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“La gente quiere saber”

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Ctxt

José Miguel Monzón (Madrid, 1955) visitó el lunes 5 de octubre la redacción de CTXT. Wyoming, o El Gran Wyoming, es el productor, junto con Pere Portabella, del documental No estamos solos, basado en su libro del mismo título publicado en Planeta, al igual que el anterior, No estamos locos. Médico de carrera, artista polifacético, según él mismo se define, y desde hace décadas conductor de algunos de los programas televisivos de más éxito en casi todas las cadenas –La noche se mueve, El peor programa de la semana, Caiga quien caiga...–, el presentador desde 2006 de El Intermedio, en La Sexta, charló con los redactores de este semanario sobre la relevancia del movimiento y del cambio social, que centra su libro y el documental que ha dirigido Pere Joan Ventura y que se ha presentado en el reciente Festival de Cine de San Sebastián; de cómo su programa de televisión ha evolucionado desde el entretenimiento hacia la información, al punto de haberse convertido en el telediario que siguen miles de espectadores, y de la actualidad política. “La gente quiere saber”, dice Wyoming, y eso es lo que hace que El Intermedio tenga audiencias millonarias.

A continuación ofrecemos un extracto de la conversación.

PREGUNTA: ¿Qué epígrafe ponemos tras su nombre?

RESPUESTA: Artista polifacético. Y ya está, no pongas nada más. No sé, no tengo oficio reconocido

P.: ¿Cómico?

R.: Artista polifacético. Condición de artista polifacético: la sociedad necesita un sumidero donde van los chollos. Y eso son los artistas. Cuando un banco tiene que hacer una chorrada de invertir aquí, porque hay mucho dinero y nada que hacer, pues llamas a, por ejemplo, Imanol Arias: no por lo que va a decir, sino porque hay que figurar. A mí me han dado trabajos de este tipo que podría hacer cualquiera, pero cuando hay dinero, los hacen siempre los receptores de chollos. Esto es lo que te convierte en artista polifacético, hacer muchísimas cosas.

P.: ¿Subvencionados?

R.: No, subvencionado no, a mí me paga la empresa privada. Empleado, pero empleado de categoría.

P.: Cuando había dinero, los ayuntamientos pagaban una pasta por bolo.

R.: Sí, pero yo no he trabajado así, incluso en la televisión pública, por mi condición social, yo estoy en todos los marrones que sean peyorativos. Pero no estuve en el vídeo de la “ceja”, a pesar de que soy la persona más citada de los que supuestamente aparecen en él. Además no estuve porque no quise, quiero decir que me llamaron, pero no quería estar, no quería estar haciendo campaña de nadie. Cuando me quieren faltar, siempre me dicen eso, “subvencionado”, pero mi paso por la televisión pública ha sido anecdótico y no ha durado ni siquiera el contrato.

P.: ¿Cómo ve la televisión pública de ahora?

R.: No tengo una opinión formada. Tenía una opinión sobre lo que debía ser una televisión pública, sobre la mierda que llegó a ser en algún momento, pero sobre cómo está ahora, no tengo opinión. Por eso, la razón de mi desconfianza en Ciudadanos es que alteraron las reglas para que el PP pudiera conservar Telemadrid, porque el Consejo es el que decidía quién se quedaba con la TV, y Ciudadanos participó en la masacre para que se la quedara el PP.

P.: ¿No se cree la regeneración sensata de C´s?

R.: No. Ahora van a hacer un crowdfunding para financiarse. Pero si tienen más pasta.... Yo tengo un amigo que hacía campaña por Podemos, y me decía “acaban de pasar por aquí los de C’s con un cochazo”. Además, ¿no has visto las candidatas que sacan?

P.: Listísimas. Y guapas.

R.: Sí, yo siempre he creído que la inteligencia forma parte de la belleza del ser humano. Tienen un look atractivo pero distante, como de la planta de cosmética de El Corte Inglés. No tienen morbo, pero están bien.

P.: ¿Es posible hacer periodismo en La Sexta, una cadena privada integrada en el sistema?

R.: Mucha gente cree que El Intermedio es mi programa. Pero yo sólo pongo mi presencia física impactante, que es parte del tirón, y luego hay una periodista que pone la parte testimonial. De hecho, (Sandra Sabatés) es la única chica que yo he conocido que no aprovecha eso, en el sentido de que no hace publicidad, promoción… Todas las compañeras a las que les ofrecían otro tipo de trabajo o presentaciones iban. Esta nunca ha ido a nada. Además se lleva el guión a casa, lo recorta, recorta la parte de Rato y lo mete en el sobre de Rato, y yo le digo para qué coño quieres eso: ella recorta su parte, es así de seria.

P.: Así que es como el presentador del telediario. Igual se enamora de usted el Rey...

R.: Yo que él me hubiera esperado... Me invitaron a la boda del Rey, yo conocía a la Reina. No fui porque me daba vergüenza. ¿Qué hacía yo entre toda esa banda?

P.: ¿Llegan las presiones a la cadena o a El Intermedio?El Intermedio

R.: A mí no, porque soy muy bocazas y lo canto todo. Mi programa no difiere en nada de los otros medios de comunicación. Quien ha estado en un diario sabe de qué va este negocio y en manos de quién está. Los diarios independientes han desaparecido. Antes tenían cada uno su línea editorial. ABC por ejemplo, era el diario de la familia Luca de Tena, pero era independiente, como casi todos. Ahora todos son propiedad de los bancos.

P.: Ojo. ¡Nosotros no!

R.: Por eso estáis aquí, en un piso metidos, en lugar de en un edificio de cristales cojonudo. Antes los periódicos eran independientes. Incluso El País tenía muchos socios, pero era independiente, y mira lo que hoy es el Grupo PRISA, una mierda en medio de una corporación gigantesca. Y ya nadie sabe quién es el dueño. Lo más alucinante es que la mayoría tienen unas pérdidas abrumadoras. ¿Por qué se meten ahí las empresas sabiendo que es dinero a fondo perdido? Compran el periódico con otra intención que la de informar; es un poder que tienen y que usan cuando les es necesario Por ejemplo, cuando murió el señor Botín, el que no le dedicó 25 páginas, le dedicó 14... Eso sí, ni una sola letra de que hacía trampas jugando a las cartas de pequeño, ¡y resulta que era el número uno de la lista Falciani, el primer evasor fiscal de este país! Coño. Eso es una noticia...

P.: En Cinco Días se abrió la edición de 24 páginas a 48: 25 dedicadas a él.Cinco Días

R.: Para tomar cañas todo el mundo vale. Cuando te quedas sin un duro es cuando las cosas se ponen difíciles sólo hay tres personas a las que puedas recurrir. Pues la información no pudo recurrir a nadie.

P.: ¿Por eso los editoriales de El País se parecen a los de ABC o los de La Razón?El PaísABCLa Razón

R.: Pero no tanto por proximidad sino porque están de prestado. Cuando llegue el momento gordo, se hará lo que diga el jefe. Por ejemplo, la indemnización que le dieron a Pedro. J. Ramírez, unos dicen 14 millones de euros... La gente olvida que él no era el propietario, era el director; nunca se ha indemnizado a alguien por dejar de ser director. El diario El Mundo no va a sacar 14 millones de beneficio ni en los próximos 500 años, ¿por qué le pagan esa indemnización a un señor? Porque están comprando otra cosa que no tiene nada que ver con la información; es gente que no tiene nada que ver con la información y compra medios para tener su espacio de poder ahí.

P.: ¿Hemos retrocedido en pluralidad informativa?

R.: En eso sí, pero esto es como cuando construyen una urbanización en medio de un antiguo arroyo. El agua busca su sitio. Hay gente que se refugia en pisos y monta espacios digitales. Y eso no se puede parar. Mientras haya medios para comunicar, habrá gente que comunique. Aquí lo que han surgido son espacios como infoLibre, o como CTXT, donde la gente se entera de lo que pasa, si quieren. Y aquí volvemos al origen de la pregunta, ese es el éxito del programa nuestro; es la primera vez que en prime time se hace un experimento así. Los expertos parten de dos premisas: el espectador es tonto y si no ya nos encargaremos nosotros de que lo sea; la segunda es que en prime time la gente viene cansada de trabajar, no quiere problemas y lo que quiere es ver cómo perder una hora en una hora. Sin embargo, aquí, la primera vez que se hace esto, resulta que funciona espectacularmente. Al final, la gente quiere saber. ¿Por qué tiene éxito El Intermedio? Porque nunca se había hecho y, en segundo lugar, porque podemos dedicar tiempo a las noticias. La estrategia para no contar de los informativos es que las escaletas son cerradas. Y tienen que dedicar dos minutos al caso Rato y al incendio de un monte, y claro no les da tiempo a explicarlo con claridad. Todos hacen lo mismo. Conclusión, todos roban. Y no es así. Empezamos hace diez años con un 0,1, y funcionamos porque nacimos con la cadena. Si no, ya se lo hubieran fulminado. Fuimos creciendo con ella. Dio tiempo suficiente para que el programa se asentara. Tú te pones a hablar del Tribunal de Cuentas, por ejemplo, y resulta que le dedicamos 17 minutos a explicarlo e hicimos el récord de audiencia de esa temporada. La conclusión a la que se llegó es que el Tribunal de Cuentas no vale absolutamente para nada, y que lleva cinco años de retraso en todo, que es justo el tiempo de la prescripción de los delitos. Es un sitio donde gente muy bien pagada coge las cosas para meterlas en el cajón. Pues esto le encantó a la gente saberlo...

P.: Curioso que un programa que empezó como entretenimiento esté sustituyendo el papel de la prensa como creadora de opinión.

R.: Sí, es así, tiene de positivo que se da en un espacio que no le corresponde, en prime time, y cuando los diarios desaparecen del mercado... Un profesor que tuve me llevó un día a la universidad y me di cuenta de que nadie llevaba un periódico debajo el brazo. Cuando yo iba a la universidad todo el mundo lo llevaba. Y era un momento previo a Internet. Le pregunté y me dijo, “no, aquí absolutamente nadie lee el periódico”. Ahora imagino que saben que la Universidad no sirve para nada...

P.: ¿El programa ha ido evolucionando a una visión más política?

R.: El programa iba a ser de entretenimiento: un repaso a los otros medios. Cómo daban las portadas del día, cómo se trataban los temas... Con una entrevista... Pero yo no me veía cómodo entrevistando a personajes a los que he odiado toda mi vida. Yo no soy periodista. Y la información que me interesa es la que yo creo que hay que dar, la otra no me interesa. De hecho, hay diarios que no son tal, son órganos de propaganda de alguien. Me dicen que yo soy igual pero al revés y a mí eso me molesta. No cuando lo dicen sobre mí, pero cuando se lo hacen por ejemplo a Iñaki Gabilondo, y la gente de los medios lo comparan con Jiménez Losantos. Lo dicen como si los dos tienen la misma razón pero desde otro punto de vista, no señor. Uno miente sabiendo que miente y manipula. Aquí el problema es que la teoría de la conspiración no se la creía nadie de los que la hacían. Y durante tres años fue portada. Yo nunca había ido a juicio por estas cosas. Pero se empezaron a meter con mi familia, con mi padre, hicieron una especie de dosier absurdo, que hizo Encarna Sánchez. Todo porque yo estaba en Telemadrid, y a ella le habían dicho que no. La llevé a juicio y dijo que todo me lo había inventado: que los programas que aporté los había hecho con imitadores. Esto es la chusma, la gentuza del periodismo... El exportavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez y Hermann Tertsch decían que yo era el primer cocainómano de España y, es más, que era un camello. Claro, mezclaron cosas porque camello y drogadicto es mala combinación. O cocainómano o pisos. Viene bien para quitarte de las drogas, porque cualquier día te hacen un análisis y te destrozan. Nos reímos pero este señor ha sido portavoz del gobierno de mi país...

P.: Mientras eso pasaba, la Gürtel ya funcionaba. Y Rato...

R.: Si Rato no es presidente del Gobierno es porque no quiso. Yo me he leído las memorias de Aznar. Cuenta que le ofreció la presidencia del Gobierno a Rato y Rato le dijo que no, y cuando le dijo "presidente ahora estoy preparado", pues ahora ya no, ese es el nivel de gilipollez de estos tíos. Y de arrogancia. Me ha dicho que no, pues ahora pongo al tonto. Aznar quería montar José Luis Moreno y los muñecos. Y Aznar sabía perfectamente a qué se dedicaba Rato, y si no lo sabía, peor. Hizo lo que Esperanza Aguirre con la Púnica. Aguirre tenía un expediente así de gordo, le echó un vistazo, le preguntó a Paco (Granados) si era verdad, Paco dijo que no y lo echó a un lado.

P.: ¿Hay posibilidades de que este país cambie realmente? En las municipales, por mucho que se haya ocultado, se produjo un cambio histórico. ¿Eso puede ocurrir en las generales, donde el único que da miedo es Podemos?

R.: Este país es muy especial: es el único donde el fascismo triunfó y se quedó 40 años. Este país lleva el acojono en el ADN. Y eso ha permitido que estén aquí quienes están. Italia es otro mundo... En ningún otro país podría seguir un presidente que ha mandado mensajes a un delincuente en la cárcel. La cara dura está muy relacionada con el mundo de la construcción. Cemento armado. Por otro lado, el que vota a Manuela Carmena para el ayuntamiento puede que no la votara en las generales, porque el público está acojonao. Pero realmente la única posibilidad de cambio viene por ahí. En las europeas, cuando surgió Podemos, IU triplicó su voto: nadie lo destacó porque a nadie le da miedo, no es un peligro real, porque están en el sistema. El viernes pasado estrenamos el documental en Barcelona, y vino Ada Colau. Se quedó tomando unas cañas hasta las cuatro y luego nos acompañó al hotel. No me imagino a Ana Botella haciendo eso. Es un ser casi sobrenatural

P.: Deberíamos promoverla para presidenta del Gobierno.

R.: ¡Eso sería un candidato! Tanto en Madrid como Barcelona al día siguiente de las municipales, se pararon los desahucios. Y uno se hace preguntas: PP, PSOE, IU... Esta gente lleva años y años con proyectos de ley, incluso sacaron un código de comportamiento para la banca –por supuesto no vinculante–. Cuánto tiempo, cuánto dinero gastado y llega una señora ¿y lo para en 24 horas? ¿Cuál era la realidad? Nos han llevado a una capea. Se habían metido en una vía muerta, sabiendo que era una vía muerta y han estado años circulando en esa vía. Y luego llegan dos señoras y lo paran en 24 horas. ¿Qué hicieron? Se fueron a hablar con los banqueros y con los jueces. Y los dos estuvieron de acuerdo: y lo pararon. A los bancos no les interesa llevarse mal con esta gente. Hay que hacerlo. Y los ciudadanos que votamos queremos que esas cosas se hagan. Por ahí puede venir un cambio.

P.: ¿Colau entonces le ha convencido?

R.: Me parece alucinante. Para mí que esa mujer sea alcaldesa es un milagro. Yo había estado con ella poco tiempo antes de que fuera elegida alcaldesa y era una freak, prototerrorista, antisistema, totalmente denostada y boicoteada en la televisión, donde no podía salir de ninguna manera. De hecho estuvo en una tertulia donde cada vez que iba subía la audiencia y la hicieron fija, pero cuando alguien vio lo que decía ya estaba bien la broma, y entonces no volvió a salir en ninguna televisión. Cuando presentó su candidatura tampoco. Entonces me llamó y me dijo: “Échame una mano, tú conoces gente en las televisiones. Vamos número 1 en intención de voto y no nos sacan en ningún sitio”. Y a pesar de eso los ciudadanos la han votado. ¿Sabes qué pasa? Cuando la escuchas de lo primero que te das cuenta es de que tiene una verdad. Esto parece sencillo pero si alguien la tiene a veces no la cuenta. Hoy se ha montado un follón porque Puig ha dicho algo de nación que no concuerda con lo que dice la dirección general de su partido. Esta es la mierda de política que tenemos: no se puede decir nada. Los periodistas extranjeros cuando vienen alucinan: hace poco me entrevistaba un periodista de la BBC y me hablaba de la corrupción y yo le dije “mira, aquí puedes hacer lo que quieras, incluso estar imputado. Si no es por una cosa muy flagrante o muy visible incluso puedes continuar en política, aquí tenemos incluso gente que ha sido condenada y luego se les rehabilita. Pero hay una cosa que no puedes hacer: llevarle la contraria al jefe. Ese día eres un cadáver político”. Y él me hablaba de su Parlamento, donde por lo visto, el tío que miente en sede parlamentaria y le pillan no le dejan entrar. No es que no vuelva a ser diputado, es que no le dejan entrar a la cafetería. Aquí, en este país, un porcentaje amplísimo no llegaría a jurar el cargo porque ya han mentido. Esta es la gran diferencia, y volvemos a lo de antes: esta gente tiene una gran verdad y la dice. Tú estás sentado delante de Ada Colau y, aparte de que estoy de acuerdo 100% con lo que dice, es que es alucinante escuchárselo decir.

P.: Y este pánico que están produciendo en el sistema algunos políticos nuevos. ¿Usted lo nota en su cadena, por ejemplo?

R.: Totalmente. Yo creo que mi cadena no sólo no hace propaganda de Podemos, sino lo contrario. Pero tú creas el mito y a partir de ahí ya no vale la opinión. Es decir, “La Sexta es una cadena que hace propaganda de Podemos”, esto lo dicen todos los medios que no son afines –o sea, todos– y Alfonso Guerra. Y a mí esto me preocupa porque Guerra lo que quiere decir en realidad es que no salgan. Pero yo no soy partidario de silenciar a la gente. Yo no silenciaría a nadie. Venimos del fascismo que incluye una parte sado-maso muy grande y que algunos cineastas han retratado muy bien. Cuando oyes a Esperanza Aguirre y dices: “¿qué hace esa tía ahí?,¿por qué miente con ese descaro?. Es impresionante esa profesionalización; cuando era en blanco y negro era diferente pero ahora en color no se ponen colorados nunca, les digan lo que les digan; es acojonante. A pesar de que dicen lo que piensan, a veces ganan en votos y al día siguiente piensas “Sólo por lo que ha dicho esta tía ya debería estar fuera”. Si ves el minutado te das cuenta de que no están todo el día los de Podemos en La Sexta. Es mentira. Salen puntualmente en algún programa y a las tertulias les llevan por dar espectáculo, igual que llevan a Marhuenda...

P.: O sea, todo por la audiencia.

R.: Sí, y ahí los meten y no es un espacio agradable, porque se da mucho ese mal estilo del periodismo de correaje y cartuchera. Cuando estos señores dejan de ser una cosa folclórica, y dejan de dar lustre moderno a los programas porque vienen del 15-M y la gente empieza a hacerles caso, la cosa cambia. Porque estos señores no han llamado a esas puertas. En cambio, yo sí me imagino a Albert Rivera llamando a la puerta del Banco Sabadell, y que le reciba en presidente diciéndole: “Dame un abrazo, tronco ya era hora de que un joven demócrata venga aquí a sacarnos las castañas del fuego, porque estos tienen la caspa de Franco aquí... Tú vas a ser el futuro de España, de eso me encargo yo”.

P.: ¿Piensa que Rivera es el candidato de los bancos?

R.: Sí. Los otros también. Pero este está claro. Cuando el presidente del Banco Sabadell dice: “Necesitamos un Podemos de derechas”... ¿Lo necesitamos quién? Pues ahí lo tienes, un Podemos de derechas; ¿y estos quiénes son?, yo creía que solo nos administraban las cuentas...

P.: Una pregunta de un lector de CTXT: ¿cuál es la mayor presión del poder que os ha llegado a la redacción de El Intermedio?El Intermedio

R.: Yo es que no estoy ahí... Yo sólo capitalizo una parte del presupuesto importante y me llevo todo el mérito...

P.. Algo le habrá llegado. ¿Los guionistas los elige usted?

R.: No. Yo no elijo nada. Es que nos hemos saltado la parte evolutiva del programa. Efectivamente empezó como un programa de entretenimiento, que iba a ser de chusma pero, conforme avanzaba, fue tomando cada vez más espacio la parte de información. Y de repente pasó de semanal a diario. Y la parte informativa era lo que interesaba: la gente quiere saber.

P.: ¿Y qué le parece que los periodistas presten su voz y su imagen para espacios publicitarios en la televisión?

R.: Esto es una cuestión muy personal. Se gana una pasta con eso. Yo personalmente no hago publicidad. Eso es muy curioso: a mí antes me llamaban mucho y hace años que no me llaman. Pero yo cuando hago televisión, no hago publicidad.

P.: ¿Pero no le han llamado por qué? ¿porque se ha radicalizado?

R.: Sí, supongo que me ven ya como un ser controvertido. Probablemente a un sector le haría gracia y a otro no. Mi amigo Fernando Trueba hizo un discurso que estuvo muy bien, la gente se rió y aplaudió mucho, pero al día siguiente en los titulares se sacó de contexto y se convirtió en un discurso “antisistema”. Era una cosa graciosa y pretendía ser graciosa y se convirtió en un alegato sobre los principios fundamentales de Trueba. Pero en cualquier caso, la frase destacada era “yo no me siento español ni cinco minutos al año”. Yo vengo de un mundo donde todos decían esto. Es más: el que decía que se sentía español, en mi entorno era tachado de gilipollas, porque español llevaba implícita una cantidad de cosas que era portador de valores eternos. Bueno, pues este señor ha dicho eso ahora y se ha armado un pifostio… Y ahora los vecinos le ponen el himno nacional por la ventana. Yo hay una cosa que he dicho siempre y que a la gente le hace mucha gracia, pero lo digo completamente en serio: aquí hay un mito que vivimos, que es el gran mito de la transición que consiste, no en lo que se hizo o se dejó de hacer, sino en que el 20N, con Franco, murieron los 40 millones de franquistas. ¡Pero si no lo entierran en el Valle de los Caídos, todavía habría cola! Si no eres consciente de eso, estás perdido.

P.: Pero eso pasaría también en Alemania, si pudieran irían a ver la tumba de Hitler...

R.: Me alegra que me hagas esa pregunta. Justo esta Semana Santa he estado en los Alpes alemanes, que es justo donde Hitler vio la luz y dijo “voy a ser nazi”. Allí él, Hitler, tenía un chalet (luego ya el Partido Nacional Socialista le regaló una mega casa que tenía debajo un búnker de 40 metros). Bueno, pues como la gente empezó a ir ahí, y como vieron que iba la gente allí, le metieron 40.000 toneladas de dinamita y lo volaron para acabar con peregrinaciones absurdas y en su lugar han puesto un punto de información del nacionalsocialismo. Esa es la gran diferencia con el Valle de los Caídos. Aquí siempre se habla de lo mismo, de que todos asesinaron, pero en YouTube podemos ver a Queipo de Llano diciendo que había que violar a las republicanas.

P.: Cataluña. ¿Hay un pacto entre las élites para que nunca sea independiente?

R.: Mi respuesta es: si sigue el PP, lo será. Dice Rajoy que hay que hacer pedagogía. El lunes se procesa a Mas y el jueves se aprueba una reforma constitucional para meterlo en la cárcel. La reforma del TC no es que no haya habido debate, es que no ha habido diálogo: todo ello con mayoría de escaños, pero no de votos. A eso ellos lo llaman pedagogía. Cuando Aznar llegó al poder, BNG y ERC eran residuales; cuando lo deja, los dos estaban gobernando en sus respectivas autonomías. Y también dijo, sobre Ibarretxe, que mientras él fuera presidente, allí no iba a pisar. Eso le va bien a Aznar y a Ibarretxe... El TC declaró inconstitucionales 30 artículos del Estatuto de Cataluña que están en el Estatuto de Andalucía... Nosotros no hemos tratado bien ese asunto. Hemos tenido una línea completamente anti independencia. Pero acabo de estar en Gerona y me quieren muchísimo. Y a mí los catalanes me caen muy bien. Yo si votara, prefiero que no, prefiero que me ayuden a echar a estos, así somos más, pero no por su bien. Si me proponen un mundo ideal, sin PP, sin Audiencia Nacional, sin Tribunal Supremo, sin Constitucional, y sin toda esta mierda, me parecería bien. Además se junta el agravante de que el gobierno central allí es residual, es como si a nosotros en Madrid nos gobernara un partido como, yo qué sé, Herri Batasuna. El otro día vino Borrell y nos dijo que no podrían ser europeos. Porque necesitarían unanimidad y nosotros jamás se lo daríamos. O sea, que se trata de revancha. ¿Cuánto aguantaría Europa diciendo que no, porque Madrid no quiere? España siempre votaría en contra, pero Cataluña evidentemente es Europa.

P.: ¿Como ve la Europa de Merkel?

R.: Aquí hay una élite hegemónica que es Alemania, que es quien tiene la pasta y manda callar. Esto no es una cuestión de socios, somos otra cosa. ¿Aliados? No lo sé. Los socios están embarcados en el mismo proyecto. Y aquí no lo estamos. El líder de la patronal alemana se hartó de decir que un salario mínimo de 600 euros es un freno para la economía. Pues el jefe de VW que se acaba de retirar ganaba 45 millones de euros en un año, dice que 600 euros por trabajar 8 horas es mucho. Pero esto no es casual, ha coincidido que los liberales se han hecho así. Yo vengo de un mundo donde se decía: eres más tonto que un obrero de derechas. Sostengo esa tesis al cien por cien. Por primera vez, el mundo ha entrado en una involución. Yo he vivido la mejor época de la humanidad: la de mis padres y la de mis abuelos eran una puta mierda; en mi época había una ebullición y una ilusión por vivirla: el 68, la liberación de la mujer, etcétera. Yo, por ejemplo, terminé la carrera y ya era un adulto: hoy hay jóvenes de 37 años que no pueden crecer, porque si crecen van a entrar en una frustración.

P.: ¿Cómo juzga la Transición?

R.: Yo revisaría cosas. Nadie ha dicho que todo fue una mierda. Pero hace poco estuve con Rodríguez Ibarra y es de los que están muy indignados: decía que habría que ver quién tenía huevos de hacer una transición mejor con las pistolas apuntando, ¿Qué consiguieron apuntando? ¿En qué momento Fraga, padre de la Constitución, se metió ahí? Fraga fue facha de niño. Yo a Ibarra le decía: es que ésa es la respuesta. Así se hizo, tutelada, acojonada y apuntada con armas, según cuentan los que la hicieron. Pero ahora si en esta casa hubiera goteras, qué hacemos, ¿la arreglamos, no? "No, es que esta casa la hizo mi padre…". Bueno, pues pon un barreño y estamos con agua hasta los tobillos.

P.: Ahora se habla de un nuevo consenso constitucional; se diría que quieren integrar la corrupción en el nuevo sistema.

R.: Frente a eso hay gente que habla de un proceso constituyente, que es darle la vuelta a esto. Yo entiendo por qué el PNV no votó la Constitución, hay un artículo que dice que el Ejército garantiza la unidad del Estado español. Yo quitaría ese artículo. Constantemente el Gobierno dice que se cumplirá la ley, pues eso sería sacar los tanques en Barcelona...

P.: ¿Cree que la izquierda debe hacer la confluencia?

El Gran Wyoming: la Puerta del Sol el 14 de abril de 1931

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R.: No lo sé, a mí me gustaría lo que fuera más efectivo. Pero no lo sé. Por ejemplo, en Barcelona, Podemos con ICV ha sacado menos votos, es una cosa muy complicada. A mí me parece bien, desde el punto de vista de la efectividad, el PP ha ganado porque captaba todos los votos de los franquistas, etc… y diciendo que eran de centro. A mí me llaman radical de izquierdas, y habría que saber si soy de izquierdas. Si tú crees en el sistema público y en los servicios sociales, eso te convierte directamente en un rojo. Yo esto no lo digo por ser rojo, lo digo por egoísmo. Vamos hacia un mundo de caníbales. Estados Unidos es un modelo que a mí me da miedo. Hubo un día en que unos grandes almacenes de Washington hicieron una campaña: armas por juguetes. Ese año hubo más muertos en Washington que en Sarajevo, que estaban en guerra. Hay millones de personas que viven y trabajan ahí, y van a trabajar acojonadas. Ese es el mundo al que quieren ir y yo no. La paz social tiene un coste. Y no lo digo porque sea rojo, sino porque soy egoísta.

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