La larga lista de representantes públicos pillados al volante bajo los efectos del alcohol

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"A mí no me gusta que me digan no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohíbo beber vino". Con estas palabras, pronunciadas en un acto organizado por la Academia del Vino de Castilla y León, el expresidente del Gobierno José María Aznar cargaba en 2007 contra las campañas de la Dirección General de Tráfico que buscaban concienciar a la población española de los riesgos que conlleva coger el volante bajo los efectos del alcohol

Múltiples campañas de concienciación que, al parecer, han pasado desapercibidas para la vicepresidenta y portavoz de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, que el pasado viernes fue retenida por la Guardia Civil a la altura de Morales del Toro (Zamora) después de haber dado positivo en un control de alcoholemia. La número dos del Ejecutivo autonómico, según informó el diario La opinión de ZamoraLa opinión de Zamora, dio 0,77 en la primera prueba y 0,72 en la segunda, estando los máximos establecidos por ley en 0,25 mg/l en aire espirado y 0,5 g/l en sangre. Valdeón, por tanto, triplicaba la tasa permitida.

Sin embargo, el caso de la vicepresidenta de Castilla y León no es el único entre políticos. En los últimos años, más de una veintena de representantes públicos, a uno y otro lado del arco parlamentario, se han encontrado en la misma tesitura que la dirigente conservadora. Algunos de ellos dimitieron tras conocerse el escándalo. Otros, continuaron en su puesto como si no les importase haber puesto en riesgo no sólo su seguridad sino la del resto de conductores. Aunque la lista negra es extensa, infoLibre repasa los casos más sonados de políticos sorprendidos ebrios al volante.

PP: concejales, alcaldes y portavoces

Uno de los últimos escándalos conocidos salpicó en diciembre de 2015 al PP madrileño. El entonces diputado y expresidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echevarría, duplicó la tasa de alcohol permitida por ley –el máximo es de 0,25 mg/l en aire respirado y 0,5 g/l en sangre– al dar 0,64 en una prueba que le realizaron tras un accidente de tráfico ocurrido en la A-6. "Le puede pasar a cualquiera en estas fechas", señaló entonces en un comunicado en el que pedía perdón a la conductora contra la que chocó y anunciaba su dimisión irrevocable.

También en diciembre, pero en este caso de 2013, fueron pillados ebrios al volante la concejal del PP en el Ayuntamiento de Alcorcón (Madrid) María Pilar Araque y el alcalde conservador del municipio tinerfeño de San Juan de la Rambla, Tomás Mesa. La primera, que arrojó una tasa de 0,70 mg/l, atropelló en Nochebuena a una anciana de 78 años. El segundo, con 1,6 mg/l, provocó tres heridos en un accidente de tráfico. Araque presentó su dimisión sólo un día después de lo ocurrido. El canario, sin embargo, se aferró al cargo a pesar de haber sido condenado por la justicia. El PP, un mes después, inició el proceso de expulsión del regidor tinerfeño.

Unos meses antes, en mayo de ese mismo año, el exportavoz del Ejecutivo de José María Aznar, el conservador Miguel Ángel Rodríguez, fue detenido tras cuadruplicar la tasa de alcohol al volante. El periodista dio una tasa de 0,99 mg/l de aire espirado tras colisionar en el centro de Madrid contra tres coches estacionados. Unas horas después de aquello, y tras prestar declaración, el expolítico pedía disculpas a través de las redes sociales: "En estas horas tan terribles necesito pedir perdón a las tres personas cuyos coches dañé ayer y a la sociedad por mi mal ejemplo", escribió en su cuenta personal de Twitter.

Pero, de los múltiples casos dentro del PP, sin duda el que más ruido hizo fue el del diputado conservador Nacho Uriarte en febrero de 2010. El que en ese momento era vocal de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados provocó un accidente en el centro de Madrid mientras conducía bajo los efectos del alcohol. "Es un error humano", aseguró tras conocerse la noticia. El parlamentario arrojó en el test de alcoholemia una tasa de 0,52 mg/l. Unos días después de lo sucedido, Uriarte decidió dejar su cargo en la comisión. El presidente de la misma, Emilio Olabarría (PNV), recordó que "tiene una función pedagógica" y que sus miembros debían "proyectar una imagen de buenas prácticas".

PSOE: cargos relacionados con la seguridad vial

De igual manera que el diputado del PP, también tenía un cargo relacionado con la seguridad vial cuando fue pillado mientras conducían bajo los efectos del alcohol el socialista Manuel García, concejal de Tráfico del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), que fue sometido a un control de alcoholemia rutinario que reveló un índice de 0,51 mg/l. La portavoz del Ejecutivo municipal, María José Borge, reconoció el incidente y aseguró que García ya había abonado la "sanción administrativa" que le impusieron por infringir la normativa, recordando también que el concejal no había incurrido en un "delito contra la seguridad de tráfico" al no superar la tasa "exigida para esa consideración". No dimitió.

Además de García, en las filas socialistas también fueron descubiertos con unas copas de más mientras circulaban el exalcalde de Siero (Asturias) Juan José Corrales, que triplicaba la tasa; la concejal de Juventud y Formación del Ayuntamiento de Mahón (Menorca), Indaura Gil, que la duplicaba; el alcalde de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), Fernando Zamora, que la duplicaba también; o Juan María Calles, concejal socialista en el Ayuntamiento de Castellón. El primero dimitió y pidió disculpas. El resto se aferró al cargo. Sin embargo, en el último caso, la presión del PSPV obligó a Calles, que triplicó la tasa de alcoholemia, a dejar la federación socialista.

La vicepresidenta de Castilla y León cede y renuncia al cargo tras su positivo en un control de alcoholemia

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Un juez y los nuevos partidos

Tampoco se libran de estos escándalos ni los nuevos partidos ni el sector de la Justicia. Uno de los últimos casos conocidos fue el del concejal de Ciudadanos en el municipio malagueño de Vélez-Málaga, José Antonio Moreno. El edil fue pillado el pasado mes de mayo conduciendo con una tasa de alcohol de 0,9 mg/l, más del triple del máximo permitido. Moreno se resistió a abandonar su acta y el partido de Albert Rivera acabó expulsándole. El caso fue similar al que la formación naranja vivió casi un año antes con su portavoz municipal en Valladolid, Jesús Presencio, que también triplicaba el índice permitido.

En el ámbito judicial, fue muy sonado el caso del magistrado del Tribunal Constitucional Enrique López, muy cercano al PP. El juez fue pillado sin cascos y ebrio a lomos de su motocicleta por el centro de Madrid. López cuadruplicó la tasa de alcoholemia después de que la policía le parase por saltarse un semáforo en rojo. En concreto, el magistrado arrojó en el primer test un índice de 1,12 mg/l, una cantidad que unos minutos más tarde, en una segunda prueba, se redujo hasta 0,98 mg/l. Tras el escándalo, presentó su dimisión en el tribunal de garantías.

"A mí no me gusta que me digan no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohíbo beber vino". Con estas palabras, pronunciadas en un acto organizado por la Academia del Vino de Castilla y León, el expresidente del Gobierno José María Aznar cargaba en 2007 contra las campañas de la Dirección General de Tráfico que buscaban concienciar a la población española de los riesgos que conlleva coger el volante bajo los efectos del alcohol

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