El 63,9% de los españoles graduados superiores que estaban trabajando en 2020 lo hacía en puestos de alta cualificación, lo que sitúa a España, un año más, a la cola de la UE, según recoge la decimoséptima edición del Informe CYD 2020, publicado este miércoles por la Fundación CYD, que analiza la contribución de las universidades españolas al desarrollo con datos de organismos internacionales y españoles. El dato español, procedente de Eurostat, es el más reducido de todos los países de la UE, quedando a casi 13 puntos de distancia de esta, donde el 76,5% de los graduados superiores con empleo desempeñaba tareas de alta cualificación. Es decir, menos de uno de cada cuatro europeos estaba empleado en trabajos de baja cualificación, frente al más del 36% de España, según informa Europa Press.
"Ha quedado claro que España sufre un problema de sobrecualificación, dado el elevado porcentaje comparado de graduados superiores con empleo en grupos ocupacionales que no son de alta cualificación", señala el informe.
La Fundación CYD explica que este hecho está relacionado con que España es el cuarto país de la UE con menos porcentaje de ocupados de alta cualificación, el 35%, a siete puntos porcentuales de distancia del promedio y superando únicamente a Grecia, Bulgaria y Rumanía. En comparación, más de la mitad de las ocupaciones son de alta cualificación en Países Bajos, Finlandia, Suecia y Luxemburgo, mientras que entre el 45% y el 50% están Francia y Alemania.
El informe también destaca que, tal vez el tener una gran proporción de titulados superiores entre la población de 25 a 64 años esté influyendo en este hecho, dado que en España casi el 40% tenía un título de nivel superior frente al 34% de la UE. Además, la tasa de temporalidad para los graduados superiores españoles fue en 2020 del 19,5%, la mayor de los 27 países de la UE y casi el doble que la del conjunto de la UE (10,3%).
Por ramas de conocimiento, los graduados de artes y humanidades son los que más sobrecualificados están, tanto objetivamente (más del 28% se dedican a ocupaciones de baja cualificación), como subjetivamente (más del 32% cree que no hace falta un título universitario para desempeñar sus tareas), así como los que más trabajan porcentualmente en un área distinta a la de sus estudios (casi el 45%), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Enseñanza online por la pandemia
El informe de este año también se centra en la pandemia y en las consecuencias de ella. Así, más del 80% de las universidades españolas se adaptaron a la enseñanza online tras la declaración del estado de alarma en España.
Según el documento, mientras que el porcentaje de enseñanzas totalmente online que impartían las universidades presenciales era, antes de marzo del 2020, de poco más del 5%, después de la declaración del estado de alarma se elevó a más del 83%; en tanto que la evaluación online pasó de representar un 4% al 86%.
Pero las consecuencias de la pandemia no fue algo exclusivo de España. Según datos de las universidades que participan en U-Multirank (que brinda una clasificación internacional de las instituciones de educación superior y del cual Fundación CYD forma parte), cerca de un 90% de las universidades de todo el mundo cerraron, al menos parcialmente, sus instalaciones, y más del 80% llevaron a cabo el cierre durante un mínimo de 8 semanas y hasta más de 28.
Crecimiento de las universidades privadas
Con respecto a la situación del Sistema Universitario Español (SUE), el informe también recoge que, según cifras correspondientes al curso 2019-2020, se mantiene la tendencia al crecimiento de la participación de las universidades privadas en el conjunto del sistema. La matrícula de grado de los estudiantes de las universidades públicas se mantiene prácticamente constante con una mínima caída del 0,6%, mientras que en las privadas aumenta un 5,8%. En el máster oficial las privadas crecen un 20,4% y las públicas un 2%.
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Según los autores del estudio, esta evolución implica que la participación de las universidades privadas en el total de matriculados sigue creciendo. En el curso 2019-2020, el 16,8% del total de los estudiantes de grado pertenecía a universidades privadas, mientras que en el máster oficial, el porcentaje correspondiente era del 41,2%.
En los estudios de grado (y ciclos), atendiendo a una perspectiva histórica, desde mediados de los años 80 del siglo pasado hasta el curso 2019-2020, el número máximo de estudiantes se alcanzó hace 20 años, con casi 1,6 millones de alumnos. En comparación con el curso 1999-2000, el número de estudiantes de grado ha descendido en prácticamente 300.000 personas (disminución de más de 400.000 para las públicas e incremento de casi 115.000 alumnos para las privadas).
A ello hay que tener en cuenta que el número de universidades del sistema universitario español en el curso 2020-2021, según la información del Ministerio de Universidades, era de 88. De ellas, 50 eran públicas (47 presenciales, una no presencial y dos especiales) y 38 privadas (32 presenciales y 6 no presenciales). Desde la creación de la última universidad pública, la Politécnica de Cartagena, en 1998, se han establecido en España más del 50% de las universidades privadas que existen actualmente.
El 63,9% de los españoles graduados superiores que estaban trabajando en 2020 lo hacía en puestos de alta cualificación, lo que sitúa a España, un año más, a la cola de la UE, según recoge la decimoséptima edición del Informe CYD 2020, publicado este miércoles por la Fundación CYD, que analiza la contribución de las universidades españolas al desarrollo con datos de organismos internacionales y españoles. El dato español, procedente de Eurostat, es el más reducido de todos los países de la UE, quedando a casi 13 puntos de distancia de esta, donde el 76,5% de los graduados superiores con empleo desempeñaba tareas de alta cualificación. Es decir, menos de uno de cada cuatro europeos estaba empleado en trabajos de baja cualificación, frente al más del 36% de España, según informa Europa Press.