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En Marea

Los diputados de En Marea ignoran al Consello y apoyan a su compañera envuelta en una disputa con la policía

El portavoz de En Marea en el Parlamento Gallego, Luis Villares y la diputada de este grupo Paula Quinteiro a la salida de la reunión del grupo de En Marea.

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El Grupo Parlamentario de En Marea ha acordado ignorar la resolución del Consello das Mareas, órgano máximo de dirección entre plenarios del partido instrumental, que pide la renuncia como diputada de Paula Quinteiro, la parlamentaria que se vio envuelta en un altercado con la Policía Local en la madrugada del 18 de marzo.

Tras una reunión en el Pazo do Hórreo que se ha extendido durante ocho horas, los diputados han aprobado un documento por "mayoría" en el que expresan que la decisión adoptada por el Consello das Mareas "es una declaración política que no tiene consecuencias directas", ya que consideran que, para que tuviese efecto sobre la acción en el Parlamento, debería haber seguido "el procedimiento regulado" en los estatutos de la formación.

De este modo, los diputados de En Marea —donde conviven siete miembros de Podemos (organización a la que pertenece Quinteiro), dos de Anova, dos de EU, uno de Cerna y dos independientes— desoyen la petición de dimisión que formuló el órgano máximo de dirección del partido instrumental, que encabeza, al igual que el grupo parlamentario, Luís Villares.

El propio magistrado lucense se abstuvo en la reunión del Consello que acordó pedir el acta a Quinteiro, al igual que sus compañeros en O Hórreo Paula Verao y Davide Rodríguez. Este lunes, según fuentes consultadas por Europa Press; Villares, Rodríguez y Verao no apoyaron el documento aprobado por el Grupo Parlamentario, aunque entre ellos hubo diferentes posturas.

Así, los estatutos de En Marea, aprobados en la asamblea fundacional celebrada en Vigo en julio de 2016, establecen que la revocación de un acta de diputado debe ser sometida a la opinión del plenario. En caso de no haber uno convocado, ha de articularse una votación entre los inscritos para hacer que un parlamentario abandone su puesto.

Al filo de las 20,00 horas de este lunes, los parlamentarios han abandonado el lugar donde desde las 10,00 horas de la mañana (con un receso al mediodía de dos horas) permanecían reunidos para abordar la continuidad de Quinteiro.

No obstante, ninguno de ellos ha querido ofrecer declaraciones a los medios congregados a la puerta de la sala. Solo la secretaria xeral de Podemos Galicia y diputada por En Marea, Carmen Santos, ha querido atender a los periodistas, pero lo ha hecho en nombre de la formación morada. Así, no ha querido comentar el asunto de su compañera de filas y simplemente ha hecho un llamamiento a la "unidad".

De este modo, el documento aprobado por los diputados resta validez a la resolución del órgano de dirección política de En Marea, al tiempo que avanza que la propia Quinteiro, con el respaldo del Grupo Parlamentario, reclamará "la apertura de un expediente informativo" para que se esclarezcan los procedimientos llevados a cabo en torno a este asunto por parte del Consello das Mareas.

Asimismo, en el último de los cuatro puntos que conforman la resolución del grupo, reiteran su apoyo a Quinteiro y a su continuidad en las filas de En Marea dentro del Pazo do Hórreo, como ya hicieron el pasado viernes en un encuentro celebrado justo antes del Consello das Mareas en el que, ya con el sector crítico con la dirección fuera de la reunión alegando que la diputada estaba siendo sometida a un "juicio político", acordó pedir la renuncia de la militante de Podemos.

Además, acusan al Partido Popular de haber "instrumentalizado" el caso de Quinteiro "para atacarla personalmente y al grupo parlamentario", al tiempo que dan por buenas las explicaciones ofrecidas por la diputada, que, durante los hechos, llegó a esgrimir su carné del Parlamento cuando mediaba con un agente que realizaba un control policial tras una denuncia de un vecino por vandalismo.

De este modo, se produce un distanciamiento entre el Grupo Parlamentario y la dirección del partido instrumental, compuesta por el Consello y la coordinadora, cuya configuración despierta críticas entre las diferentes sensibilidades que conforman el universo de la formación, ya que creen que existen ciertas organizaciones que están sobrerrepresentadas.

En el proceso interno para la elección de los 35 miembros del Consello das Mareas, Luís Villares encabezó una lista oficialista "de consenso" que apostaba por una portavocía compartida. Finalmente, concurrieron a las elecciones otras dos listas —una liderada por Davide Rodríguez (Anova) y otra de afines a Cerna—, sobre las que, tras semanas de parálisis, se apoyó Villares para ser elegido como único portavoz de En Marea.

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Esto provocó las críticas de ciertos sectores de Anova, Esquerda Unida, Marea Atlántica y algunas mareas municipalistas, así como de destacados referentes del espacio como los llamados alcaldes del cambio —Xulio Ferreiro, Martiño Noriega y Jorge Suárez—.

De hecho, algunas personas que forman este sector crítico —formado por Rafa Dopico (Anova) o Iago Martínez (Marea Atlántica), entre otros— dejaron de participar durante meses en las reuniones del Consello das Mareas. El pasado viernes retornaron al órgano para expresar su apoyo a Paula Quinteiro, que comparecía para dar explicaciones sobre su caso.

Sin embargo, con Quinteiro ya fuera del local en el que se celebró el encuentro, este sector crítico abandonó la reunión por, según explicaron a su salida, los "ataques personales" que ciertos miembros del Consello habían vertido sobre la diputada, a la que estaban sometiendo a "un juicio político"; algo que fue negado el pasado domingo por el portavoz de la coordinadora, Gonzalo Rodríguez, que tachó de "sobreactuación" la marcha de estas personas del encuentro del pasado viernes.

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