El histórico dirigente de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, recuperará mañana martes la libertad tras 2.331 días en prisión por tratar de reconstruir la ilegalizada Batasuna a través del proyecto Bateragune "siguiendo instrucciones de ETA". Así lo estimó el Tribunal Supremo, que zanjó su condena en seis años y medio rebajando la pena de diez años que previamente le había impuesto la Audiencia Nacional. El alto tribunal alegó en su rebaja que Otegi no actuaba como dirigente de la banda, sino como mero integrante.
Abandonará la prisión de Logroño como secretario general de Sortu, cargo para el que fue elegido a pesar de su condición de preso por las bases de la formación que recogió el testigo de Batasuna. Para sus primeros minutos en libertad ya hay previsto un acto público a escasos 200 metros del centro penitenciario donde Otegi se dirigirá a sus simpatizantes desde un escenario instalado para la ocasión. Ya ha anunciado su presencia toda la plana mayor de Sortu.
Ya por la tarde, recibirá su particular 'ongi etorri' de recibimiento en su pueblo natal de Elgoibar (Guipúzcoa). Además, el 5 de marzo Otegi volverá al Velodromo de Anoeta, escenario de algunos de sus mítines más célebres en el pasado. El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha ordenado a la Policía Autónoma y a la Delegación de Gobierno en el País Vasco que vigilen su desarrollo para evitar la comisión de delitos de enaltecimiento del terrorismo.
Las elecciones autonómicas vascas están previstas para finales de este año y Otegi es una de las principales opciones con las que cuenta la izquierda abertzale (actualmente inmersa en un proceso de reflexión interno) para frenar el empuje electoral de Podemos. Pero esa posible candidatura a 'lehendakari' podría verse truncada dado que la Audiencia Nacional le impuso diez años de "inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo e inhabilitación especial para empleo o cargo público", según el fallo recogido por Europa Press.
Inhabilitado para cargo público hasta 2021
Cuando el alto tribunal le rebajó la pena en 2012, le mantuvo la inhabilitación especial acordada por la Audiencia Nacional, que fijó la imposibilidad de Otegi de ser candidato u ocupar cargo público hasta 2021. Este mismo tribunal confirmó la fecha hace unas semanas al rechazar un recurso de Otegi en contra de su inhabilitación. El preso alegaba jurisprudencia del Tribunal Supremo, según la cual, "viene indicando que deben especificarse los empleos, cargos u honores sobre los que recae" la inhabilitación.
Los partidarios de Otegi se aferran al precedente de Iker Casanova, condenado en su día por pertenencia a ETA a siete años y medio de prisión y otros tantos de inhabilitación por lo que no podía ejercer cargo público hasta noviembre de 2016. Sin embargo, en 2014 sustituyó a la parlamentaria de EH Bildu Laura Mintegi ocupando un escaño en el Parlamento Vasco.
La Asociación Dignidad y Justicia presentó una denuncia apelando a su inhabilitación, pero la Fiscalía General del Estado archivó las actuaciones porque "la sentencia no concreta en su parte dispositiva a qué concreto empleo o cargo público se refiere la inhabilitación", según la decisión del Ministerio Público publicada por 'El Mundo'.
Para reforzar la confianza de la izquierda abertzale respecto a las opciones electorales de Otegi, el pasado enero en una entrevista radiofónica, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, confirmó que la Audiencia Nacional tendría que haber especificado para qué cargos públicos estaba inhabilitado el exportavoz de Batasuna. Añadía que el Código Penal es "muy claro" en este aspecto y que el Tribunal Supremo "se ha pronunciado, en algún caso, ratificando este criterio".
No recurrió al Supremo
Según informan fuentes jurídicas, Otegi ni siquiera ha recurrido su inhabilitación al Tribunal Supremo para que fije posición sobre su posible candidatura a presidir el País Vasco, un extremo para el que antes tendrá que ser elegido por las bases de Bildu, según recuerdan desde la coalición abertzale.
Por su parte, los responsables jurídicos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ya anuncian que, en caso de que Otegi concurriese como candidato, acudirían a los tribunales para poner en valor la inhabilitación dictada por la Audiencia Nacional que, destacan, contó con el respaldo de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Según alegan, hay diferencias entre el caso de Casanova y el de Otegi porque el primero no contaba con un auto de liquidación de condena en el que se fijase la fecha de su inhabilitación. A su juicio, sólo por la existencia de ese auto de inhabilitación, la Junta Electoral debería impedir la candidatura de Otegi que, además, podría incurrir en desobediencia.
El ex portavoz de Batasuna fue arrestado un 13 de octubre de 2009 cuando mantenía una de las reuniones de Bateragune en la sede del sindicato abertzale LAB en San Sebastián. El juicio se produjo en julio de 2011 junto al resto de personas que participaban en esas reuniones: ex líder del sindicato LAB, Rafael Díaz Usabiaga, Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto. Todos resultaron condenados, pero hoy sólo Otegi y Usabiaga siguen en prisión, en las cárceles de Logroño y de El Dueso (Cantabria), respectivamente.
En la cárcel desde 2009
A lo largo de estos seis años Otegi ha seguido desde prisión acontecimientos históricos como el anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA en octubre de 2011 o la vuelta a las instituciones de la izquierda abertzale de la mano de Bildu, Amaiur o Sortu. En diversas ocasiones Otegi ha reivindicado su participación en ese desenlace de los acontecimientos.
"La labor que hemos desarrollado iba encaminada a buscar un cambio de estrategia en la izquierda abertzale: que pasara de una estrategia que combinaba una violencia armada con la lucha política, a una estrategia de corte sólo pacífico y democrático. Si eso es delito, yo soy culpable; si eso no es delito, somos inocentes", dijo Otegi en su declaración ante la Audiencia Nacional. En su turno de última palabra añadió que en ese momento, la "estrategia militar" de ETA sobraba y estorbaba.
Pese a su encarcelamiento, Otegi ha seguido presente a la hora de marcar el debate en la izquierda abertzale, especialmente en los primeros años de condena. Ha 'sacado' de prisión decenas de entrevistas --a medios de comunicación nacionales y extranjeros-- artículos y cartas además de la elaboración de un libro con sus reflexiones y una cuenta de twitter regentada por su hijo desde la que felicita el año nuevo o anuncia los días que le quedan para salir de prisión.
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Según los datos recogidos por Europa Press a lo largo de todo este tiempo ha concedido multitud de entrevistas en las que demostraba estar al tanto de los movimientos en el exterior. Entre ellas se encuentran medios de relevancia internacional como el 'Wall Street Journal', que en una conversación publicada en diciembre de 2010, Otegi afirmaba que ETA estaba dispuesta a dejar la violencia y a "ofrecer todas las garantías que sean necesarias". Sucedió menos de un año después.
En 2012 fue sancionado con 12 días de aislamiento en celda y la privación de paseo durante tres días por la grabación vía telefónica de un discurso desde el interior de la prisión que posteriormente se emitió en un acto de campaña de EH Bildu.
Su encarcelamiento ha sido objeto de críticas por parte de distintos sectores más allá de la izquierda abertzale, desde el lehendakari del PNV, Iñigo Urkullu, a dirigentes del PSOE como Eduardo Madina u Odón Elorza. El expresidente del PSE, Jesús Eguiguren le ha visitado varias veces en prisión. También el juez que le mandó a la cárcel por la operación de Bateragune, Baltasar Garzón.
El histórico dirigente de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, recuperará mañana martes la libertad tras 2.331 días en prisión por tratar de reconstruir la ilegalizada Batasuna a través del proyecto Bateragune "siguiendo instrucciones de ETA". Así lo estimó el Tribunal Supremo, que zanjó su condena en seis años y medio rebajando la pena de diez años que previamente le había impuesto la Audiencia Nacional. El alto tribunal alegó en su rebaja que Otegi no actuaba como dirigente de la banda, sino como mero integrante.