"Nuestros destinos están unidos. Ucrania forma parte de la familia europea. La agresión de Vladimir Putin es una agresión contra todos los principios que apreciamos", proclamó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la semana pasada en la cumbre de Versalles, en un intento por mostrar que la Unión Europea reacciona unida tras la invasión rusa de Ucrania.
Sin embargo, hace poco más de un año Vladimir Putin y su ejército seguían siendo buenos clientes de la industria armamentística europea. Un tercio de los Estados miembros de la UE exportaba armas a la Federación Rusa, según datos del Grupo de Trabajo del Consejo sobre Exportaciones de Armas Convencionales (COARM, por sus siglas en inglés). La información ha sido analizada por Investigate Europe, un consorcio periodístico internacional con el que colabora infoLibre.
Estos datos, procedentes de todos los registros oficiales de exportación de armas de la UE-27, muestran que entre 2015 y 2021, al menos 10 Estados miembros de la UE han exportado a Rusia armas por un valor total de 346 millones de euros. Alemania, Austria, Bulgaria, República Checa, Croacia, Finlandia, Francia, Eslovaquia, Italia y España han vendido, en diferentes grados, "material militar" a Rusia. El concepto "material militar" es amplio y puede incluir misiles, bombas, torpedos, armas y cohetes, vehículos terrestres y barcos.
Un embargo con agujeros
Este comercio se ha venido realizando a pesar de que un embargo de la Unión Europea prohíbe la venta de armas a Rusia desde 2014: "Se prohíbe la venta, el suministro, la transferencia o la exportación directa o indirecta a Rusia de armas y material conexo de todo tipo, incluidos armas y municiones, vehículos y equipo militar, equipo paramilitar y sus piezas de recambio, por parte de nacionales de los Estados miembros o desde los territorios de estos o utilizando buques o aeronaves que enarbolen su pabellón, procedan o no de sus territorios". Esa fue la Decisión que se produjo tras la anexión de Crimea por parte de Rusia y la proclamación de las repúblicas separatistas del Donbás. Sin embargo, en la UE el comercio de armas continuó, como muestran los datos oficiales.
Muchos de los países de la UE que exportaron armas a Rusia utilizaron una laguna legal en la normativa de la UE para continuar con el comercio. El Grupo de Trabajo sobre Exportación de Armas Convencionales del Consejo respondió a las preguntas de Investigate Europe explicando que "el embargo de armas de la UE exceptúa los contratos celebrados antes del 1 de agosto de 2014 o los contratos auxiliares necesarios para la ejecución de dichos contratos. Las cifras que usted encuentra en la base de datos deberían entrar en esta exención. Los Estados miembros son responsables de garantizar el cumplimiento del embargo de armas y de la Posición Común de la UE". Por eso, concluye el COARM, "los Estados miembros no están armando a Rusia".
Pero la conclusión no es tan sencilla. Siemon Wezeman, investigador principal del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), hace una distinción entre el comercio económico regular y las exportaciones de armas. "Las armas forman parte de nuestra política exterior, no de la política económica. Las razones políticas son lo principal".
De acuerdo con los datos del COARM, a partir de 2014 los Estados miembros concedieron más de mil licencias –autorizaciones generales para el comercio de armas–, mientras que apenas un centenar fueron rechazadas.
Francia, a la cabeza de las exportaciones
Como desveló Disclose, Francia ha vendido a Rusia material militar por valor de 152 millones de euros. Una cifra confirmada por el análisis de Investigate Europe, que sitúa a Francia muy por delante de sus vecinos, al ser responsable del 44% de las armas europeas que se exportan a Rusia.
Nuestra investigación descubrió que desde 2015 Francia ha dado su autorización para exportar equipos militares pertenecientes a la categoría "bombas, cohetes, torpedos, misiles, cargas explosivas", armas que son directamente letales, pero también "equipos de imagen, aviones con sus componentes y vehículos más ligeros que el aire".
Según Disclose, las exportaciones francesas incluyen también "cámaras de imagen térmica para más de 1.000 tanques rusos, así como sistemas de navegación y detectores de infrarrojos para aviones de combate y helicópteros de combate". El Kremlin los compró a las multinacionales Safran y Thales, cuyo principal accionista es el Estado francés. Estos equipos se encuentran ahora a bordo de los vehículos terrestres, cazas y helicópteros que operan en el frente ucraniano.
El número de licencias concedidas por Francia se disparó en 2015, inmediatamente después del embargo. En 2014, las autoridades francesas seguían dando su autorización para enviar a Rusia "agentes químicos", "agentes biológicos", "agentes antidisturbios", "materiales radiactivos, equipos, componentes y material relacionados".
Investigate Europe envió el viernes 4 de marzo una serie de preguntas al Ministerio de Defensa galo, que tardó 11 días en responder que Francia se compromete a "aplicar muy estrictamente" el embargo de 2014. Los misiles, cohetes, torpedos y bombas vendidos a Rusia en los últimos cinco años son "en una palabra, un flujo residual, resultante de contratos pasados (...) y que se ha extinguido progresivamente", asegura el Gobierno francés.
Alemania: 122 millones de euros para armas y buques
Según la información recogida por Investigate Europe, Alemania exportó a Rusia material militar por valor de 121,8 millones de euros. Esto representa el 35% de todo el comercio de armas de la UE con Rusia. Se trata principalmente de buques rompehielos, pero también incluye fusiles y vehículos de "protección especial" que se enviaron a Rusia. El Gobierno alemán no ha respondido a las preguntas planteadas al respecto.
Las exportaciones alemanas están etiquetadas como de "doble uso", por lo que incluso los políticos alemanes críticos con las exportaciones de armas y las ONG pacifistas con las que se ha puesto en contacto Investigate Europe no consideran que constituyan una violación legal del embargo.
Hannah Neuman, diputada del Partido Verde alemán en el Parlamento Europeo y miembro de la subcomisión de Seguridad y Defensa, se muestra molesta por la situación. "Cada país exporta a su antojo, necesitamos una política común en materia de exportación de armas, basada en la ley y la transparencia, con la participación del Parlamento Europeo. Estoy cansada de los acuerdos a puerta cerrada en beneficio sólo de la industria armamentística y en detrimento de la política exterior conjunta de la UE, y de la paz", denuncia.
Italia : Vehículos terrestres en el frente ucraniano
En el tercer lugar de la lista de exportadores, los datos del COARM muestran a Italia, que ha vendido a Rusia material militar por valor de 22,5 millones de euros entre 2015 y 2020. Según nuestra investigación, el primer gran contrato se firmó en 2015, cuando el Gobierno de Matteo Renzi autorizó a la empresa italiana Iveco vender a Rusia vehículos terrestres por valor de 25 millones de euros. Investigate Europe ha tenido acceso a la "autorización final" entregada por el Ministerio de Asuntos Exteriores (el ministro de entonces era Paolo Gentiloni, ahora comisario europeo). Al final, se enviaron a Rusia equipos por valor de 22,5 millones de euros. Pero los vehículos de guerra –el modelo Lince, fabricado por Iveco– fueron vistos claramente por el periodista del canal de televisión La 7 en la línea del frente ucraniano a principios de marzo. Estos vehículos fueron montados en una de las tres fábricas que Iveco tiene en Rusia, pero ensamblados a partir de piezas italianas.
Giorgio Beretta, analista del Observatorio Permanente de Armas Ligeras (OPAL) sostiene que "en la exportación de armas se trata principalmente de una decisión política, el Gobierno italiano podría haberse negado, luego ir si acaso a un pleito judicial con la empresa de armas y un juez habría tenido en cuenta la situación política y la necesidad de respetar un acuerdo europeo".
Después de 2015, el flujo de armas y municiones exportadas a Rusia desde Italia disminuyó, para volver a aumentar en 2021. Según los datos de comercio exterior de la oficina italiana de estadística, Istat, entre enero y noviembre de 2021 Italia entregó a Rusia "armas y municiones" por valor de 21,9 millones de euros, incluyendo "armas comunes" como rifles, pistolas, munición y accesorios.
¿Cómo es posible que, seis años después de la entrada en vigor del embargo, el Gobierno italiano pueda seguir concediendo licencias para tantas armas? Estas armas –fusiles semiautomáticos y munición– se vendieron al mercado civil ruso, que incluye la seguridad privada, los cuerpos paramilitares y los cuerpos especiales del Estado.
Pequeños exportadores, grandes armas
Otros Estados miembros también vendieron material militar a Rusia en este periodo, algunos de ellos tuvieron un flujo constante de exportaciones, aunque a una escala mucho menor que la de los tres principales países proveedores. La República Checa exportó "aeronaves, vehículos más ligeros que el aire, vehículos aéreos no tripulados, motores aéreos y equipos para aeronaves" cada año entre 2015 y 2019.
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Austria también siguió exportando equipo militar a Rusia cada año "armas de ánima lisa con un calibre inferior a 20 milímetros, otras armas y armas automáticas con un calibre de 12,7 milímetros" y "municiones y dispositivos de colocación de espoletas".
Bulgaria tuvo dos acuerdos, en 2016 y 2018, de exportación de "buques de guerra, equipos navales especiales (de superficie o submarinos), accesorios, componentes y otros buques de superficie" y "tecnología" para el "desarrollo", la "producción" o la "utilización" de artículos controlados en la Lista Común Militar de la UE, por un valor de 16,5 millones de euros. Finlandia, España, Eslovaquia y Croacia realizaron en cada caso una exportación a Rusia, de una cantidad mucho menor, en los años anteriores. En concreto, España vendió material que encaja en la categoría de "armas con cañón de ánima lisa con un calibre inferior a 20 milímetros, otras armas y armas automáticas con un calibre igual o inferior a 12,7 milímetros, accesorios y componentes". La operación se realizó en 2017 y el importe fue de 10.800 euros.
Pero Europa no es la única que tiene que lidiar con las contradicciones de sus exportaciones. Según los datos del SIPRI sobre el comercio armamentístico, hay un hecho aún más extraño: no fue solo la UE la que vendió armas a Rusia tras la anexión de Crimea, sino que Rusia también siguió siendo el segundo mayor mercado para las exportaciones de armas de Ucrania.
"Nuestros destinos están unidos. Ucrania forma parte de la familia europea. La agresión de Vladimir Putin es una agresión contra todos los principios que apreciamos", proclamó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la semana pasada en la cumbre de Versalles, en un intento por mostrar que la Unión Europea reacciona unida tras la invasión rusa de Ucrania.