El Partido Popular tiene la mirada puesta en el 5 de marzo, el día en el que creen que Pedro Sánchez fracasará en la segunda votación de investidura. A partir de ahí, señaló el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, "procederemos a un nuevo escenario político". Un nuevo escenario en el que los conservadores piden al PSOE la misma generosidad que ahora se les pide a ellos desde Ciudadanos para que se abstengan.
Pero nada más lejos de las intenciones de Mariano Rajoy. Cuando el día después de las elecciones dijo que no iba a votar un Gobierno diferente al que él encabezara lo decía convencido y así se mantendrá, según recalcó Maíllo en rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. "Los 123 diputados del Partido Popular nunca van a servir de costaleros de Pedro Sánchez", mantuvo.
En la misma línea que otros de sus compañeros de partido, Maíllo sostuvo que el pacto firmado por PSOE y Ciudadanos no es un acuerdo de investidura ni de Gobierno. "Podrá ser un acto de prepotencia política, podrán ser muchas fotos [...] un brindis al sol, un engaño masivo a los ciudadanos...". Muchos calificativos para algo que finalmente calificó de "postureo y muchísimo teatro".
El dirigente conservador se mostró convencido de que la firma del acuerdo entre Sánchez y Ciudadanos puede servir de "propaganda política" para sus protagonistas, pero de nada más.
Además, aprovechó para hurgar en dos heridas. Del PSOE criticó la pregunta que planteará a la militancia: "Tenemos la sensación de que con esa pregunta tan genérica Pedro Sánchez puede dejar tirado a Ciudadanos en cualquier momento", deslizó. Y de Rivera criticó, "con todos los respetos", "que suele cambiar de opinión con bastante frecuencia".
A juicio de Maíllo, el hecho de que el pacto PSOE-Ciudadanos no tenga fecha de caducidad no "invalida" la candidatura de Mariano Rajoy. También mantuvo que su partido no se arrepiente de no haber llegado a un acuerdo con Albert Rivera, como sí ha conseguido Sánchez porque ellos también lo buscaron.
Mociones en los Ayuntamientos
Los conservadores intentan dar una respuesta política a uno de los cinco puntos en los que PSOE y Ciudadanos están de acuerdo. Según informó el PP en un comunicado el martes, la formación conservadora va a presentar mociones en todos los ayuntamientos de España para defender las diputaciones provinciales. Se trata de una iniciativa coordinada por Javier Arenas, vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos.
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Arenas explicó que “el acuerdo de Ciudadanos y el PSOE ofrece serias dudas en cuanto a su constitucionalidad, al amparo del artículo 141 de nuestra Carta Magna”. A su juicio, “este acuerdo pone de manifiesto un ataque frontal a los municipios españoles, y de forma muy especial a los pequeños ayuntamientos”.
El vicesecretario del PP considera que “las diputaciones son imprescindibles para miles de ayuntamientos de España”. “Es falso que supongan un problema financiero, y además el coste de los servicios que prestan, de suprimirse, tendrían que asumirse por otras administraciones”, subrayó.
“Sánchez está dispuesto a entregar la vertebración territorial de España para satisfacer su ego político”, concluyó.
El Partido Popular tiene la mirada puesta en el 5 de marzo, el día en el que creen que Pedro Sánchez fracasará en la segunda votación de investidura. A partir de ahí, señaló el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, "procederemos a un nuevo escenario político". Un nuevo escenario en el que los conservadores piden al PSOE la misma generosidad que ahora se les pide a ellos desde Ciudadanos para que se abstengan.