Ya hace tiempo que Izquierda Unida desahució al Gobierno de Mariano Rajoy. Es más, tiene en marcha desde hace meses una campaña para empujar su salida. Pero Cayo Lara sabe que duele aún más en el piel del presidente si la petición se hace en sede parlamentaria, revestida de toda solemnidad. El coordinador de IU y presidente de Izquierda Plural le dijo a Rajoy que se fuera en el debate del estado de la nación. Y se lo dijo hoy otra vez, cuando el presidente defendió su Plan Nacional de Reformas. “Ya que pide sugerencias, se lo vamos a reiterar. Dimita y convoque elecciones generales. Es el mejor servicio que puede hacer a esta España que se desangra. No sufra más tomando medidas que no le gusta adoptar, deje de adoptarlas y así se acabará también su sufrimiento”.
La intervención de Lara en el Congreso estaba desnuda de complacencia y lejana a toda disposición de acuerdos. Acusó a Rajoy de incumplir su programa, de hundir aún más al país, de "castigar a los más débiles", conformarse con los 6,2 millones de parados, de estar atado a los "poderes extranjeros". Frente al "fracaso" de sus políticas, para las que el presidente pide "un acto de fe", el líder de IU opuso las movilizaciones ciudadanas y las alternativas para combatir el desempleo contenidos en un plan que entregó al final de su discurso al jefe del Ejecutivo en su escaño. Un texto de más de 20 páginas que contiene 22 medidas encaminadas a rebajar el paro al 12% en tres años, creando 3,4 millones de puestos de trabajo, y cuyo desglose ya adelantó ayer infoLibre.
El Gobierno, "con su resignación", "mata la esperanza colectiva de un país que no se merece que se le gobierne con tanta insensibilidad y tanto desprecio", y que "no soportará en silencio esta situación desgarradora". Lara se centró en la terrible cifra de desempleo, y esgrimió una convicción que recorre IU desde hace ya varios meses: "Cualquiera diría que usted no quiere crear empleo. Pero mucha gente pensamos que no quiere crear empleo, porque su política responde a la CEOE y a la troika". Busca, dijo, un "ejército de parados pobres" que presione a la baja los salarios", un "indigno e inhumano objetivo". "Este es el mayor escrache que se está haciendo a la clase trabajadora", un "acoso violento" que está generando "desintegración social, desesperación y suicidios".
"No quieren un pacto, piden apoyos inquebrantables"
Lara se congratuló del estallido ciudadano, de las mareas blancas y verdes, de la huelga sanitaria en Madrid (ayer) o de la jornada de protesta contra la reforma educativa de José Ignacio Wert (mañana). Y recordó con quién están unos y otros: "Usted, señor Rajoy, tiene un pacto de sumisión con la troika. Nosotros, con la gente, con los parados, con los estafados por las preferentes".
Izquierda Plural ya ha repetido en varias ocasiones, que la alternativa no pasa por un acuerdo nacional sin más, por un pacto de Estado por el que clama Alfredo Pérez Rubalcaba, como se volvió a ver hoy. Máxime cuando el Gobierno no tiene intención de moverse "un ápice" de sus políticas. "Ustedes no quieren un pacto, piden apoyos inquebrantables porque no tienen nada que ofrecer, porque no les dejan. Porque no pueden" por su atadura al diktat extranjero.
Frente a la "locura neoliberal", Lara le expuso sucintamente su alternativa, que no contempla "aumentar el déficit ni la deuda", y que comprende medidas nada "maximalistas" ni "radicales": reforma tributaria progresiva que acabe con un sistema que beneficia a los grandes evasores y a los "patriotas que tienen cuentas en Suiza" –eso iba por Luis Bárcenas–, "actuación decidida" contra el fraude, derogación de la reforma laboral y del nuevo artículo 135 de la Constitución, un programa de empleos verdes, blindaje de los servicios públicos, facilidades de crédito para pymes y autónomos o la garantía de que todo ciudadano disponga de un empleo, o una formación remunerada o una renta básica para poder vivir.
Rajoy, "receptivo", pero no cambiará "de rumbo"
Para ello, añadió, hace falta "voluntad política para enfrentarse al poder económico con mayúscula". O rectificación o lo que pide IU: dimisión de Rajoy y nuevas elecciones.
El presidente dijo sentirse "receptivo", pero también se mantuvo en sus trece: "No voy a cambiar de rumbo, no porque me empecine, sino porque creemos que hacemos lo más razonable". Insistió en que hay datos positivos y en que si el Ejecutivo sigue su senda de "reducción del déficit y reformas estructurales" se llegará a fomentar el empleo. "Es una enorme falsedad" que el Gobierno no quiera crear puestos de trabajo, respondió algo airado. Por descontado, hizo caso osmiso a la solicitud de dimisión.
Ya hace tiempo que Izquierda Unida desahució al Gobierno de Mariano Rajoy. Es más, tiene en marcha desde hace meses una campaña para empujar su salida. Pero Cayo Lara sabe que duele aún más en el piel del presidente si la petición se hace en sede parlamentaria, revestida de toda solemnidad. El coordinador de IU y presidente de Izquierda Plural le dijo a Rajoy que se fuera en el debate del estado de la nación. Y se lo dijo hoy otra vez, cuando el presidente defendió su Plan Nacional de Reformas. “Ya que pide sugerencias, se lo vamos a reiterar. Dimita y convoque elecciones generales. Es el mejor servicio que puede hacer a esta España que se desangra. No sufra más tomando medidas que no le gusta adoptar, deje de adoptarlas y así se acabará también su sufrimiento”.