aseguró que no pudo comprobar esta vinculación, "pero Granells siempre actuaba con mucha seguridad", completó este directivo a los agentes de laUCO encargados de la investigación. Además, en su testimonio, Bartolomé aseguró que la empresa que fue elegida para la operación, que era propiedad en parte de Rato, "vino de la mano de José Luis Olivas y Rodrigo Rato. Y que fue el propio Rato el que llamó al empleado de Bankia José Luis Saiz Moratilla "para que asistiera a la primera reunión con estas personas".

En el sumario consta un correo electrónico, de 21 de mayo de 2011, en el que Saiz Moratilla informa a Rato de la operación financiera que tendría que aprobar el Consejo de Administración de Bankia y que consistía, en resumen, en una subrogación por Aedifica, la firma vinculada a Rato, de los préstamos del Valencia CF por un valor de 200 millones de euros más 25 millones procedentes del Banco de Valencia con la garantía hipotecaria del estadio de Mestalla. También era necesaria, según el correo electrónico, la concesión de un préstamo de hasta 80 millones a Newcoval, que pertenecía al 50% a Aedifica y a Bankia.

Al final del proceso, según la UCO, Bankia financió con 347 millones de euros a Newcoval, al mismo tiempo que aportaba otros 15 millones a cada una de las empresas que participaban en la operación. Este es el motivo por el que el informe del Banco de España alertaba de que en la operación "Aedifica no asumía ningún riesgo, ya que hasta su aportación de fondos a la sociedad conjunta iba a ser financiada por Bankia".

La Guardia Civil, en uno de sus informes, explica también que Rato utilizó empresas "interpuestas" para enmascarar esta operación "en el momento en que era presidente de Bankia, no absteniéndose en la votación que otorgó las cantidades antes citadas ni habiendo notificado dicha relación en su declaración de intereses presentada ante la entidad.

En su declaración como imputado ante la Guardia Civil, al ser preguntado Rato sobre "su relación con una empresa llamada Aedifica", Rato sólo se acordó de que "era una empresa de un señor llamado Granell" y que era socio suyo en las empresas Hábitat del Golf y Hábitat del Garraf.

Al ser interpelado de nuevo por los agentes de la UCO sobre si en su etapa de presidenta de Bankia se otorgó algún crédito a Aedifica, Rato aseguró no acordarse de este hecho, ya que en los consejos se aprobaban muchos créditos. Al final de todo el proceso, Bankia acumuló un agujero de 57 millones, que no ha asumido la empresa de Rato.

2. 800.000 euros en publicidad de Bankia

El juez Antonio Serrano-Arnal trata de determinar si Rato percibió 800.000 euros en comisiones ilegales a cambio de adjudicar durante su etapa en Bankia a las empresas Zenith Media y Publicis Comunicación al menos dos contratos presuntamente amañados por más de 20 millones.

La empresa Albisa Inversiones y Asesoramiento, a nombre de Alberto Portuondo Coll, uno de los tres presuntos testaferros con los que el ex director gerente del FMI ocultó 6,5 millones de euros al fisco, facturó a Zenith Media y Publicis 1.244.000 euros y 778.000 euros, respectivamente.

A su vez Portuondo abonó a Rato una media de 40.000 euros mensuales hasta un total de 800.000 euros. Según constata el propio magistrado, Albisa pagó 450.000 euros a una empresa alemana, propiedad al 50% de Rato, y cuya única actividad es la explotación de un hotel en Berlín.

Una de las personas que se encargó de la concesión de los contratos publicitarios fue Teresa Arellano, la secretaria personal de Rato, que tras la salida de la responsable de comunicación, Pilar Trucios, pasó a controlar la dirección de Comunicación y Marca de Bankia. Arellano propuso en enero de 2012 la adjudicación de una campaña publicitaria de la entidad financiera a las empresas Zenith Media y Publicis Comunicación España de 8,3 millones.

3. Un agujero en la empresa familiar de 861.000 euros

El 21 de septiembre de 2005, durante el periplo de Rodrigo Rato en el FMI, el entonces presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, recibió un correo electrónico del encargado en la entidad financiera de las relaciones con los medios de comunicación, Juan Astorqui, en el que le aporta datos sobre una de las empresas de Rato, con el que tiene previsto mantener un encuentro. "Presidente; para tu reunión con Rodrigo Rato".

"En el año 2004 hicimos una inversión total de 11.548 euros. Entre enero y septiembre de 2005 llevamos realizada una inversión de 12.320 euros", indica el mensaje referido a la Radio Balear, perteneciente al grupo familiar que Rato tenía con sus hermanos, denominado Muinmo. 

Astorqui completa su mensaje a Blesa con datos sobre la inversión prevista para ese año en Radio Balear por parte de Caja Madrid: "Tenemos pendiente una inversión en el mes de noviembre de este año de 6.000 euros para la campaña de planes de pensiones".

Pero el sumario de la pieza separada del caso Rato aporta nuevos datos sobre Muinmo, que ha acabado con un agujero para la Hacienda pública de mas de 861.000 euros. Así, la empresa por la que Rato se preocupaba tanto, hasta el punto de reclamar una reunión con Blesa desde su puesto en el FMI, acabó descapitalizada de forma irregular, según el informe de la UCO.

"La entidad Muinmo siempre pudo hacer frente a los pagos debidos a la Agencia Tributaria con las cantidades obtenidas por la venta de los activos de la empresa, pero continuamente el dinero obtenido en dichas ventas era desviado a personas o entidades especialmente relacionadas, reduciendo la liquidez disponible a la mínima expresión", explica un informa de la unidad de auxilio judicial de la Agencia Tributaria.

"En definitiva, a juicio del auxilio judicial se está ante una liquidación desordenada de la sociedad, la cual se despatrimonializa mediante transferencias de efectivo a personas o entidades vinculadas con la misma, quedando finalmente como acreedores la Agencia Tributaria y otras personas especialmente relacionadas con el concursado", especifica el documento, que continúa: "La declaración voluntaria de concurso es el final de un proceso de despatrimonialización que ha generado, como se desprende de los hechos analizados, el deseado impago de las deudas frente a la Agencia Tributaria".

4. Rato no pagó impuestos tras cobrar 726.000 euros de Telefónica

A Rodrigo Rato también se le investiga como posible autor de un delito contra la Hacienda pública al no pagar impuestos por el sueldo que percibió como asesor de Telefónica. Tal y como confirma un contrato de 2 de enero de 2013, la multinacional española firmó un contrato con la sociedad Kranodara SL, cuyo propietario era Rato, por el cual el exvicepresidente del Gobierno del PP ingresaba 300.000 euros anuales brutos. En total, Rato recibió 726.000 euros entre enero de 2013 y abril de 2015.

Según la declaración del que desde 2003 es el secretario general de Telefónica y secretario del consejo de administración de la compañía, Ramiro Sánchez de Lerín García-Ovies, a quién los agentes le informan de que es investigado como cooperador necesario del presunto delito contra la Hacienda pública cometido presuntamente por Rato, al ex director gerente del FMI se le contrata en enero de 2013 "por indicación del presidente César Alierta". 

Y este cargo de Telefónica se reunió con Rato, que le dijo que se reuniera con su abogado Domingo Plazas, imputado en la causa. Pero al final el contrato "se firmó finalmente con Kranodara". Asimismo, Sánchez de Lerín García-Ovies explicó que Rato percibía otros 240.000 euros anuales por participar en otros órganos de la compañía.

Pero preguntado por los agentes sobre las retenciones en el sueldo de Rato, el empresario explica que al final no se hizo ninguna, "toda vez que el contrato se firmó con una sociedad limitada y que, por tanto, no procede la retención". De esta forma, Rato trataba, según los agentes, de eludir el pago de impuestos.

5. Ocultó 1,6 millones de sus conferencias

El exvicepresidente del Gobierno ocultó a Hacienda los más de 1,6 millones de euros que ganó impartiendo 36 conferencias desde su salida del FMI, según adelantó el diario El Mundo, que alude a uninforme de Hacienda remitido al juez de Madrid que investiga las cuentas del exvicepresidente. La cantidad defraudada se traduce en la comisión de dos delitos fiscales, si bien uno de ellos estaría prescrito.

El informe explica que desde 2007 Rato ha colaborado con la empresa Bureau Consulting de Conferenciantes (BCC), especializada en la organización de conferencias internacionales impartidas por "las personalidades más destacadas del mundo hispano", según la propia sociedad. Desde ese año, los pagos de BCC a Rato han ascendido a un total de 1.660.611 euros, de los que la Agencia Tributaria no ha tenido noticia, ya que, a través de la sociedad Arada, acababan en Vivaway, una firma constituida en Reino Unido y administrada desde el paraíso fiscal de la Isla de Guernsey.

A partir de ahí el dinero pasaba de Vivaway a Kradonara 2001, otra empresa propiedad de Rato con sede en España, que recibía estos ingresos y otros tantos para acabar manteniendo la mercantil alemana Bagerpleta GmbH, cuya única actividad es la explotación de un hotel en Berlín, en el que el ex director gerente del FMI posee un 50%.

6. Cobró de Lazard 6,6 millones después de entrar en Bankia

El 2 de mayo de 2011, el entonces presidente de Bankia firmó un contrato por el que percibió 6,2 millones de Lazard, una compañía dirigida por el socio y amigo del exvicepresidente del Gobierno Jaime Castellanos, que en marzo de 2013, casi un año después de la dimisión de Rato como presidente de Bankia, transfirió otros 482.732 euros al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que suponía un total de 6,6 millones.

Por su parte, Bankia abonó más de 9,3 millones al banco de inversiones Lazard por contratos acordados en la etapa de Rodrigo Rato, según la documentación aportada al caso Rato por la entidad presidida en España por Castellanos, tal y como ha publicado este viernes infoLibre.

Además, el exvicepresidente del Gobierno de José María Aznar compaginó de forma secreta su trabajo en ambas entidades financieras, Lazard y Caja Madrid-Bankia, desde su llegada a la Presidencia de la caja madrileña, en enero de 2010, hasta al menos el 2 de mayo de 2011, tres meses antes de la salida a Bolsa de julio del mismo año, según consta en el sumario de la pieza separada del caso Rato en el que se investigan los pagos a Lazard.

7. Un contrato oculto de 25,8 millones con Endesa

Los agentes de la UCO sospechan que Rato también ocultó los ingresos de la empresa familiar Cor Comunicación. Y para ello se basa en un informe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (Onif) de 15 de abril de 2015 en el que se informa de que la firma COR Comunicación contrató con Endesa entre 2008 y 2013 "la prestación de una serie de servicios de publicidad que, seguidamente, subcontrató con las empresa Media House y Grupo Macal. Por estos servicios Cor Comunicación recibió de Endesa 25,8 millones de euros, subcontratando a su vez con Media House por 16,4 millones y con Macal por 5,2 millones", lo que supone un beneficio inmediato de 4,2 millones de euros.

"La obtención de un contrato de publicidad por un importe tan destacado, prestado a través de una empresa como Cor Comunicación, empresa que según declaró Miguel Ángel Montero Quevedo únicamente tenía un empleado, generó grandes beneficios a Rato cuando, según el informe de la Onif de 15 de abril de 2015, existe el riesgo de una posible ocultación de la titularidad real de la entidad Cor Comunicación en lo que corresponde a Rodrigo Rato", completan los agentes en su informe.

Para los agentes, es de especial importancia que Rato negara hasta finales de 2013 que Cor Comunicación era de su propiedad y que este empresa tuviera alguna vinculación con Endesa desde que él era propietario: "En el registro del Consejo General del Notariado figura un formalización de un aval por parte de los hermanos Rato (incluido Rodrigo Rato) a favor de Cor Comunicación por 3 millones de euros en septiembre de 2009, revelando la estrecha relación de la familia con esta empresa", completan los agentes en su dossier.

8. Investigado un posible beneficio de 20 millones con inmuebles de Banco de Valencia

En su declaración como testigo,  el director de Auditoría de Bankia, Iñaki Azaola Onaindía, aseguró al juez que en relación a la empresa Guide Bridge, también de Rato, Bankia detectó "varias transferencias sospechosas por ser de origen desconocido" y que al analizarlas vieron "a varios exempleados" detrás de esta entidad relacionados con participadas.

Estos exempleados eran el propio Rato y José Manuel Fernández Norniella, entre otros. Según Azaola Onaindía, "una de las transferencias venía de Luxemburgo y al pedir la factura el concepto coincidía con el concepto de la transferencia, circunstancia que no es común, puesto que el concepto de la factura es poco explicativo".

En este sentido, un informe de la Agencia Tributaria incluye un correo electrónico, de 4 de diciembre de 2014, dirigido a Rato que indica: "Dado el día de hoy poco agraciado en cuanto a noticias, os envío algunas buenas para unos y otros para compensar". Ese mismo 4 de diciembre, el juez Andreu dio a conocer los escritos de los peritos judiciales, que en sus conclusiones confirmaban que las cuentas de Bankia no reflejaban la imagen real del banco en su salida a bolsa. Y por ello el mensaje se cierra con la frase: "En fin, que penas con pan lo son menos".

En el mensaje, se explica que la Sareb o banco malo adjudicó a la firma SH Findel Holdco las viviendas del Banco de Valencia, en cuyo hundimiento tuvo un papel muy activo el propio Rodrigo Rato. Y dos años después de la salida de Rato de Bankia, el expresidente de la entidad financiera tenía una expectativa de negocio de 20 millones de euros, según el correo electrónico de 4 de diciembre de 2014.

Según la Guardia Civil, "después de la salida de Rodrigo Rato de Bankia, comenzó a trabajar como asesor de un fondo de inversión denominado Texas Pacific Group (TPG) a fin de conseguir, como consecuencia de los contactos que podría proporcionar de activos inmobiliarios transferidos por entidades bancarias a la Sareb. Por la prestación de esos servicios Rato facturaba a Guide Bridge, sociedad creada para tal fin, a través de una sociedad denominada Explotaciones Carabaña", completa uno de los informes del Instituto armado.

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9-10. Las Tarjetas black y el caso Bankiablack caso Bankia

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Asimismo, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu prosigue con la investigación de la fusión y salida a bolsa de Bankia bajo la presidencia de Rodrigo Rato, por la que también está investigado el exvicepresidente del Gobierno de José María Aznar.

El 20 de diciembre de 2012 fue la primera cita importante de Rodrigo Rato en un juzgado como imputado. Y no fue un juzgado cualquiera: el Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, cuyo titular, Fernando Andreu, investigaba entonces y todavía ahora, casi cuatro años después, la fusión y posterior salida a bolsa de Bankia. Un banco producto de la integración de Caja Madrid, que gobernaba el propio exvicepresidente del Gobierno, con Bancaja, controlada por el expresidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas; y otras cinco cajas de tamaño menor, como eran Caja Ávila, Caja Segovia, Caixa d'Estalvis Laietana, Caja La Rioja y Caja Insular de Canarias.

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