El estallido de la operación Lezo pilló al Partido Popular y al Gobierno en plena negociación con las fuerzas políticas en busca de apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para este año. Y el primer trámite parlamentario, el debate de las enmiendas de totalidad, les pilla en plena ebullición del escándalo, con el expresidente madrileño Ignacio González en la cárcel y con Esperanza Aguirre fuera de cualquier responsabilidad política. Este miércoles y jueves el Congreso de los Diputados celebra el pleno de totalidad y los conservadores asumen que los partidos de la oposición van a poner sobre la mesa los escándalos de corrupción que afectan al PP para "erosionar" a Mariano Rajoy.
En ello coinciden fuentes del Gobierno y del PP consultadas por infoLibre, que recuerdan que la semana pasada Unidos Podemos anunció una moción de censura para derribar a Rajoy. Una iniciativa que la formación de Pablo Iglesias pretende llevar hasta el final aunque no disponga de los votos necesarios para que salga adelante.
Para esta iniciativa, Unidos Podemos necesita un acuerdo con elPSOEsi se tiene en cuenta que, para que salga adelante es necesaria mayoría absoluta: 176 diputados. Además, necesita presentar un candidato alternativo.
En el Gobierno aseguran que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está acostumbrado "a todo tipo de debates parlamentarios" y va "preparado" para dar réplica a todos los grupos. Consideran que cada grupo parlamentario quedará "retratado" ante su electorado en este debate.
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El Ejecutivo continúa así intentando trazar una barrera entre los escándalos de corrupción que afectan al partido que lo sustenta y su gestión de las instituciones. Nadie niega en el PP y en el Gobierno que escándalos como el que ha aflorado a raíz de la investigación del caso Lezo preocupan y hacen daño a las siglas del partido. Pero intentan pasar página señalando que ya se han tomado todas las medidas para que esto no vuelva a ocurrir en el futuro, que la Justicia funciona y que este caso en concreto "ha visto la luz" porque Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP, dio la voz de alarma ante la situación del Canal de Isabel II.
Además, consideran que los ciudadanos piden a los políticos que dejen de echarse "los trastos a la cabeza" y hablen de políticas concretas, de educación, de sanidad, de dependencia, de servicios sociales...
El pleno en el que se debatirán las enmiendas de totalidad arranca este miércoles a las 12.00 con la presentación del texto por parte del titular de Hacienda. A las 16.00, la sesión se reanuda con los representantes de los grupos parlamentarios. Primero será el turno de los responsables de las siete enmiendas de totalidad (Nueva Canarias, EH Bildu, Compromís. PDeCAT, ERC, Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y el PSOE). El plazo para la presentación de las mismas concluyó el pasado viernes.
El acuerdo con el PNV, muy cerca
El jueves a las 9.00 horas se reanuda la sesión con el uso de la palabra de los grupos que no lo hayan tenido el día anterior. Después, cierra el ministro y se procede a votar las enmiendas registradas. Si alguna es aprobada, el proyecto regresa al Gobierno. De lo contrario, el texto prosigue con la tramitación parlamentaria.
El hecho de que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) no presentase una enmienda a la totalidad después de que el propio Rajoy mediara en las conversaciones trasladó bastante optimismo a los conservadores, que necesitan sus cinco escaños para derribar las enmiendas de totalidad. Al PP le basta con reunir 175 escaños. Uno menos de los que necesitará para sacar el texto adelante una vez superada la fase de enmiendas. A día de hoy, el PP cuenta con el apoyo de Ciudadanos y con Coalición Canaria.
Al cierre de esta edición, los nacionalistas vascos no daban por cerrado el acuerdo todavía, pero no ocultaban que las conversaciones con el Gobierno estaban "muy avanzadas".
En este contexto, en el Gobierno rechazaban este martes trasladar un mensaje triunfalista. Entienden las fuentes consultadas que la votación será tan "apretada", "tan ajustada", que no es prudente pensar en la siguiente fase de las cuentas públicas.
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Si en un momento determinado de las negociaciones el PP llegó a asegurar que estaban buscando también el apoyo del PSOE, ahora, a las puertas del debate, asumen el 'no' y circunscriben la enmienda a la totalidad presentada a la "situación interna" de los socialistas. El PSOE está en plena campaña de las primarias para elegir secretario general, cuya votación se celebrará el 21 de mayo.
De pasar el primer trámite parlamentario esta semana, los grupos tienen hasta el 5 de mayo de para la presentación de enmiendas al articulado. A partir de ahí se produce el debate en ponencia y en Comisión. Ésta tendrá que tener listo antes del 26 de mayo un dictamen, que ha de ser elevado a pleno entre el 29 de mayo y el 1 de junio. El texto que salga del Congreso deberá continuar su tramitación en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta.
De llegar hasta la última fase, los conservadores creen que podrán contar con el apoyo del diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo, ya que entonces serán necesarios los 176 diputados que otorgan la mayoría absoluta de la Cámara. Quevedo ha registrado en esta fase una enmienda a la totalidad y en el PP confían en "convencer" a Nueva Canarias en la fase de enmiendas al articulado. En las elecciones generales, Quevedo se presentó en una lista de coalición con el Partido Socialista.
El estallido de la operación Lezo pilló al Partido Popular y al Gobierno en plena negociación con las fuerzas políticas en busca de apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para este año. Y el primer trámite parlamentario, el debate de las enmiendas de totalidad, les pilla en plena ebullición del escándalo, con el expresidente madrileño Ignacio González en la cárcel y con Esperanza Aguirre fuera de cualquier responsabilidad política. Este miércoles y jueves el Congreso de los Diputados celebra el pleno de totalidad y los conservadores asumen que los partidos de la oposición van a poner sobre la mesa los escándalos de corrupción que afectan al PP para "erosionar" a Mariano Rajoy.