Una década de instrucción, cuatro fiscales, nueve jueces y 10.000 folios de sumario. Estas son las cifras principales del juicio al expresidente de la diputación castellonense y líder en la sombra del PP en la provincia, Carlos Fabra, que se inicia este miércoles en la Audiencia de Castellón. Se prevé que la vista se alargue hasta el 30 de octubre con la declaración de 70 testigos y numerosos peritos. Con Fabra se juzga un estilo político marcado por el nepotismo, el clientelismo y los tratos de favor. La marca de la casa.
Desde 1874, algún Fabra ha controlado los resortes económicos y políticos de la provincia. Siempre con boato y con escándalo. Algo que ha alcanzado su mayor fulgor y decadencia con el último vástago. De hecho, un repaso a la hemeroteca de estos diez años da argumentos para una novela total: líos de faldas, traiciones conyugales, intimidades quebradas, confidencias entre cubetas de plaguicidas, condenas por violación, campos de golf en bancarrota, aeropuertos sin aviones y premios multimillonarios en la Lotería Nacional. Y ahora un juicio con tintes de gran purga histórica. “Ya era hora. Espero defenderme de mofas de gentuza”, proclamó el propio Fabra hace unos días. Desde su círculo más próximo aseguran que declarará con todas las palabras quemándole en la boca. Octubre será, sin duda, el último gran capítulo de su excomunión o glorificación definitiva.
¿Cuándo empezó la instrucción judicial?
Se inició en diciembre de 2003. El industrial castellonense Vicente Vilar presentó dos querellas en el juzgado número 1 de Nules (Castellón) en contra de Carlos Fabra, a quien acusa de haberse dejado sobornar por 150.000 euros a cambio de su mediación en los ministerios de Sanidad y Agricultura para la concesión de licencias de plaguicidas. En aquel entonces Fabra y Vilar eran íntimos amigos y sus ex mujeres socias de Artemis 2000, la empresa pantalla creada para la comercialización de los insecticidas.
¿Quiénes son los acusados?
El principal acusado es Carlos Fabra. Le sigue el industrial que le denunció, Vicente Vilar. También se sentarán en el banquillo las ex esposas de ambos: María Amparo Fernández y Montserrat Vives, respectivamente.
¿De qué se les acusa?
De soborno. Fabra también será juzgado por tráfico de influencias y cuatro delitos fiscales. Esta pieza se anexionó a la causa tras una denuncia formulada en el 2005 por la Agencia Tributaria, que halló un agujero en su patrimonio de 3,7 millones sin justificar entre 1999 y 2004. Durante el mismo período, María Amparo Fernández tampoco declaró 1,5 millones a Hacienda.
¿Qué pide la Fiscalía?
El fiscal anticorrupción solicita para Carlos Fabra 13 años de prisión y 15 de inhabilitación, una multa de 1,98 millones y una indemnización a Hacienda de 693.074 euros. A María Amparo Fernández le exige 6 años de cárcel, 860.000 euros de multa y una indemnización de 428.644 euros a la Agencia Tributaria. En el caso de Vicente Vilar y Montserrat Vives, pide para cada uno 4 años de prisión y una multa de 600.000 euros.
¿Qué otras partes están personadas?
La Abogacía del Estado y la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana (UC), que ejercerá la acusación popular. Esta última reclama los mismos años de cárcel para Fabra y eleva la multa a 8,1 millones y la indemnización a 886.475 euros. También exige 18 años de inhabilitación.
¿Cuáles son los argumentos de la defensa?
El abogado de Carlos Fabra y su ex esposa es Javier Boix, quien está especializado en la defensa de políticos del PP en apuros. En enero de 2012 consiguió que un jurado popular declarase “no culpable” a Francisco Camps, ex presidente de la Generalitat y acusado de soborno en el conocido como caso de los trajes. Boix también consiguió la nulidad de la escuchas telefónicas que implicaban, en 1989, a Eduardo Zaplana en una supuesta financiación irregular del PP en el caso Naseiro. Su estrategia en relación a Carlos Fabra ha sido la de dilatar el proceso presentando recursos a todos los autos del juez instructor. También pidió la prescripción de los delitos fiscales de sus clientes, de quienes solicita la absolución.
¿Quién le juzga?
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Tres magistrados de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón. Fuentes judiciales consultadas por InfoLibre señalan que Fabra será enjuiciado en “territorio amigo”. El pasado 5 de junio, el presidente de la Audiencia Provincial, Carlos Domínguez, rehusó juzgar a Fabra por el trato “afable, cordial y cortés” que les une, según su propio escrito de renuncia. Una pulcritud de la que careció en mayo de 2012 cuando firmó una resolución para que el delito de soborno desapareciera de la causa. Entonces, el juez instructor, Jacobo Pin, se sintió presionado y solicitó amparo al Consejo General del Poder Judicial al creer “perturbada” su independencia. Finalmente, el Tribunal Supremo le dio la razón. No fue la primera vez, ya que dos años antes revocó la decisión de la Audiencia de archivar cuatro de los cinco delitos fiscales por los que Fabra estaba siendo investigado.
¿De qué recursos dispone si es condenado?
Podrá recurrir ante el Tribunal Supremo.
Una década de instrucción, cuatro fiscales, nueve jueces y 10.000 folios de sumario. Estas son las cifras principales del juicio al expresidente de la diputación castellonense y líder en la sombra del PP en la provincia, Carlos Fabra, que se inicia este miércoles en la Audiencia de Castellón. Se prevé que la vista se alargue hasta el 30 de octubre con la declaración de 70 testigos y numerosos peritos. Con Fabra se juzga un estilo político marcado por el nepotismo, el clientelismo y los tratos de favor. La marca de la casa.