El enfado es mayúsculo. En La Moncloa no ven creíbles los argumentos de Ferrovial para trasladar su sede a Países Bajos y apuntan a los “intereses personales” de Rafael del Pino para pagar menos tributos.
Fuentes de Moncloa rechazan la “ridícula” decisión de Ferrovial, una compañía emblemática que ha generado su riqueza gracias a décadas de adjudicaciones de las administraciones públicas.
Y niegan la excusa dada por Ferrovial de falta de seguridad jurídica. De hecho, en el entorno del presidente ponen en valor que en los indicadores internacionales sobre marco regulatorio España está por encima de Holanda. En lo que sí gana Amsterdam, apuntan las fuentes, es en una menor presión fiscal.
En La Moncloa remarcan que alli la compañía pagará menos impuestos, y a la vez también sus dueños. Por lo que atribuyen esta salida a intereses personales, ya que allí Del Pino no tendría que pagar el impuesto a grandes fortunas, aprobado el año pasado por el Ejecutivo de coalición.
El modo de actuar no es “serio” por parte de Ferrovial, opinan en La Moncloa, que dicen que Ferrovial sólo intentó comunicarlo al presidente el martes por la tarde ya tomada la decisión por parte del Consejo de Administración.
Finalmente se produjo una conversación entre Del Pino y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, el miércoles por la mañana, en la que se expresó claramente el rechazo del Ejecutivo.
Ferrovial gana dinero “a espuertas”
“Las empresas serias no lo anuncian así”, comentan en el círculo de Sánchez. Además, insiten en no creerse las razones dadas por Ferrovial cuando “gana dinero a espuertas”. Es “empíricante falso” lo del marco regulatorio, apostillan. Son excusas, resumen.
Lo que descartan en Moncloa es un efecto contagio de otras empresas. Hacen este símil: “Las empresas no son como gacelas, que sale una corriendo y las otras van detrás”.
El Gobierno sigue estudiando esta decisión, pero no cree que se pueda parar de manera inmediata.
El Gobierno no espera que otras grandes empresas emprendan el camino “poco patriótico” de Ferrovial
Esto contrasta, a juicio de Moncloa, con la fuerte inversión extranjera que hay ahora en España. El año pasado fue de 30.000 millones de euros, algo que vendió principalmente Pedro Sánchez como un “récord histórico” en su discurso ante la élite económica en Davos.
España aboga por no agravar una carrera fiscal entre países de la UE, como ha pasado entre estados en EEUU, que ha llevado a tributaciones cero. Sánchez es un firme defensor de la armonización fiscal y de que se acabem los paraísos fiscales de facto de algunos países.
Esta es una de las ideas que va a defender Sánchez durante la Presidencia española de la UE. Con este motivo, el jefe del Ejecutivo está de gira en Irlanda, Dinamarca y Finlandia.
El enfado es mayúsculo. En La Moncloa no ven creíbles los argumentos de Ferrovial para trasladar su sede a Países Bajos y apuntan a los “intereses personales” de Rafael del Pino para pagar menos tributos.