“Ministra de Sanidad: Mónica García”. A los cuatro minutos y cincuenta y siete segundos Pedro Sánchez decía estas palabras durante su comparecencia en el Palacio de La Moncloa el pasado lunes para desvelar los nombres de los miembros de la nueva coalición. Y esto provocaba al instante, a 14,9 kilómetros de distancia, una reverberación del terremoto en la Asamblea de Madrid.
Todo cambia, como reconocen los propios partidos en la Asamblea. Todo. Y se abre un escenario en el que el PSOE quiere jugar muy fuerte, una gran oportunidad para el socialismo madrileño. Desde la federación lo tienen muy claro, como subrayan fuentes de la dirección, del grupo parlamentario y de la Ejecutiva regional.
A pesar de que el PSOE es el tercer partido, por debajo en número de escaños de Más Madrid, los socialistas consideran que a partir de ahora se convierten “de facto” en los líderes de la oposición a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. El líder del PSOE-M, Juan Lobato, se quiere convertir en la principal cara así frente al Gobierno de mayoría absoluta del Partido Popular.
El PSOE cree que Más Madrid ha tocado techo
El análisis que hacen en la dirección del PSOE de Madrid es que, además, la marcha de Mónica García supone tener mucho más foco y atención porque Más Madrid ha tenido un toque personalista en la figura de la ahora ministra de Sanidad. Incluso se va con ella al Paseo del Prado su número dos Javier Padilla, que era la otra gran figura del partido en la Asamblea. Su puesto queda en manos de Manuela Bergerot, que es una desconocida para el gran público y tiene que labrarse ahora un estilo de oposición.
“La dinámica cambia en Madrid. A partir de ahí, nuestra obsesión no es sacar diez o más escaños a Más Madrid en las próximas elecciones, sino que se vea que lideramos una mayoría alternativa a la maleducada Ayuso. Hay que hacer ver que hay proyecto y crear ilusión”, deslizan en el núcleo duro del PSOE de Madrid.
La gran meta que tienen en estos momentos en el socialismo madrileño, comentan las fuentes, es “ampliar” el espacio de votantes. Y creen que es posible por varios espectros. Por un lado, entienden que pueden recuperar sufragios que ahora están en Más Madrid, a la vez que aspiran al caladero del centro (se fijan en que hay miles de personas que se colocan en el 4,8 o 4,9 sobre diez y que no cogieron la papeleta del puño y la rosa en las pasadas elecciones del 28 de mayo).
La dirección del PSOE analiza que Más Madrid ha tocado “techo” ya, algo que creen que está detrás también de la decisión de Mónica García de marcharse de la Asamblea. Entienden que ella logró sus buenos resultados en un momento muy concreto a raíz de la pandemia y su papel de defensa de la sanidad (es médico anestesista y fue parte activa del movimiento de la Marea Blanca contra las privatizaciones del PP años antes). Añaden que el electorado también ve que es ella la que se marcha por decisión personal, como pasó con Íñigo Errejón durante su breve paso por la Asamblea de Vallecas. “Es un partido puramente regionalista y personalista. Es como si Miguel Ángel Revilla se hubiera ido de ministro”, dibujan los socialistas madrileños.
"No es un show, es constancia"
“Hay que ocupar el espacio del progresismo madrileño”, reiteran las fuentes de la dirección del PSOE de Madrid. Pero esto no quiere decir que el socialismo planee una operación para intentar comerse al partido de Mónica García, ya que creen que es indispensable que se mantenga bien para poder sumar después de unas elecciones para una investidura. Asimismo, dan por amortizado ya a Podemos en la Comunidad de Madrid (que se quedó fuera de la Asamblea el pasado 28M).
Hay otra vertiente que también comentan fuentes del PSOE regional: Más Madrid ha sido muy crítico con el Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos en algunas cuestiones durante la pasada legislatura y ahora no podrá entrar en ese terreno al formar parte directamente de la coalición surgida tras el 23 de julio con miembros socialistas y de Sumar. “Esa carta no la podrán jugar”, remachan.
En el PSOE de Madrid confían en estos momentos en que la figura de Juan Lobato se ha ido asentando en la Asamblea y ya no es un desconocido como sucedió en la pasada campaña electoral. Es la única cara de la oposición que estuvo en los debates televisivos y que queda en la Cámara, aprecian las fuentes. Pero no quieren una estrategia de “show”, inciden en el PSOE de Madrid, para ocupar ese espacio rápidamente porque su objetivo es que la ciudadanía vea su “constancia”: “Capa a capa”.
Esperan además en el PSOE madrileño que Ayuso cambie de estrategia al no tener a Mónica García en la Asamblea: “Ella también pierde porque vivía del tono del enfrentamiento. Lo tiene ahora mucho más difícil”. Reflexionan que la presidenta regional ahondará más en su estrategia contra el Gobierno de España: “Más Bildu”.
Pero creen que eso no significa que vaya a subir más Ayuso. En la dirección regional han hecho cuentas sobre las últimas elecciones: “Después del PSOE valenciano, en Madrid es donde más se ha subido en las autonómicas. ¡Y decían que era donde peor iba a ir!”. Agregan que en las pasadas elecciones generales se incrementó el número de votos en la Comunidad a pesar de la campaña de las derechas: con casi cuarenta mil votos más que en 2019.
De fontanera de Más Madrid a ariete contra Ayuso: quién es Manuela Bergerot, el relevo de Mónica García
“Hay votantes, están ahí, aunque estemos influidos por los medios de derechas. Luego miras, y claro que hay voto progresista”, trasladan las fuentes, que reiteran que el gran objetivo es “construir un proyecto sobre sólido, hay cimientos”. “La gente tiene que ver que el cambio va a pasar, no es cuestión de un ratito. Esto va de seriedad”, remarcan en el PSOE.
Por eso, su apuesta va por temas del Estado del Bienestar, desde la educación y la sanidad pasando por la dependencia y las residencias. Además, están introduciendo cuestiones en la Asamblea como el impulso de una comisión sobre el uso de móviles, tecnologías y redes sociales en la infancia y en la adolescencia.
La acción política del PSOE de Madrid tendrá mucho en cuenta la lucha contra el retroceso de derechos LGTBI que está proponiendo el PP de Madrid a través de una proposición de ley por vía de urgencia. Y siempre con la vista puesta en que Isabel Díaz Ayuso está siempre más pendiente de la política nacional y de las cuestiones de Génova 13, sin descartar un paso más allá en el cuestionamiento del liderazgo de Alberto Núñez Feijóo.
“Ministra de Sanidad: Mónica García”. A los cuatro minutos y cincuenta y siete segundos Pedro Sánchez decía estas palabras durante su comparecencia en el Palacio de La Moncloa el pasado lunes para desvelar los nombres de los miembros de la nueva coalición. Y esto provocaba al instante, a 14,9 kilómetros de distancia, una reverberación del terremoto en la Asamblea de Madrid.