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El juez que ordenó la detención del exdictador de Chad: “La historia me puso frente a él y tenía que acusarle”

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El 30 de mayo de 2016 un tribunal especial creado por la Unión Africana (UA) declaró al exdictador de Chad Hissène Habré culpable de crímenes contra la humanidad, violación, esclavitud sexual forzada, homicidio voluntario, práctica masiva y sistemática de ejecuciones sumarias, secuestro de personas, torturas y actos inhumanos, por los cuales cumplirá cadena perpetua.

infoLibre entrevista al magistrado de Senegal Demba Kandji (Thiés, 1955), que en febrero de 2000 fue el primero en ordenar la detención del sátrapa africano, considerado culpable de la muerte de alrededor de 40.000 personas, y que según la investigación judicial habría participado él mismo en los delitos. El dictador Habré vivía en Senegal desde 1992, año en el que fue desplazado del poder por un golpe de Estado en su país. Pero el 26 de enero de 2000 la querella de siete víctimas permitió que el expresidente de Chad abandonara su retiro dorado.

Las acciones legales, interpuestas en Dakar, la capital de Senegal, recayeron ante el juez Demba Kandji, que apenas unos días después, el 3 de febrero, ordenó la detención de Habré. "La historia me puso frente al dictador y yo estaba obligado a acusarle de crímenes contra la humanidad", asegura el magistrado en Madrid, ciudad en la que ha hecho escala tras participar junto al exjuez Baltasar Garzón y la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado (en un vídeo grabado) en unas jornadas sobre justicia universal en la sede de Nueva York de las Naciones Unidas.

Kandji, que ahora es presidente de la Corte de Apelación de Senegal, tuvo que sufrir las consecuencias de una decisión sin precedentes en África, pero que sí se había adoptado en España, y en concreto por el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón contra el dictador de Chile Augusto Pinochet. Quizá por ello, en el mundo de derecho internacional se conoce al magistrado Kandji como el Garzón africano.

Pregunta. ¿Qué opina del papel que ha desempeñado la justicia universal en España?

Respuesta. "España está en el origen de la lucha contra la impunidad por la vía del mecanismo de la justicia universal. Ese fue el caso del dictador Pinochet y de otros dictadores de América del Sur que han sufrido la persecución de la justicia española por medio de la justicia universal.

El juez de Senegal Demba Kandji. 

P. ¿Entonces la decisión de España fue importante para que usted arrestara al dictador de Chad?

R. "El papel de España fue importante, pero no hay que olvidar que los Estados son sujetos de derecho internacional y normalmente estas decisiones no tienen su origen en una decisión de los jueces, sino que España tiene detrás una convención contra la tortura, y Senegal tiene la misma convención contra la tortura de 1984.

P. Pero esa convención no se cumplía...

R. "Hoy en día está bien visto hablar de jurisdicción universal, pero todo tiene su origen ahí, en la convención de la ONU de 1984 contra la tortura, que obliga a los Estados firmantes a buscar a los torturadores y juzgarles, y eso fue lo que obligó a Senegal [a detenar al dictador] y es lo que ha obligado finalmente a juzgar a Hissène Habré".

"En este caso concreto Bélgica, que también forma parte de la convención, vino a exigir que se juzgara a Hissène Habré y Senegal lo ha juzgado, y nosotros hemos abierto un proceso con Bélgica y delante de la Corte Internacional de Justicia, es la Ley, es nuestra obligación".

P. ¿Pero quién fue el primer juez que hizo eso?

R. "Fue España el primer país que lo hizo y Baltasar Garzón el primer juez".

P. Pero en África fue usted…

R. "Sí. Senegal lo ha hecho, porque las víctimas siguieron a Habré hasta territorio senegalés. Y le llevaron delante de los jueces y el caso recayó en mí. Y la historia me puso frente a esa persona y había que acusar a Hissène Habré".

P. Al final fue un juez concreto el que lo ha hecho. Había que ser valiente…

R. "Yo creo que es algo más que el valor. Habría que hacerlo desde un punto de vista moral. No era importante que Senegal no tuviera siquiera una legislación interna al respecto. Senegal estaba obligado por el derecho internacional a perseguir a esa persona".

P. Esa decisión ha supuesto un aviso a todas las dictaduras africanas.

R. "Lo que está claro es que con las detenciones de estas personas la comunidad internacional está lanzando un mensaje a los dictadores del mundo: que es que pueden acabar como Pinochet o Habré. Estos dos procesos han hecho recular la impunidad. Hoy en día cualquier presidente que tome el poder en contra de la voluntad popular puede pensar que la Corte Penal Internacional puede perseguirle en cualquier parte. La historia ha hecho una filigrana con Pinochet y con Habré, y por eso la impunidad ha reculado con fuerza por la repercusión de esas tentativas de perseguirles".

P. Tanto el caso de Pinochet como el de Habré han sufrido importante interferencias, por lo que ha costado varios años llevar a los dictadores ante los tribunales.

R. "Si uno se sitúa en la época en la que se adoptaron esas decisiones judiciales, lo importante fue el acto de perseguirles, porque eran unas decisiones bastante fuertes para esas fechas, que constituían una advertencia contra todas esas personas que se creían por encima de la ley. Todavía hoy en África hay tensión, porque los dirigentes están bajo la amenaza de ser sancionados por la vía internacional".

P. No era normal que una persona acusada de matar a unas 40.000 personas en Chad se paseara por las calles de forma impune.

R. "Habré no podía escapar de la justicia cuando había evidencias de sus crímenes. Una prueba de ello es el proceso penal que se ha seguido en Senegal, y que ha finalizado con la condenado máxima: la cadena perpetua. Y eso demuestra que sí debía ser juzgado por sus responsabilidades. Y otra cosa, África debe reflexionar sobre los medios que se dedican a luchar contra la impunidad. Los tribunales deberían dotarse de medios, porque no veo bien estar pendiente de la magnanimidad de los otros para llevar adelante un proceso judicial. Los países africanos deberían haber aportado un presupuesto suficiente. Pero esto no fue lo que pasó en este proceso, porque hemos juzgado a Habré después de haber recibido fondos de varias partes. ¿Lo podríamos haber hecho si hubiera un caso simultaneo como el de Habré en Malí o en Costa de Marfil? Yo creo que no". 

P. ¿Se puede luchar contra el yihadismo desde la jurisdicción internacional?

R. "No es para nada difícil luchar desde el derecho contra el terrorismo, porque el yihadismo es terrorismo. Es un crimen contra la humanidad porque se trata de un ataque sistematizado contra la población civil. En realidad el yihadismo corresponde con toda la definición de crimen contra la humanidad. Pese a que los Estados suelen ver esos crímenes como un problema doméstico, yo creo que la Corte Penal debería investigarlos. No hay que olvidar que en muchos casos los criminales se trasladan por los territorios de los estados fallidos. Los países afectados no son sólo los que han sufrido el ataque. Además, si una víctima o un terrorista está relacionada con un estado fallido, la Corte Penal Internacional puede declararse competente". 

P. Pero en Europa hay quien dice que la solución sólo puede venir de una intervención militar...

R. "Las intervenciones militares no tienen la misma repercusión de un proceso legal y público. La justicia es lo contrario a las actividades militares, que tienen que llevarse a cabo de forma confidencial. Yo pienso que la Ley es mucho más pedagógica para la población. Y eso permite educar en el sentido del respeto a la Ley y de la promoción de los derechos del hombre".

P. Usted asegura que España es un referente internacional en la lucha contra los crímenes contra la humnidad, pero todavía hay miles de muertes sin investigar de la dictadura franquista.

R. "Yo creo que los que han muerto de forma injusta por causas políticas no descansarán jamás en paz si no hay una discusión real que lleve a la reconciliación. Es un deber para las sociedades, que como España han vivido eso, organizar no un proceso estandar y convencional, sino que podría ser un comite de la verdad y la reconciliación sobre las circunstancias que causaron la muerte de estas personas. Todo con la intención de reconciliar a los españoles, porque no se puede lograr la paz en una colectividad si no se pasa por la justicia. La justicia es la que crea la paz".

El juez Demba Kandji. 

"Pero hay que destacar el rol terrible que tiene que jugar la justicia en relación a los crímenes cometidos en el pasado por las dictaduras. Ese rol  siempre había sido llevado por los historiadores. Se decía, te dejo delante del tribunal de la historia, y de eso se encargaban los historiadores, que testimoniaban los crímenes. Pero ahora es la justicia la que realiza esa función y eso es terrible para ella, ya que hay que buscar pruebas sobre hechos que se han cometido hace 40 o 50 años. Este es uno de los principales motivos por los que yo abogo por los comités de reconciliación".

P. Precisamente ahora la justicia universal se ha convertido en una especie de boomerang que ha vuelto a España desde Argentina, ya que una jueza de este país es la que investiga los crímenes cometidos por el franquismo.

"Está claro que cuando se inicia un proceso se debe continuar hasta el final. Pero no conozco bien el tema de Argentina, aunque está claro que este país ha sido emblemático por los crímenes innombrables que se cometieron allí, como por ejemplo las personas que fueron lanzadas desde los aviones. Esas cosas son las que han hecho que en los años 70 y 80 las ONG y los activistas de los derechos humanos se movilizaran, lo que fue muy importante en la lucha contra la impunidad.

P. ¿Sabe que el Gobierno ha limitado la justicia universal de los tribunales españoles a los casos relacionados con España y sus ciudadanos?

R. "Pero sin embargo sí se puede utilizar la competencia universal personal pasiva y activa, es decir, los casos en los que hay ciudadanos españoles. Por ejemplo Bélgica, país que estuvo en el origen de la detención del dictador de Chad, tuvo la misma dificultad que España. El Gobierno de Bruselas promovió la competencia universal integral de sus tribunales, y eso provocó un aluvión de denuncias de todo el mundo. Pero ahora los jueces de este país son solo competentes cuando se trata de un ciudadano belga que es víctima en el extranjero, o que ha cometido el crimen. Esto pasó por las presiones de EEUU e Israel. Eso prueba de que este problema no es exclusivo de España, que tiene unos intereses económicos y comerciales".

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"Pero es un combate que se ha comenzado y hay que continuarlo. Esta ley contra la delincuencia y la criminalidad internacional no se abandonará jamás. No se hablará más de impunidad. Las cosas ya no serán jamás como antes. No habrá más dictadores sanguinarios que provoquen masacres y se libren de forma impune de haberlas cometido. Hoy en día hay una justicia convencional encarnada por la Corte Penal Internacional, y hay que ser ambicioso y optimisma de que veremos una justicia universal total".

P. ¿Usted está aquí en Madrid, pero viene de Nueva York, qué ha hecho allí?

R. He estado en la ONU gracias a una invitación de la Fundación Internacional de Baltasar Garzón (Fibgar). Participé junto a Baltasar Garzón en un encuentro denominado La jurisdicción universal: de Núremberg a nuestros días, que se ha desarrolladoa iniciativa de un grupo de trabajo encabezado por la Misión Permanente de Costa Rica, y en la que ha participado también el Instituto Auschwitz. Allí hemos hablado de este tema en relación a África y del mecanismo de la Corte Penal Internacional.

El 30 de mayo de 2016 un tribunal especial creado por la Unión Africana (UA) declaró al exdictador de Chad Hissène Habré culpable de crímenes contra la humanidad, violación, esclavitud sexual forzada, homicidio voluntario, práctica masiva y sistemática de ejecuciones sumarias, secuestro de personas, torturas y actos inhumanos, por los cuales cumplirá cadena perpetua.

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