Que el nivel de actividad de los diputados del Parlamento Europeo no es precisamente frenético es una creencia popular bastante extendida. La Eurocámara es vista a menudo como el lugar donde recalan los políticos a los que apenas les restan unos años para la jubilación. Exministros o expresidentes autonómicos han sido habituales en las listas europeas, especialmente entre las candidaturas de los grandes partidos.
Según una encuesta de la propia Cámara en torno a la percepción ciudadana de la institución, el 24% de los españoles tiene una imagen "negativa" del Parlamento, un 42% se declara "neutral", y un 69% dice que siente que su voz "no cuenta" en la Unión Europea. Al tiempo, dos de cada tres encuestados afirman que les gustaría que esta institución tuviera un papel más relevante en la toma de decisiones del que tiene hoy por hoy.
Quizá por ello en los últimos años han surgido iniciativas que fiscalizan el volumen de iniciativas de cada eurodiputado a lo largo de una legislatura, como mepranking.eu. Esa clasificación de los más y los menos trabajadores establece que, entre los diez más aplicados de la delegación española –compuesta por 54 eurodiputados–, figuran los socialistas José Blanco –que lidera el ranking– y Eider Gardiazabal (ocupa el décimo puesto); también la única representante del PNV, Izaskun Bilbao (es séptima);y el convergente Ramón Tremosa (quinto).
Sin embargo, son Podemos y especialmente la Izquierda Plural los grupos que más representantes tienen en el extremo alto de la tabla. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, es el cuarto parlamentario español con más iniciativas en la Cámara y su compañera de partido Lola Sánchez ocupa el noveno puesto. Por Izquierda Unida, figuran entre los diez más activos cuatro de sus seis eurodiputados: Paloma López (2º), Javier Couso (3º), Marina Albiol (6º) y el miembro de ICV Ernest Urtasun (8º).
Algo más abajo, hacia la mitad de la clasificación, aparecen los representantes de formaciones como UPyD y Ciudadanos, así como caras conocidas de la política española, como la ex vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano (22º entre los 54 españoles); el expresidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz (31º); o el expresidente de la Región de Murcia, también del PP, Ramón Luis Valcárcel (32º).
En el extremo bajo, ocupado por quienes tienen menor iniciativa, ocho de los diez últimos diputados por volumen de actividad en la Cámara son del PP. Entre ellos están el exconsejero de Cultura y Deportes de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, Santiago Fisas (47º); el ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera (51º); el presidente del PP en Navarra, Pablo Zalba (52º); y la exministra Pilar del Castillo (53º).
Igualmente entre los diez últimos están otros cuatro eurodiputados del PP: Antonio López-Istúriz (47º); Pilar Ayuso (48º); el que fuera portavoz del PP en el Congreso de los Diputados durante los gobiernos de Aznar (1996-2004), Luis de Grandes (49º); y Esther Herránz (última clasificada). De los 16 eurodiputados del PP, 15 figuran en la mitad baja de la tabla. También entre los diez últimos están los socialistas Ramón Jáuregui (45º) y Juan Fernando López Aguilar (50º).
Una cuestión polémica
Para Esteban González Pons, portavoz del PP en el Parlamento Europeo que ocupa el puesto 40º, "es imposible hacer un ranking de trabajo parlamentario". González Pons señala a infoLibre que "los eurodiputados españoles son todos muy activos, de los más trabajadores de la Cámara" y pone algunos ejemplos: "Los de Ciudadanos son muy activos, y también los de Podemos, aunque habrá que ver qué pasa cuando se vaya Pablo Iglesias".
En su crítica a las clasificaciones, González Pons afirma que emplean "criterios muy discutibles". Mepranking.eu tiene en cuenta los informes y opiniones en los que se ha participado, las propuestas de resolución, las declaraciones escritas, las intervenciones en el Pleno y las preguntas realizadas por escrito para obtener una respuesta. El portavoz conservador centra su crítica en estos dos últimos indicadores: según Pons, por ejemplo, "es más complicado intervenir en la Cámara cuando se pertenece a un grupo parlamentario grande que a uno con menos representantes".
Sobre las preguntas parlamentarias, el eurodiputado manifiesta que tienen demasiado peso y que, frente al límite de cinco preguntas al mes que impuso la Cámara comunitaria, algunos parlamentarios "se lo saltan para subir en la clasificación". González Pons concluye que estas iniciativas pueden llegar a tener un efecto "perverso", al empujar a los eurodiputados a "dejar de lado el trabajo importante" y optar en su lugar por hacer "cosas que puntúan".
Hay algunos casos en los que figurar en la parte baja de la tabla responde a otras causas. Es el caso, por ejemplo, del eurodiputado Antonio López-Istúriz, a su vez secretario general del PP europeo y que, por ese motivo, explica González-Pons, tiene una participación inferior en la Cámara. El portavoz conservador también justifica las bajas cifras de la exministra Pilar del Castillo, de quien afirma que está enfrascada en el elaboración de un informe legislativo "muy trabajoso" con "horas y horas de trabajo" sobre el mercado digital, lo que le resta tiempo para otras cuestiones.
El exministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar (PSOE), por su parte, apunta a preguntas de este diario que figura en la parte baja de la clasificación de los eurodiputados más activos porque pasó cuatro meses apartado del grupo a raíz de la denuncia por supuestos malos tratos que se archivó el pasado julio. Aunque no llegó a estar imputado en ningún momento, dice que vivió una "situación terrorífica" y que "no puedo realizar las actividades asignadas".
López Aguilar anuncia que "a partir de septiembre retomará la actividad a máximo rendimiento" y explica que "en los primeros meses" en la Cámara, el año pasado, existían "unas posiciones de poder en el partido" y "un reparto de cartas" que le restaron posibilidades para realizar algunas iniciativas.
Esfuerzo individual
Lo que sí admite el portavoz del PP, González Pons, es que en la Eurocámara "hay más trabajo individual" que, por ejemplo, en el Congreso de los Diputados o el Senado. "Hay más facilidades y oportunidades para trabajar, porque cada eurodiputado recibe su asignación de fondos directamente del parlamento, en lugar de obtenerlos a través del grupo al que pertenece". Coincide con él la eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao, para quien los eurodiputados trabajan "mucho más de lo que parece".
José Blanco, exministro de Fomento, quien figura como el parlamentario español con más iniciativas en la Cámara, afirma que a su llegada a Estrasburgo quiso "romper con la idea de que el Parlamento Europeo es una jubilación dorada". "No vengo aquí a estar de brazos caídos. Me propuse trabajar para cumplir mis compromisos electorales y, entre otras cosas, he desarrollado varias iniciativas de carácter territorial vinculadas a Galicia y a asuntos como la pesca y la ganadería", explica a infoLibre.
Preguntado por las cifras, el diputado de IU Javier Couso señala que "es cierto que algunos eurodiputados no trabajan demasiado", aunque niega que sea su caso. Su compañera de grupo, Marina Albiol, coincide con esta impresión y apunta que "quien quiere trabajar lo hace, pero quien quiere escaquearse puede pasar una legislatura sin hacer gran cosa".
"El Parlamento es en parte un cementerio de elefantes, pero eso es una pequeña minoría", comenta la eurodiputada de Podemos Lola Sánchez. Para Sánchez son "sobre todo" los grupos de la izquierda los que aglutinan a "más mujeres y jóvenes", mientras que "entre la derecha abundan los hombres, que son clara mayoría, y la gente mayor". En esa línea, Albiol rechaza la idea de que en los grandes grupos las cifras de trabajo individual sean menos abultadas porque el trabajo esté "repartido" y dice que ocurre porque esos partidos "envían gente a jubilarse al Parlamento Europeo".
En el Pleno se pasa lista
Otro de los indicadores de la actividad de los eurodiputados es su presencia en las votaciones de los plenos. De acuerdo con los datos de votewatch.eu, elaborados a partir de las actas de votación, los 54 españoles registran una asistencia media del 89%, aunque con matices: 33 han votado en más del 90% de las ocasiones, 14 en entre el 80 y el 90%, cuatro diputados han acudido a entre el 70 y el 80% de los Plenos y tres a entre el 60 y el 70%.
Los cinco eurodiputados en activo que en menos ocasiones han votado son Esther Herránz (PP), Santiago Fisas (PP), Juan Fernando López Aguilar (PSOE), Ángela Vallina (IU) y Gabriel Mato (PP), si bien en la presente legislatura el peor dato es el de Miguel Arias Cañete: hasta que abadonó su puesto como eurodiputado para asumir la Comisaría de Energía y Medio Ambiente –los puestos son incompatibles– había votado únicamente en el 60,7% de las ocasiones.
En el otro extremo están los parlamentarios que menos citas se saltan: Clara Eugenia Aguilera (PSOE), José Blanco (PSOE), Beatriz Becerra (UPyD), Eider Gardiazabal (PSOE) y Jonás Fernández (PSOE), que ostenta la mejor cifra (99,1%). Sin embargo, nuevamente es un eurodiputado que no está ya en la Cámara quien faltó en menos ocasiones: Pablo Echenique (Podemos) asistió al 99,4% de las votaciones celebradas entre su toma de posesión y el 4 de marzo, cuando causó baja para encabezar la lista de su formación en Aragón.
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Desmitificar el ranking
Eso sí, más allá de las cifras, algunos eurodiputados piden no conceder excesiva importancia a las clasificaciones o, al menos, no tomarlas como el único indicador posible. Couso (IU), uno de los bien posicionados en ese ranking, dice que "hay cierta fiebre entre los diputados por hacer muchas preguntas [parlamentarias, por escrito] para subir puestos" y añade que, en su opinión, ese es un indicador que no debería tenerse en cuenta porque es una tarea en la que la ayuda de los asistentes de los diputados es fundamental.
"Los rankings orientan, pero no sólo es importante la cantidad, sino también la calidad", subraya Albiol. Para Sánchez (Podemos) son los informes y opiniones al Parlamento los que llevan más trabajo –"hasta cuatro o cinco meses", apunta–, mientras que las preguntas o intervenciones en el Pleno son, al menos a priori, menos trabajosas. La eurodiputada de IU también relativiza el peso de las cifras de asistencia a votaciones, porque "en muchas ocasiones hay convocadas Comisiones a la misma hora que el Pleno" y porque las sesiones también se pueden seguir desde los despachos de los eurodiputados.
Que el nivel de actividad de los diputados del Parlamento Europeo no es precisamente frenético es una creencia popular bastante extendida. La Eurocámara es vista a menudo como el lugar donde recalan los políticos a los que apenas les restan unos años para la jubilación. Exministros o expresidentes autonómicos han sido habituales en las listas europeas, especialmente entre las candidaturas de los grandes partidos.