El campo de golf de Chamberí, la polémica infraestructura deportiva parte del parque de Canal, en Madrid, vuelve a sufrir otro varapalo por parte de la justicia. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha estimado el recurso de la asociación Parque Sí Chamberí que pedía anular el plan especial que elaboró la Comunidad de Madrid en 2013 para legalizar el complejo, tras años fuera de la ley. La sentencia ordena restablecer la parcela, en la que se ubica un depósito del Canal de Isabel II, "a su estado físico anterior a la ejecución de las obras". Consulte aquí el dictamen de la sala.
Los magistrados consideran, al hilo de anteriores pronunciamientos del mismo TSJM y del Tribunal Supremo, que las necesidades de zonas verdes y equipamientos deportivos del distrito madrileño no justifican que el proyecto se salte el plan urbanístico de la ciudad. No es de interés general, como la institución autonómica ha argumentado en varias ocasiones para legalizar la infraestructura. "Los intereses generales han quedado desplazados por el interés particular de la legalización, con claro desvío de poder", reza el dictamen de la sala de lo Contencioso-Administrativo.
Además de las irregularidades urbanísticas, las sospechas de nepotismo se han cernido sobre el proyecto desde que vio la luz en la capital española. El expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, votó a favor como presidente del Canal de Isabel II de la adjudicación de la explotación del campo de golf en 2007 a un consorcio formado por tres empresas. Una de ellas, Tecnoconcret, era propiedad de un socio tanto del hermano como del cuñado de González. La compañía no tenía experiencia en el sector.
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Poco después, Tecnoconcret vendió sus acciones en el consorcio a 30.000 euros, cuando había puesto de capital inicial 3.600 euros, y Pablo González y José Juan Caballero, hermano y cuñado respectivamente del expresidente, se hicieron con la mayoría del capital de la empresa. Caballero, además, era uno de los "promotores de proyectos"promotores de proyectos de la empresa Only Golf Planning and Design, que fue subcontratada por ACS para diseñar y construir el campo de golf.
En materia urbanística, el camino tortuoso del campo de golf de Chamberí arranca en 2002, cuando el Canal de Isabel II y el ayuntamiento de la capital firman un convenio urbanístico para construir un parque de uso público en los terrenos del depósito. En 2006, la empresa de aguas solicita al consistorio un cambio en la licencia para construir el recinto para la práctica del golf y varias pistas de pádel, lo que la corporación municipal deniega. Un año después el Gobierno de Aguirre decide declarar la obra de interés general para saltarse el veto, una declaración anulada tanto por el TSJM en 2010 como por el Supremo en 2012.
En 2013 la comunidad vuelve a aprobar otro plan especial para legalizar el complejo, esta vez con el visto bueno del ayuntamiento. Y, de nuevo, en 2016 el TSJM lo anula, aunque aún cabe recurso. La protesta vecinal ha reivindicado durante todos estos años que el parque fuera simplemente un parque. Ese es el destino que propuso la Junta Municipal de Chamberí en diciembre del pasado año. La proposición salió adelante con los votos de Ciudadanos, PSOE-M y Ahora Madrid.
El campo de golf de Chamberí, la polémica infraestructura deportiva parte del parque de Canal, en Madrid, vuelve a sufrir otro varapalo por parte de la justicia. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha estimado el recurso de la asociación Parque Sí Chamberí que pedía anular el plan especial que elaboró la Comunidad de Madrid en 2013 para legalizar el complejo, tras años fuera de la ley. La sentencia ordena restablecer la parcela, en la que se ubica un depósito del Canal de Isabel II, "a su estado físico anterior a la ejecución de las obras". Consulte aquí el dictamen de la sala.