Iglesias participará en la definición de los objetivos anuales del CNI y tendrá acceso a su seguimiento y evaluación

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La incorporación de Pablo Iglesias a la comisión que sirve de nexo entre el Gobierno y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), a petición del presidente Pedro Sánchez, según él mismo contó en una entrevista en TVE, dará al líder de Unidas Podemos la oportunidad de participar en la definición de los objetivos anuales del espionaje español y acceso al seguimiento y evaluación que periódicamente lleva a cabo el Ejecutivo de sus actividades.

La inclusión de Iglesias en la comisión delegada de Inteligencia reconoce su peso político dentro del Gobierno de coalición a pesar de que su departamento —Derechos Sociales y Agenda 2030— no tiene competencias relacionadas con riesgos o amenazas que afecten a la independencia e integridad de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones, que son precisamente los asuntos sobre los que focaliza su trabajo el CNI. Y extiende su presencia en órganos clave del funcionamiento del Ejecutivo, algunos formales y otros informales, de acuerdo con el diseño de coordinación con el que los socios de Gobierno quieren garantizar el correcto funcionamiento de los ministerios y minimizar el riesgo de discrepancias.

La de Inteligencia es una de las siete comisiones delegadas que integran los órganos colegiados del Ejecutivo, una lista de la que forman parte también la de asuntos Económicos, la de Política Científica, la de Igualdad, la de Asuntos Culturales, la de Asuntos Migratorios y la de Seguridad Nacional. En todas ellas tienen su sitio departamentos del Gobierno bajo la responsabilidad de Unidas Podemos, con la única excepción de la de Seguridad Nacional.

Para que Iglesias pueda sentarse en la comisión no será necesaria ninguna reforma legislativa. Al Gobierno le bastará actualizar el decreto que regula su composición, algo que según algunos medios tendrá lugar en el Consejo de Ministros de este martes.

En la comisión delegada tenían asiento hasta ahora cinco miembros del Gobierno: Carmen Calvo, vicepresidenta y ministra de la Presidencia, que la preside, y los ministros de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior y Economía (Arancha González Laya, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Nadia Calviño). La entrada de Iglesias ampliará a seis la lista de miembros del Ejecutivo presentes en este órgano.

También acuden a las reuniones —además de la directora del centro, la recién nombrada Paz Esteban,nombrada que interviene en calidad de secretaria— otros dos altos cargos: Iván Redondo, director del Gabinete y principal asesor estratégico de Pedro Sánchez, y Rafael Pérez Ruiz, secretario de Estado de Seguridad y mano derecha de Grande-Marlaska.

Iglesias siempre ha mostrado interés en el CNI. En el año 2016, y anticipando una negociación con el PSOE que después no se produjo, reclamó para Podemos una vicepresidencia de la que dependiese este organismo. La formación morada en general y su líder en particular no ocultan sus suspicacias sobre los servicios de inteligencia del Estado —no sólo el CNI, también los de la Policía y la Guardia Civil— a la vista de las evidencias que apuntan a la utilización de funcionarios públicos, durante la etapa de Mariano Rajoy, para fabricar pruebas contra ellos que desacreditasen sus propuestas políticas y laminasen sus posibilidad de llegar a formar parte del Gobierno.

La Directiva de Inteligencia

Ahora tendrá la oportunidad de contribuir a fijar las tareas del centro y a conocer de primera mano su trabajo. Entre las misiones de la comisión en la que estará el líder de Unidas Podemos está velar “por la adecuada coordinación de todos los servicios de información e inteligencia del Estado” —incluidos los servicios de información de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y los órganos de la Administración civil y militar— y proponer al presidente del Gobierno los objetivos anuales del CNI que han de integrar la llamada Directiva de Inteligencia. Como miembro del Gobierno e igual que el resto de los ministros, Iglesias ya tenía acceso a esa directiva, que tiene carácter secreto, porque es el Ejecutivo el que tiene que aprobarla cada año.

En cualquier caso, el CNI tiene capacidad para trasladar al presidente del Gobierno —sin pasar por la comisión delegada— las informaciones, análisis, estudios o propuestas necesarios para “prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones”.

En el Congreso de los Diputados existe además una comisión, presidida por Meritxell Batet y con presencia de los portavoces de todos los grupos —lo que incluye a Unidas Podemos—, cuya misión es también conocer “de los objetivos de inteligencia establecidos anualmente por el Gobierno y del informe que, también con carácter anual, elaborará el director del CNI de evaluación de actividades, situación y grado de cumplimiento de los objetivos señalados para el período anterior”.

Esta comisión parlamentaria tiene acceso al conocimiento de materias clasificadas, con excepción de las relativas a las fuentes y medios del Centro Nacional de Inteligencia y a aquellas que procedan de servicios extranjeros u organizaciones internacionales, de ahí que sus miembros estén obligados a guardar secreto sobre las informaciones y documentos que reciban.

Los nombres clave de la comisión de inteligencia del Gobierno serán, pues, Carmen Calvo, Pablo Iglesias e Iván Redondo. Los tres acuden también a la reunión semanal que cada lunes repasa agendas y fija prioridades en la Moncloa —conocida como la reunión “de maitines”— bajo la presidencia de Pedro Sánchez. En ella también participan los ministros José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, María Jesús Montero, portavoz del Gobierno, y Salvador Illa, secretario de Organización del PSC, además de Adriana Lastra, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Miguel Ángel Oliver, secretario de Estado de Comunicación, y Juanma del Olmo, secretario de Comunicación de Unidas Podemos y director de Comunicación de Iglesias en la Vicepresidencia Segunda.

Lastra, Redondo, Oliver, Del Olmo y dos altos cargos de absoluta confianza de Calvo son también el eje sobre el que pivota la recién constituida comisión de coordinación PSOE-Unidas-Podemos creada para tratar de resolver las discrepancias que puedan surgir en la acción de Gobierno.

A este entramado de órganos compartidos hay que sumar un elemento más de coordinación que, en opinión de miembros del Gobierno con los que ha hablado infoLibre, ha resultado decisivo en las primeras semanas de funcionamiento de la coalición: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias mantienen "un contacto constante y muy fluido", en persona, por teléfono y mediante mensajes de texto, que sirve para poner en común posiciones, intercambiar puntos de vista, engrasar asuntos atascados o fijar prioridades que tienen mucho que ver con el quehacer diario de los diferentes ministerios.

La actividad de cada departamento, más aún en un Gobierno de coalición pero también en uno monocolor, no se realiza de forma aislada sino que en muchas ocasiones afecta a otros ministerios. Resolver esos solapamientos exige un contacto constante que Sánchez e Iglesias tratan de resolver con el objetivo de que el trabajo de los ministros, que tiene como guía el pacto PSOE-UP, pueda avanzar.

Al frente del CNI, que depende del Ministerio de Defensa, el Gobierno ha situado a Paz Esteban (Madrid, 1958), que ya era su directora desde que en julio de 2019 el general Félix Sanz pasó a la reserva y que acumula 30 años de trabajo en el organismo. En su toma de posesión Esteban asumió la tarea de “liderar el proyecto de transformación digital” del centro, “que no se limitará a la transformación tecnológica y afectará a todos los sectores de actividad del servicio”. “Queremos dar un salto cualitativo que incrementará nuestra eficacia en un entorno de seguridad que cada vez es más complejo y que nos exige nuevas respuestas que pongan en valor la Inteligencia al servicio del Estado”, añadió.

La incorporación de Pablo Iglesias a la comisión que sirve de nexo entre el Gobierno y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), a petición del presidente Pedro Sánchez, según él mismo contó en una entrevista en TVE, dará al líder de Unidas Podemos la oportunidad de participar en la definición de los objetivos anuales del espionaje español y acceso al seguimiento y evaluación que periódicamente lleva a cabo el Ejecutivo de sus actividades.

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