El pleno de la Eurocámara rechazó este jueves –por una amplia mayoría de 461 votos en contra, 101 votos a favor y 88 abstenciones– la moción de censura planteada por los euroescépticos y la ultraderecha contra el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, por el escándalo Luxleaks: los acuerdos secretos que Luxemburgo firmó con multinacionales para minimizar el pago de impuestos mientras él era primer ministro.
En contra de la moción de censura votaron la gran mayoría de populares, socialistas, liberales, verdes e incluso de los eurodiputados de Izquierda Unitaria. Este último grupo trataba de reunir firmas para presentar su propia moción de censura pero finalmente votó en contra para no asociarse con la extrema derecha.
La moción fue promovida por el grupo Europa de la Libertad y de la Democracia Directa –en el que se encuadran los eurodiputados del británico UKIP de Nigel Farage y del italiano Movimiento Cinco Estrellas, de Beppe Grillo– y contó con el apoyo de parlamentarios no inscritos, entre ellos la presidenta del Frente Nacional Francés, Marine Le Pen.
El texto de la moción de censura denunciaba que los Estados miembros de la UE han perdido "miles de millones de euros en ingresos fiscales potenciales como consecuencia de los agresivos regímenes de elusión del impuesto de sociedades establecidos en Luxemburgo durante el periodo en el que el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ocupó el cargo de primer ministro".
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Además, acusaba al propio Juncker de "responsable directo de las políticas de elusión fiscal" y consideraba "intolerable que una persona responsable de agresivas políticas de elusión fiscal ocupe el puesto de presidente de la Comisión Europea".
El presidente de la Comisión llegó a admitir que hubo "excesiva ingeniería fiscal" en Luxemburgo, aunque siempre repite que este tipo de acuerdos existen en 22 Estados miembros, y dejó las manos libres a la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, para que investigue si estos acuerdos eran ilegales (ya lo está haciendo en los casos de Amazon y Fiat).
Además, Juncker anunció nuevas medidas para combatir la elusión fiscal por parte de multinacionales, en particular la creación de una base común del impuesto de sociedades y el intercambio automático de información entre los Estados miembros de decisiones tributarias anticipadas que beneficien a este tipo de compañías.
El pleno de la Eurocámara rechazó este jueves –por una amplia mayoría de 461 votos en contra, 101 votos a favor y 88 abstenciones– la moción de censura planteada por los euroescépticos y la ultraderecha contra el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, por el escándalo Luxleaks: los acuerdos secretos que Luxemburgo firmó con multinacionales para minimizar el pago de impuestos mientras él era primer ministro.