Nadie quiere responsabilizarse del destrozo de la intervención de arte urbano en El Cabanyal que este sábado denunció infoLibre. Desde Secopsa, empresa adjudicataria de la contrata de limpieza en la zona, aseguran que recibieron el aviso de la Policía Local un día antes. Y desde la Policía Local niegan que sus agentes hayan actuado por iniciativa propia, como así sugirió el consistorio en un primer instante. “Nos manda el ayuntamiento para hacer cumplir con la ordenanza de limpieza”, explicó uno de los cuatro agentes que el sábado acudieron a la zona donde 70 retratos de gran tamaño fueron arrancados con chorros de agua a presión a pesar de que el autor, Jorge López, mostró la autorización de la Marina Auxiliante, propietaria del inmueble.
La obra, sobre uno de los muros exteriores de la conocida como Casa dels Bous, formaba parte del Inside Out, un proyecto global del prestigioso artista JR, con presencia en lugares de conflicto en países como Brasil, Estados Unidos, India o Israel. Y como El Cabanyal, amenazado desde hace 17 años por un plan urbanístico que prevé el derribo de cerca de 1.500 viviendas. López pretendía así visibilizar y dignificar, en este caso concreto, a los vecinos del bloque Portuarios, “que sufren un triple estigma: por gitanos, por pobres y por estar en el camino de la avenida de Blasco Ibáñez hasta el mar”.
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento negaron a infoLibre que haya existido censura: “Ni conocíamos la muestra”. Y explicaron que la orden de suprimir la intervención pudo salir de cualquier funcionario: “Hay más de 5.000”. “Algunos, incluso, son de la oposición. Pudo ser cualquiera”, subrayaron para, acto seguido, rechazar que se vayan “a exigir responsabilidades a nadie”.
Un argumento, el de la falta de responsabilidad municipal, que no comparten los especialistas en arte consultados por este diario. “La alcaldesa está para lo bueno y para lo malo”, destacó el crítico José Luis Pérez Pont, quien tildó el hecho de “atropello a la libertad de expresión y, por tanto, de censura”. También mostró su repulsa la Asociación Valenciana de Críticos de Arte, que a través de un comunicado denunció “un acto que vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos, además de incidir en la habitual política del Ayuntamiento de restringir el uso del espacio público por parte de la ciudadanía”. Algo con lo que coincide Ricardo Forriols, vicedecano de Cultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia. “La obra llamaba la atención por enseñar el rostro de las personas afectadas de manera limpia y no ofensiva”, destacó y criticó que Barberá considere el arte en El Cabanyal “también “material de derribo”.
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"Está mal, nos ha molestado"
La intervención, además, formaba parte de un circuito que iba a completarse el próximo 9 de mayo con 23 retratos de Rosi Moreno, también dentro del proyecto Inside Out de JR, y con el título “Stop, que estoy aquí”, en referencia a la coacción municipal de las excavadoras. La muestra, según la propia Moreno, “será un itinerario de rostros molestos con el plan de la alcaldesa que debía desembocar en el muro donde estaban las imágenes censuradas”.
Finalmente, Adolfo Saiz, socio de la Marina Auxiliante, entidad propietaria de la Casa dels Bous, reprobó la actuación del Ayuntamiento. “Está mal, nos ha molestado”. Y la relacionó con la visita el sábado de la alcaldesa al Paseo Marítimo, a pocos metros de la obra, y del ministro de Economía, Luis de Guindos, este lunes, al próximo hotel de Las Arenas para impartir una conferencia. “Querían el barrio limpio en todos los sentidos”, criticó Saiz, quien ofreció a López el apoyo de la Marina Auxiliante a la hora de presentar una queja, acudir a los tribunales o rehacer la obra.
Nadie quiere responsabilizarse del destrozo de la intervención de arte urbano en El Cabanyal que este sábado denunció infoLibre. Desde Secopsa, empresa adjudicataria de la contrata de limpieza en la zona, aseguran que recibieron el aviso de la Policía Local un día antes. Y desde la Policía Local niegan que sus agentes hayan actuado por iniciativa propia, como así sugirió el consistorio en un primer instante. “Nos manda el ayuntamiento para hacer cumplir con la ordenanza de limpieza”, explicó uno de los cuatro agentes que el sábado acudieron a la zona donde 70 retratos de gran tamaño fueron arrancados con chorros de agua a presión a pesar de que el autor, Jorge López, mostró la autorización de la Marina Auxiliante, propietaria del inmueble.